Y todo por una Nerd.

Capítulo 10.

¿NOS CONOCEMOS?

Las palabras de Archibald repiquetearon en mi cabeza cuando llegué al instituto al día siguiente. ¡Era un idiota! Yo no necesitaba que nadie me llevase, y solamente porque lo hubiese hecho una o dos veces, muy a mi pesar, no significaba que no pudiese ir andando o en autobus sola.

Vi a Chase con Eve a unos metros de mí, e instintivamente me aparté. Todo por hacer caso a ese inútil. "No puedes verlos". ¡Eran mis amigos! Tan solo llevaba dos días sin hablar con ellos en el colegio, y ya les estaba echando de menos, aunque pudiese ver a Eve por las tardes. Como siguiese así mucho tiempo más, acabarían sospechando que pasaba algo. Y entonces no me quedaría que explicarles... y dejar que se riesen de mí sin piedad. Yo haría lo mismo en su caso.

No podía ir a mi taquilla si no quería cruzarme con ellos. ¿¡Pero qué narices estaba haciendo!? ¡QUÉ LE DEN A CHRISTIAN!

-¿Bianca?- Era la voz de un chico, y sonaba detrás de mí.

Ejem... Voy a alegrarme de que hayan interrumpido tus pensamientos.

Me giré para ver quién me estaba llamando. Era un chico moreno, alto y con los ojos más grises que podía haber visto nunca... me resultaba familiar, pero no era capaz de reconocerle. Y él pareció darse cuenta.

-Álvaro.- Hizo una pausa- ¿Te acuerdas de mí?

Vino a mi lado para darme dos besos, pero para entonces yo ya estaba paralizada. ¿Era...?

Ese Álvaro. Sí. Al que casi te tiras. Oh Dios Mío, ¡cómo está!

¡No podía ser! Lo primero, ese chico era totalmente imposible incluso que hubiese posado sus ojos en mí. Era demasiado guapo hasta para el sentido. No había absoutamente nada en mí que hubiese podido gustarle... y menos en aquella fiesta.

-El de la fiesta...

Salté hacia atrás, y él comenzó a reírse. ¿Era en serio? ¿Era él? ¡Se estaba riendo de mí!

Bianca, como desaproveches esta oportunidad te mato. Y luego que te lleven al psiquiátrico, pero yo te juro que te mato.

-¿En serio no te acuerdas?

¿Había estado haciendo algo con ese chico? ¿Era una jodida broma?

-Sí, sí... Álvaro.- Fijé mi vista en el suelo, lejos de su mirada.

-Te quería preguntar si querías tomar algo después de clases.- Mi primer impulso fue el echarme para atrás.

¡Venga! ¿Lo decía en serio? ¿Tomar algo... Yo con él? Já. Esto sí que ya no tenía sentido. ¡Menudo disparate de situación!

-Te invito a merendar... ¿Quieres?

Que te lo dice en serio, joder.

Una pequeña sonrisa escapó de mis labios. No podía creerme que me estuviese pasando esto. Nunca me habían invitado a comer... Excepto Brad.

-Vale.

Archibald se había equivocado con este chico, aunque todavía no estuviera segura de si era una broma pesada o no. Si lo decía en serio, era increíble que me invitase. Un chico como él... a mí.

-Va.- Puso su mano en mi hombro.- Te espero en la pizzeria a las siete.

Yo asentí, y empecé a andar por el pasillo. Vale, esta vez le tenía que dar las gracias a Christian... Si no fuese por él, no hubiese conocido nunca a Álvaro. ¡Puede que incluso llegáramos a ser amigos!

Las dudas, en cambio, seguían invadiendo mi cabeza. ¿Había besado a ese chico? No había parecido como si algo así hubiese pasado. A lo mejor solo me lo había imaginado... Y Archibald pretendía insinuar cosas para hacer que me sintiese mal o algo.