Parte/ 46

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En medio de la fiesta de nuestra boda Sebastián me dijo

-Mi vida creo que ya es hora que partamos a nuestra luna de miel, no puedo esperar más para tenerte en mis brazos

-Pero que van a decir los invitados, mis padres m...

-Ya, ya mi amor, no van a decir nada es lo que pasa después de que una pareja se casa, ¿o es que acaso no quieres estar a solas conmigo?

-Claro que si mi amor, está bien voy a quitarme mi vestido de novia y ponerme el de viaje

-Está bien querida yo voy hacer lo mismo, no te tardes o prefieres que yo te quite tu vestido

-Por favor Sebastián, que cosas dices

Fui con mi madre

-Mamá Sebastián ya quiere que nos marchemos ¿me puedes ayudar?

-Claro que si hija vamos a tu recamara, hija ahora que ya eres una señora casada es necesario que sepas lo que pasa en la recamara de un matrimonio

-Yo sé lo que pasa madre, de ahora en adelante ya voy a dormir acompañada de mi marido ya nos vamos a poder acariciar y besar libremente sin que a nadie le incomode

-Entre otras cosas que pronto vas a descubrir

Cuando estuve lista para viajar salimos al encuentro de Sebastián que ya me esperaba ansioso.

-Hija me permites hablar unas palabras con Sebastián por favor

-Claro que si madre, mientras me voy a despedir de Ema.

-Sebastián, le quiero pedir por favor que tenga tacto con mi hija, ella no sabe nada sobre sexo, no quiero que salga lastimada.

-No se preocupe señora voy a tratar a su hija como la prenda más delicada de este mundo

-Le voy a vivir muy agradecida

-ahora si me permite señora, nos tenemos que ir, nos vamos a escabullir de los invitados

Busque a Ema y no la encontré entre los invitados, me dirigí a su recamara ahí la encontré estaba acostada en su cama boca abajo para acallar los sollozos que salían de su boca, yo ingenuamente me senté en borde de la cama y la empecé a consolar ingenuamente creí que lloraba porque ya no íbamos a estar juntas.

-Por favor Ema no llores todo va a seguir igual entre nosotras, vamos a seguir haciendo las mismas cosas ya no llores por favor, vengo a despedirme ya nos vamos a nuestro viaje de bodas.

-Que Dios los acompañe hermana, nunca dejes de querer a Sebastián

-Claro que no tontita, vas a ver que pronto te vas a enamorar de un chico y también vas a terminar casada al igual que yo.

-Bueno hermana ya vete se les va a ser tarde

Antes de salir de la casa nos despedimos de mi padre y mi hermano, yo pensé que nos íbamos a ir directo al aeropuerto, pero no, Sebastián me llevo a su departamento, cuando llegamos me dijo.

-Hay mi vida como he soñado con este momento apenas ayer estuvimos junto pero ya te extraño

-Enseguida me tomo entre sus brazos y cruzamos el umbral de la puerta el me llevo directamente a la recamara, me empezó a retirar la ropa con febril rapidez, yo estaba estupefacta, enseguida hizo lo mismo con su ropa quedando completamente desnudo, enseguida me empezó a besar con una desesperación, como nunca lo había hecho, yo me sentí sucia, me estaba tratando como a una prostituta, yo lo aleje de mi lado cubriéndome el cuerpo con la sobrecama le dije

-Pero que te pasa acaso te has vuelto loco ¿por qué me tratas así?

Él se quedó sorprendido me vio con los ojos muy abiertos diciendo

-Qué te pasa a ti, creí que tú estabas tan ansiosa como yo pero ya veo que tu hubieras preferido quedarte en la fiesta, con gente desconocida que conmigo

-No es eso, pero creí que nuestro primer encuentro íntimo iba a ser diferente

-Por favor Elia de que hablas hemos estado juntos bastante tiempo

-Bueno si, olvida eso y ven aquí.

Yo estúpidamente creí que hablaba del tiempo en que habíamos sido novios, en ningún momento pensé que se refería a la intimidad

-El bajó, la intensidad de sus caricias, quizás esperando que yo tomará la iniciativa, desde ese primer encuentro intuí que había un problema conmigo, pues por más esfuerzos que Sebastián hizo no logro despertar la pasión en mí, y cuando penetro mi cuerpo sentí un asco dentro de mí, él quedo muy desconcertado pero no menciono nada.

Sebastián

-No entiendo el comportamiento de Elia, tal parece que le molesta hacer el amor conmigo, parece otra persona muy distinta a la que vino a entregarse a mis brazos con esa pasión arrolladora, no sé qué hacer para hacer que regrese la misma mujer, ¿Oh acaso seria?... no, no esa idea la tengo que desechar, Ema no sería capaz, mejor tengo que averiguar qué pasa con Elia.

Elia

-Nuestra luna de miel fue un fiasco, mientras visitamos los países de Europa, Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Italia en el día disfrutamos bastante, pero las noches eran un martirio para mí, por fin regresamos extrañaba mucho a mi familia principalmente a mi hermana, pero a mi regreso me esperaba una sorpresa nada agradable, mi madre nos dijo a mi marido y a mí, que Ema había salido al extranjero a estudiar, a Canadá, a mí me extraño bastante, no podía creer eso mi hermana no había podido tomar esa decisión sin comunicármelo, mi madre me dijo

-Mañana te espero a primera hora necesito hablar contigo es urgente

-¿Se trata de Ema verdad?

-Mañana sabrás todo.


La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora