Parte / 11

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Octavo día de novenario.

-Buenas tardes, doña pachita, ¿no vino su nieta?

-Hay mire allí viene, con Lupe, la hija de Antonia.

-Buenas tardes

-Hay mija que bueno que tu si le hablas a la Lupe, desde que se supo lo de su madre, a la pobre muchacha casi nadie le habla, como si ella tuviera la culpa de lo que hizo la vaquetona de su madre.

-¿Hay pero que hizo?

_ ¿Usted no le ha contado doña pachita?

-Pos fíjese que no

-Bueno mija nosotros te vamos a contar, esperamos que esto no cambie, nada entre tú y la Lupe, como te decimos ella no tiene la culpa de nada.

-¿Pero que hizo tan malo, como para que le deje de hablar a lupita?

-Bueno, como ya te has de a ver enterado la Antonia ya no vive en pueblo.

-No, pues no sabía.

-¿No te lo dijo la Lupe?

-Hay pero como crees que la Lupe le va andar diciendo eso, son cosas vergonzosas

-No, pues eso sí.

-Bueno mira lo que pasó es que la Antonia se hizo un amante, uno de por allá del sálate, (ranchería),

-Hay Dios ¿es cierto eso?

-Así, como te lo estamos contando, ¿verdad doña pachita?

-Muy cierto.

-Bueno pues estos dos no tenían donde verse, ¿y qué crees?

-¿Qué?

-Pues que escogieron para verse nada más y nada menos que el santuario, donde viven las monjitas ¿ya sabes cuál es?

-Si el santuario de Guadalupe

-Pues estos se veían al medio día, ya vez que a esa hora, el pueblo esta desierto, casi toda la gente duerme la siesta.

-El día que paso todo, ellos estaban en el santuario, como cada que se veían, pero ese día una de las monjitas, fue a rezarle a la virgen, y de pronto que escucha unos quejidos, ella pensó que era una persona que estaba sufriendo mucho, fue hacia dónde se escuchaban los quejidos, para darle consuelo a la persona que ella creía que estaba sufriendo, y pos cual va siendo su sorpresa, que se encontró, a la Antonia con el viejo, pero bien trenzados, haciendo lo que tú ya te imaginaras.

-Hay Dios estaban haciendo el amor en el santuario.

-Eso mismo, pues la monja que corre a la calle y empieza a gritar, SACRILEGIO, SACRILEGIO, no pues la gente se dejó venir al santuario, y si no es por el presidente municipal, los linchan, la gente estábamos muy indignados, mira que escoger el santuario, para hacer sus cochinadas.

_A puras pedradas los sacaron del pueblo, lo bueno que el hombre traía caballo, se subió y a ella la subió en ancas y se pelaron del pueblo, sabe Dios qué sería de la Antonia, desde ese día ya no se supo de ella.

Ándele que ya llego el padre, ahora llego un poco más temprano, vamos a rezar.

 

La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora