ASÍ SOMOS, Y ASÍ SEREMOS.
Última clase del día, y ni rastro de Chase. Eve había pasado por mi campo de visión dos veces, pero en ninguna de las dos ocasiones se digno a mirarme o dirigirme la palabra. Y yo no es que hubiese ayudado mucho, porque también apartaba la cabeza. No estaba preparada para otra discusión como la de ayer... y en público mucho menos.
Estaba claro que necesitábamos tiempo. Ella lo necesitaba para odiarme por lo que había hecho -cosa totalmente normal-, y yo para seguir pasando mi infierno particular en el que no había más que culpa y remordimientos. Había elegido a Archibald, y esa era algo de lo que me iba a arrepentir por mucho tiempo; pero ya no había manera útil de deshacer mi decisión. Ni el embrollo en el que se había convertido mi cabeza después de estos últimos días.
La echaba de menos, y no había pasado ni un día. Si bien era cierto que Eve era más de hablar que de escuchar, siempre había sido un gran apoyo cuando la había necesitado. Junto con Chase, me había ayudado a superar muchas situaciones difíciles. Las primeras peleas con mis padres, mi primer notable bajo con la profesora amargada, las noches en vela por exámenes... nunca me habían abandonado. Y eso era lo que más me dolía, porque yo sí que lo había hecho con ellos en nada de tiempo. Sin darme cuenta había disminuido mucho los lazos con ellos.
Y Christian... Bueno, él nunca había sido malo conmigo. Es más, también me había ayudado. Solo él había conseguido sacarme de mi burbuja, de mi zona de confort. Había ido a fiestas, había conocido gente y había soltado un poco a mis mejores amigos -si es que esa era la palabra perfecta que podía definirlos en este momento-. Había estado ahí cuando lo necesitaba en situaciones límite. Y por qué no decirlo, me había dado los posibles mejores besos de los que obtendría a lo largo de toda mi vida. Había convertido mi cabeza en un desastre, pero en uno de los buenos.
La conclusión era que no quería separarme de ninguno de ellos, aunque inconscientemente ya lo hubiera hecho con Eve y mi relación con Chase pendiera de un hilo. Los secretos los empecé yo y acabaron con uno de los pilares sobre los que se construía nuestra relación, pero ya era hora de que terminasen.
Marqué el número de Bradley, y pulsé antes de pensar en lo que estaba haciendo. Un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos.
-¿B?- Su voz era ronca.
No me había escrito un solo mensaje desde esta mañana, cuando... Me sonrojé, demostrando una vez más mi absoluta e irrevocable estupidez. Archibald ya ni siquiera tenía que estar aquí y soltar una de sus impertinencias.
-¿Qué pasa?- No parecía enfadado, ni siquiera triste. Notaba su respiración entrecortada al otro lado de la línea.
Necesitaba estar preparada si no quería perderlo a él también. Necesitaba ser fuerte de una vez por todas.
-Quiero contártelo todo.
-¿El qué?- Gruñó.- Habla más claro, Bi, por favor.
Las continuas insinuaciones de mi conciencia sobre la conversación con Brad me habían ayudado a descubrir el por qué de la llamada de antes.
-Eve no estaba tan equivocada.- Lo solté antes de darme tiempo a arrepentirme.
Solo recibí unos susurros indescifrables como respuesta.
-¿QUÉ?- Soltó una maldición y me clavé las uñas en las palmas.- ¿Y por qué no me lo contaste antes?
No quería pensarlo.
-¿Entonces vais en serio?- Su tono era lo más serio que le había escuchado nunca.
Mis ojos empezaron a escocer. No estaba preparada para esto, mierda.
¡Ni siquiera sabía qué responder a eso!
¡Las palabras exactas de Archibald fueron "vamos a intentarlo"!
¡No estaba segura de lo que significaba eso!
-Bianca, ahora no te quedes callada.- Suspiró.- Por favor.
Las lágrimas comenzaban a agolparse.
-¡No lo sé! ¡Me lo dijo ayer!- Grité con todas mis fuerzas, avergonzándome casi de forma instantánea. Tres pares de ojos -todos los que había en la sección del pasillo del instituto donde estaba- se clavaron en mí.
Ande rápido, evitando oír los comentarios que de seguro ya había provocado mi ataque de locura.
-¿No lo sabes?- Gritó también al teléfono.- ¿Qué clase de respuesta es esa?
-No te... enfades tú también.- Sollocé, aunque sabía que no podía hacer nada para evitarlo. Probablemente ya lo estuviese.
La respuesta llegó casi inmediatamente.
-Eh, no llores. No estoy enfadado.- La voz de Chase se tornó casi silenciosa.
Volví a respirar. Estaba segura de que no decía la verdad, pero me calmaba que al menos no le hubiese perdido del todo a él también.
- Solo que me sorprende todo este rollo que te traes con ese imbécil.- Suspiró.- Y sobre todo que me lo digas por teléfono, joder.
Me vi en la imperiosa necesidad de defenderle.
-No es un imbécil, solo...- Me interrumpió.
-Niégame que lo fue con Eve.- No contesté, y él siguió hablando.- ¿Te gusta mucho?- Me tensé.
Y ahora es cuando gritas "¿QUÉ?" en tu cabeza y me despiertas de mi siesta.
Respiré hondo, dando la razón a mi estúpida conciencia. Esta situación iba a llegar tarde o temprano, sobre todo ahora, y tenía que sobreponerme.
-Es complicado.- Fue la única respuesta que tenía para darle.
-No tiene que serlo.- Insistió rápidamente.- Es una pregunta muy fácil, B.
Maldije en silencio.
¡Venga ya! A Álvaro se lo dijiste cuando era mentira, y ¿ahora que es verdad es más difícil? ¡Me tienes harta!
Álvaro... con él todo había sido diferente. Mis amigos habían estado fuera del asunto en todo eso, y él me lo decía casi a cada momento. Christian aun no me había dicho nada, solo insinuado.
Pero además, todo con Archibald era más complejo, y no valía la pena intentar negarlo.
Ya me había reconocido antes que Christian se había convertido en una persona muy importante para mí. ¿No era suficiente con eso?
¡Joder!
Esa boca, señorita.
-Bianca.- La voz de Brad me despertó del trance.- Contéstame. Aunque hayas aceptado salir con él, o lo que sea, quiero saber que no te ha embaucado u obligado o algo así.- Solté una carcajada al oír la palabra "embaucado". Probablemente Christian ni supiera lo que significaba eso.
Mi mejor amigo no se iba a dar por vencido nunca, y se había vuelto completamente paranoico.
Y supongo que ese pensamiento fue suficiente como para recapacitar, y susurrar -tan bajito que no estaba segura de que lo hubiese escuchado- las palabras que jamás creí que iba a reconocer en alto.
-Supongo que sí.
*********
¡Espero que os haya gustado!
El siguiente capítulo será un Archibald's POV y lo subiré antes de que acabe la semana.
¡Un beso muy grande y felices vacaciones!
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Y todo por una Nerd.
Teen Fiction¿Él? El típico arrogante, ególatra, y engreído, que se cree que puede tener cualquier cosa que se proponga. ¿Ella? La para nada típica chica tímida, modesta, y que suele pasar desapercibida. ¿Juntos? A ojos de la gente, imposible. Pero entonces...