Ansias locas

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Cuando alguien excepcional aparece en tu vida tienes muchas opciones, ignorar su presencia, sufrir luego por su ausencia, mantenerlo en tu vida de forma distante, dejar que poco a poco se convierta en un amigo, o permitirle que penetre hasta lo más profundo y conozca esas partes de ti que ni tu conoces bien; y simplemente le das tanque de oxigeno y aletas, sin instrucciones de ningún tipo, y le dejas emprender ese viaje, que recorra la distancia entre tu apariencia y tu esencia, esa parte de ti que nadie conoce bien.

Luego ves que, lentamente, se gana un lugar en tu "salón de la fama", y guardas su teléfono en el tuyo con un nombre clave quizá acompañado de un emoticón o algo por el estilo, y quitas el seguro, rompes la barrera y tomas su mano para que toque tus cicatrices, su voz para que cante a tus oídos, su lengua y sus labios para que repase esas partes que no fueron tocadas en mucho tiempo, y te haga sonreír de repente. Y lo sabes, sabes que eso no pasa siempre, no pasa con todas las personas, solo con esa, solo con tu nueva persona especial. 

Después de mil situaciones, de lágrimas, abrazos, besos,  peleas, reconciliaciones sin fin, llegan las ansias locas, esa necesidad de estar con esa persona, no porque tu vida dependa de verla, o porque debas respirar exactamente el oxigeno contenido en su aliento, o porque si no son sus huellas dactilares las que te rozan, si no es su mirada la que te intimida o no es su presencia delante de la tuya, vayas a fallecer o a cargar con una terrible enfermedad por el resto de tus días.

Es simplemente que la quieres, que quieres que sus ojos te juzguen y busquen hasta encontrar cosas maravillosas que ni tu sabías que existían,  quieres que su voz ilumine tu día, que te cuente desde lo que desayunó ese día hasta la razón por la que puede dudar del amor o la religión, quieres sentir su aliento cerca a ti, sus labios compactando con los tuyos y sus manos en las tuyas, o en tu cuerpo, y tus manos en el suyo.

Y si lo dudas, si, amor fugaz e imaginario, es por ti que siento estas ansias locas.


Confesiones de un corazón juvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora