Capítulo 57.

3.6K 260 44
                                    

PACIENCIA ES LO QUE NECESITO CONTIGO.

-A ver, creo que necesitas calmarte.- Levanté las manos en señal de rendición.

Las paranoias de Eve llegaban a límites insospechados, en serio.
Según ella, Christian no le hablaba ahora porque no fue a saludarle en su fiesta, cuando solo es que no lo encontró aunque lo estuvo buscando.

Y bueno, creo que tú tuviste algo de culpa ahí, ¿no?

~En lo que no tengo culpa es en que Christian no quiera tener nada que ver con ella, y que por eso no la hable. Pero vamos, que ya estamos más o menos a la par.~

-Mira a esa chica.- Me hizo girarme, pero no vi nada.- Es mucho más guapa que yo, Bianca.

Eve señaló al fondo del pasillo, y entreví a una pareja besándose. Pero no fue hasta unos segundos después que pude reconocer al chico.

Justo a esto me refería con que no le importaba una mierda.

-Es Dehia, de primero B.- No pude seguir mirando. Los retortijones en mi estómago estaban aumentando por momentos.

No podía soportar durante más tiempo esta situación.

-Tengo que irme, pero luego seguimos hablando. ¿Vale?- Eve me abrazó efusivamente, pero apenas pude notarlo.- Necesito una amiga ahora, B.

A lo mejor no has venido a la indicada para hablar de tu sueño de novio, y más comprobado y confirmado mi futuro marido.

Ni siquiera miré cómo se iba, sino que empecé a andar en sentido contrario a donde estaba Archibald y Deh... Cómo se llame.

Esto dolía. Dolía como el infierno. Y sí, era la primera en reconocer que no debería importarme, pero lo hacía. No era fácil pensar que todo no había servido para absolutamente nada.
Los besos, las dudas, Álvaro... Era algo rutinario en él, pero no en mí.

Corrí. Corrí hasta agotarme, porque era lo que necesitaba, era la única manera de no ponerme a derrochar lágrimas inútiles. Era mi escape de la primera vez que me estaba sintiendo así.
Había visto a Archibald con otras chicas demasiadas veces, pero desde luego que ahora era diferente.

-¡Espera!- Acababa de atravesar la puerta del instituto cuando me paré en seco.

Esa voz no debería haber estado ahí. Esa voz era la misma que debía dejarme tranquila y seguir con su vida, mientras yo resolvía mis propios demonios internos. Esa voz debía hacer lo mismo que durante toda la semana.

No me giré, pero él se colocó justo delante de mí.

-¿Qué te pasa?- Me levantó la barbilla, y temblé.

Esto era estúpido, y el frenético latido de mi corazón también.
Pero lo que había estado comiéndome la cabeza estos últimos días tenía que ser irreal.
¿Cómo podría haber dudado siquiera en que podía gustarme alguien así?
No.

-Nada.- Intenté hablar lo más seria que pude.- Puedes seguir con lo que estuvieras haciendo.

Christian me retuvo del brazo antes de que pudiese seguir andando hacia el aparcamiento.

-¿Y qué estaba haciendo exactamente, Bianca?- Escupió.

Quizás no te equivocabas tanto al compararlo con Ryan Shay, no.

-La chica de primero.- Abrió mucho los ojos.

Hice un amago para quitarme su brazo de encima, pero no funcionó.
Ni siquiera en esta situación era capaz de librarme de él.

Y todo por una Nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora