Confesiones de un corazón juvenil

Año nuevo, vida nueva (?)

Soy fiel creyente de que no nos componemos de años. Jamás somos la edad que tenemos ni la que aparentamos. Considero que la "edad mental" tampoco existe. No somos los años que vivimos ni los que dormimos, los que hemos respirado ni los que queremos vivir.
Somos los momentos que vivimos, los segundos que aguantamos la respiración, las risas que el viento se ha llevado y las lágrimas que el sol secó. Somos la felicidad de nuestro primer triunfo y el dolor del primer fracaso, el temor de iniciar un proceso y la satisfacción de terminarlos. Somos los ciclos que abrimos, las personas que quisimos y aún queremos, los lugares que visitamos.
Somos ese libro que leemos veinte veces y seguimos emocionandonos con el final. Somos esas canciones que sacan nuestro mejor bailarín y nuestro poeta triste. Somos todo lo que hemos hecho, somos los sentimientos que despertamos y las emociones que vivimos.
Por eso el año nuevo no es vida nueva.
Por eso cerrar ciclos nos renueva.

Esto es solo un pequeño aviso a todos los que me han conocido, porque si, tengo una esencia muy marcada, pero solo quiero que sepan que me van a extrañar. Que de corazon me disculpo, porque si para mí misma no he sido lo que he necesitado, para los demás es posible que tampoco, así que lo siento mucho si sienten que les he faltado; juro que no ha sido de manera intencional.
Me gustaría que pensaran también si por pensar en los ciclos que fueron y en lo que ya no son han herido a alguien, si por solo ser ustedes olvidaron que son la parte de un todo a pesar de ser un todo con mil partes, y pidan perdón. No a mí necesariamente, si estoy en la lista y si tienen la valentía de pedir el perdón a esas personas de esa lista, háganlo. No saben que ciclo tóxico pueden cerrar con eso y como pueden salvar a alguien de ahogarse en su propio océano.