DIME POR QUÉ TE IMPORTO.
Un día más de clase, menos mal que ahora me quedaba un fin de semana por delante. Y eso que esta semana no tenía de qué quejarme; entre unas y otras no había estudiado mucho. Como siguiese así, acabaría haciendo Filología hispánica.
Acababa de salir del instituto cuando mi móvil comenzó a sonar en mi bolsillo. Por una vez, decidí cogerlo, y responder. La conversación que había tenido antes con Archibald me había dejado un poco abrumada.
-¿Sí?- ni siquiera había mirado la pantalla para saber quién era.
-¡Al fin contestas!- Una extraña sensación de alivio recorrió mi estómago. Creía que no me volvería a llamar después de ignorarle tantas veces.- ¿Sigues enfadada?
Sí, pero la parte que era con él se había esfumado por completo.
-No. Lo siento por lo de ayer.
Quizás, y solo quizás, me había pasado con él. Todo había sido culpa de Christian.
-Menos mal.- Silencio al otro lado de la línea.- ¿Quieres salir a algún sitio el finde? Ayer no pudimos acabar de hablar antes de que...
Este chico es un santo.
-Ya... Ya lo sé.- Tartamudeé.- Pero esta semana no puedo.
Tenía que elegir ser responsable, aunque quisiera verlo de nuevo. Que un chico así se interesase por alguien como yo no era algo que se viese todos los días.
-¿Qué pasa?
¿Cómo le decías a un chico normal que tenías que estudiar día y noche para compensar lo que no habías hecho en toda la semana? ¡Él nunca llegaría a entenderlo!
-Es que me voy de... viaje con mis padres.
Así, por ejemplo.
-Ah, ¿y esta noche?- Su voz sonaba un tanto ronca.
Lo siento, pero esta noche tengo maratón de Crónicas Vampíricas con Chase.
-Esta noche es cuando... Cuando nos vamos.- No se me daba nada bien mentir, notaba como me temblaba la voz.
Él soltó una risa, y no pude evitar pensar que se estaba riendo de mí. Desde luego, sus razones tenía.
-Vale. Pues la semana que viene ya no tienes excusas, ¿eh?- suspiré.- Nos vamos lejos de aquí, para que el idiota no pueda molestarnos más.- Sabía que se refería a Archibald. Hasta yo misma utilizaba ese apodo para pensar en él.
¿Irme con él? No es que le conociera mucho, ni que quisiera tener otro fracaso como el del jueves, pero la verdad es que me apetecía tener un amigo más. Nada más, en serio. Por muy guapo que fuese, seguía sin creerme que estuviese interesado en mí de esa forma. Ni siquiera sabiendo que había pasado algo en la fiesta, que había hecho que Archibald me trajese de vuelta a mi casa.
Te parece raro que lo hiciera.
~Sí. Pero es que no tiene sentido. No voy a imaginar que le importo, porque no es así, pero no me explico por qué hizo eso.~
¡Las conversaciones con mi "yo interior" podían incluso llegar a ser civilizadas! ¡Y yo tenía que ir al psiquiatra urgentemente!
-¿Bianca?
-Vale.- No podía tardar mucho más en contestar.
Continué caminando, y escuché como se despedía. Ahora, mi objetivo era legar lo más pronto a casa, procurando no darle más vueltas al hecho de que me hubiese llamado uno de los chicos más guapos que había conocido. Pero, siendo yo, eso era bastante improbable. Por el simple hecho de que antes, nadie que no fuese Chase ni Eve me llamaba, no tenía "llamadas perdidas", y no iba a fiestas.
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Y todo por una Nerd.
Teen Fiction¿Él? El típico arrogante, ególatra, y engreído, que se cree que puede tener cualquier cosa que se proponga. ¿Ella? La para nada típica chica tímida, modesta, y que suele pasar desapercibida. ¿Juntos? A ojos de la gente, imposible. Pero entonces...