Parte/3

96 23 13
                                    



-Las mujeres salieron de la recamara y se fueron a su casa.

-Mira Severiana allí viene los parientes de Mateito, de parte de su papá, que bueno que lo apoyen en estos momentos toda ayuda es buena.

-Hijo nos acabamos de enterar, que barbaridad, como íbamos a saber cuándo salimos de la misa, te buscamos y andavete, ya te habías venido, nadie nos daba razón de ti, hasta que un padrecito, nos dijo que te habías venido hecho la mocha (muy rápido), para acá, que porque Emita estaba boqueando (agonizando), y cuando llegamos ya nos encontramos con la noticia, de que Emita se nos adelantó, le dijo su abuela deshecha en llanto.

-Cálmese abuelita, ya ve que estaba muy enfermita,  Dios lo dispuso así.

-Hay hijo y tan siquiera te alcanzaste a despedir de ella, ¿te alcanzo a ver con tu túnica de sacerdote?

-Si  abuelita, si me vio vestido, nos alcanzamos a despedir

-Qué bueno mijo, ella ya descansa en paz, tan buena y caritativa que era, yo creo que se fue derechito al cielo, no te quepa la menor duda.

-Yo creo que sí, abuelita

-Bueno mijo mientras la arreglan, tus tías y yo vamos a preparar comida, porque nomas deja que se corra la voz que tu mamacita ya está en el cielo, se va a dejar venir la gente, mucha gente le debe favores, y pues seremos lo que tú quieras pero malagradecidos no, de mi te acuerdas si no se inunda de gente. Y ustedes váyanse para que traigan bancas de la iglesia para poner en la banqueta, porque en la casa no va a caber la gente;  les dijo a su abuelo y a sus dos tíos.

Mateo le hablo a Tobías para que le ayudara a llevar a su madre hasta la sala de la casa, la pusieron en una cama individual que habían puesto, Montserrat se encargó de poner una sobrecama blanca muy bonita tejida, con su almohada con su funda del mismo diseño de la colcha, la acostaron, y pusieron unos ladrillos en las patas de la cama de la cabecera, para que la difunta quedara un poco inclinada hacia adelante, y la pudieran ver mejor. Pusieron sus brazos entre el pecho y la cintura con un rosario entre sus manos.

Pusieron los cuatro cirios pascuales, en cada una de las esquinas de la cama. Debajo de la cama formaron una cruz con cal y en medio pusieron un plato hondo con vinagre y cebollas partidas en cuarterones para que no se extendiera la gangrena.

Y se abrieron las puertas de la casa de par en par, de modo que las personas pasaran y la vieran y rezara una oración, según la usanza de esos tiempos. Rápidamente se corrió la voz en el pueblo de que Emita la madre del padrecito Mateo había muerto, pronto se vio la casa inundada de personas, rezaban rosarios, unas se iban y otras entraban, se repartió comida, y por la noche café y pan, no se dieron bebidas alcohólicas, como en otros velorios. Pusieron las bancas a lo largo de la banqueta de la calle, y mientras las personas que estaban dentro de la casa, respetuosamente rezaban rosario tras rosario, las personas de la calle, platicaban recordando eventos pasados.

Como le habían prometido a Mateo por la noche se presentaron las señoras Agripina y Severiana, pasaron a la sala donde estaba la difunta, rezaron un rosario y se sentaron en una banca, una vecina les dijo.

-Ya vieron se desbordo el pueblo para venir a velar a la señora Emita, yo nunca había visto tanta gente reunida, desde que se murió don Licandro el de la vinatería.

_Con él había mucha gente, pero la mayoría eran puros borrachos, pues los hijos dieron vino hasta pa aventar pa arriba, pero un velorio como este con tanto respeto, no se había visto.


-Como no, y cuando se murió el otro señor cura,

-Bueno, allí fue diferente, en primera porque fue un señor cura muy querido, y segunda porque se veló el cuerpo en la iglesia, pos como iban a ser alboroto, la gente,

-No pues eso sí.

-¿Oigan y se van a quedar mucho?

-No, nos tenemos que ir pronto, pues mañana nos va a caer otro muertito y ese sí que le vamos a meter trabajo.

-Pues quien se murió.

- El hijo de don Nicanor.

-¿Nicanor el del rastro?

-Pues ese, o conocen a otro Nicanor

-No, pues no, no más a él y a Nicanor, chico.

-Pues él, es él que se murió.

-Pero que le paso, pues

-Pues dicen, los que andaban con él, el chino y Juan, que fueron a recoger unas reses, que don Nicanor compro para la matanza, y que antes de venirse, se fueron a un burdel, a él le gusto una güila (prostituta), y la invito para llevársela a la cama, ella se negó, entonces él le dio unas cachetadas, pero la mujer nada dejada, se metió la mano al seno y saco un verduguillo (navaja pequeña muy filosa) y que le raja la cara, dicen que le rajo desde el ojo hasta la piocha. _ dice el chino que quedo todo tasajeado, que le salió un chorrote de sangre, que no se la pudieron detener, que cuando llego el mata sanos (doctor), ya no pudo hacer nada murió desangrado, pa mí que le rompió una arteria.

-Pobre de don Nicanor como ha de estar

-No, pues cómo quiere que este, está ciego del dolor, que disque ya mando a unos hombres pa que encuentren a la mujer y se la traigan, que disque dijo que la va a desollar viva.

-Ya quisiera, que si lo hace, dicen las malas lenguas, que toda esa familia se dedican a matar gente por encargo, que el negocio del rastro nada más le sirve como tapadera, vaya usted a saber.

-Mejor que ni la oigan decir eso, porque ya ve una nunca sabe.

Hay doña pachita, pero si ese es un secreto a voces, todo mundo sabe eso, pero mire Dios es grande ahora le toco a él y donde más le duele a uno como padre, en sus hijos.

-Agripina te estoy esperando, vámonos ya que mañana tenemos que madrugar, nos va a caer el muertito, muy temprano.

-Bueno doña pachita, nos estamos mirando, mañana si Dios quiere nos vemos pa el entierro, yo creo que si alcanzamos.

-Ándeles pues vayan con Dios. Buenas noches.

Y así entre anécdotas, chismes y rosarios, paso la noche del velorio, por la mañana se volvió a repartir comida, y a las dos de la tarde metieron a doña Ema al ataúd y partió el cortejo a la iglesia, la primera misa que iba a decir Mateo, en su carrera como sacerdote iba a ser la de cuerpo presente de su madre.


La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora