Capítulo 54.

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LA VERDADERA FIESTA EMPIEZA AHORA.

Eché a correr. Quería huir de todo. De Christian. De sus intenciones, de sus propuestas estúpidas, y de su posterior comportamiento.
¿Era para reírse de mí?
¿Era para eso?
Porque no había tenido gracia el confundirme de sobre manera, como había hecho.

Había estado a punto de besarme, y de repente fue como si no existiera. Me ignoró completamente en el momento en el que llegó esa chica.

Sarah.

~¡Qué más da su nombre!~

¡Había tenido sus labios encima de los míos, por todos los Santos! ¡Eso era lo que importaba!

Hila datos, guapa.

Ahora mismo no me apetecía pensar en nada. Mi vida era una total basura.

Me había convencido de que no me gustaba Christian, pero mi intención no había sido apartarme al notar sus labios moviéndose contra los míos.
¡Y no tenía ninguna maldita excusa esta vez!

Deja de maldecir. Por aquí arriba voy a necesitar una aspirina si no te calmas.

Crucé entre toda la gente por los pasillos en dirección a la entrada, pero bloquearon mi brazo antes siquiera de alcanzar el recibidor.

Me giré para soltarme, pero me quedé quieta cuando vi que una Eve con los ojos rojos y una bebida en la mano era la que me había detenido.

No podía respirar.
Había vuelto a hacerlo, a ser la mejor amiga del Mundo. A dejarla sola, aun habiendo venido con ella a la fiesta. A pensar en besar al chico que le gustaba. A ocultarle todo.

-¿Dónde te habías metido?- Gritó por encima de la música.- ¿Quieres beber algo?- Negué, resistiendo con todas mis fuerzas el aceptar una copa.

Ganas, desde luego, no me faltaban. Pero no.

-Por ahí.- La peor respuesta para aumentar mi culpabilidad, sin duda.

-¿Has visto a mi futuro marido?- Me paralicé.- Creo haberle visto antes, pero le he perdido la pista.

Vaya, eso ha sonado muy yo.

-No.- Tragué fuerte, evitando que se notase mi taquicardia al hablar.

No pareció importarle, solo se dedicó a tirar su vaso por algún lado.

-¿De verdad no quieres una copa?- Señaló una mesa con bebidas.- ¡Esta cosa está buenísima!

Volví a negar.

-Bien, entonces yo tampoco.- Se rascó la cintura.- Nena, este vestido pica muchísimo. ¿Me acompañas al baño...?

No podía seguir haciendo esto, no podía actuar como si nada. Eve era siempre buena conmigo. Y yo no... Yo era una amiga de mierda.

Mis ojos empezaron a escocer.

-En realidad Eve, yo ya me iba.-Contuve las lágrimas.- Estoy muy cansada y no me siento bien, y...

-¿Quieres que nos vayamos?- Me interrumpió poniendo una mano sobre mi frente, pero yo negué. No, desde luego no quería que se viniese conmigo.- Me lo estaba pasando bien, pero sin ti se acaba mi fiesta.- Sonrió levemente.- Como sea, B. Siempre juntas, ¿no?

Y todo por una Nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora