Capítulo 60.

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UNA EXPLICACIÓN.


Ninguno de los tres dijo ni una sola palabra en varios minutos. Al contrario, yo solo me dediqué a saltar como un resorte y alejarme lo más rápido posible de Christian.

Eve estaba absolutamente petrificada, más o menos igual que yo.

-¿No sabe nada?- Susurró Christian, pero yo no podía siquiera pensar con claridad.

Acababa de destrozar a mi mejor amiga por una tontería de la que no estaba segura. Llevaba demasiado tiempo jugando con fuego como para no haberme quemado tarde o temprano, pero había sido más bien temprano.

-Eve.- Dije con suavidad.

Nadie merecía tanto la pena como para estropear su corazón. Y que hubiese sido yo, y de esta manera, quién lo había hecho, dolía como el infierno.

-Me dijiste que solo le ayudabas con las clases.- Su mirada estaba perdida. Sus ojos, llorosos.- ¿De qué eran esas clases, Bianca? ¿De anatomía?

Ni siquiera era capaz de entonar el sarcasmo, pero la daga se clavó igual en mi pecho. Me lo tenía más que merecido por estúpida.

Sabía lo que Archibald había hecho con ella, pero aun así le seguí el juego. Y ahora era demasiado tarde.

-Te dije que hablarás con él de mí.- Hizo una pausa.- Te dije lo que sentía.

No me atrevía a mirar a Christian, porque él si me había pedido que le contase que no estaba interesado en numerosas ocasiones. Y no hice, aun sabiendo que lo único que hacía era alimentar a Eve y que, cuando llegase a enterarse, sufriese más. Y lo peor era que yo le había besado en dos ocasiones, en las primeras fiestas, da igual en qué estado estuviese. Yo le había besado habiendo ido con Eve a una de esas fiestas. Y sí, sabía perfectamente lo que sentía; bastante mejor que mi conocimiento sobre mí misma, por cierto.

-Voy a contárselo a Chase.- El corazón se me encogió, y tuve que agarrarme a la pared para no caerme.

Oh, no.

Cuando supiera que el estaba informado de lo que pasaba desde hacía bastante tiempo, sería aun peor. Era la única que no tenía ni idea, pero es que precisamente por ser ella era imposible habérselo contado.

Lo que debería haber hecho yo era cortar por lo sano todo esto.

-¿Fue divertido reírte de mí?- Tragué fuerte, conteniendo yo también las lágrimas.- ¿Por eso siempre estabas ocupada, y me dejabas sola en cada fiesta? ¿Para tirártelo a mis espaldas?- Eso fue directo a mi intestino, revolviéndome todas las tripas. ¿Cómo podía haber dicho eso?

Quería irme. Correr lo más lejos posible. Mi mejor amiga -si todavía se podía llamar así- pensaba eso de mí, me consideraba capaz de haberme acostado con un chico de manera tan vil y ruin, aunque lo que había hecho era más o menos comparable.

Solo quería que la tierra me engullese.

Christian avanzó un paso y se puso delante de mí.

-No nos hemos acostado.- Apenas pude entender sus palabras. Su tono de voz era firme, grave. Solo le había visto hablar así con Álvaro.

-¿Estoy hablando contigo?- Eve habló tranquila, pero las lagrimas seguían amontonándose en sus ojos.- No sabes una mierda.

-Puede que no, pero no tienes derecho a hablarle así.- Contestó de nuevo.

Me dolía todo el cuerpo, pero no podía dejar que Archibald siguiese hablando por mí y empeorase aun más las cosas. No iba a ser tan cobarde.

-Lo siento.- Susurré. Sabía que era lo peor que podía decir en una de estas situaciones, pero es que no sabía que más decir.

Y todo por una Nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora