Parte / 47

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-Al día siguiente cuando llegue a la casa mi madre ya me esperaba ansiosa, me condujo a este mismo despacho me dijo

- Ema está embarazada, ¿quiero que me digas con quién se veía a espalda de nosotros? tú lo debes de saber ustedes se confían todo tenemos que preparar la boda súper rápida antes de que a tu hermana se le note el embarazo.

Mi madre hablaba atropelladamente, yo estaba estupefacta por la noticia.

-¿Pero qué dices? Ema embarazada ¿pero de quién?

-Es lo que me vas a decir en este momento ella no ha querido decir nada.

-Pero madre no lo sé, ella ni siquiera tiene novio, es más ningún amigo

-Pero que dices, entonces cómo es que está embarazada, no pudo ser por obra del espíritu santo ¿verdad?

-No madre, pero te estoy diciendo la verdad, no tengo la menor idea.

-Es imprescindible que vengas con nosotros donde está recluida a ver si a ti si te dice quién es el padre de la criatura.

-Al día siguiente fuimos donde estaba, hablé con ella

-¿Ema dime quién es el padre de tu hijo? No puede ser de una persona conocida,

-No te lo puedo decir

-¿Pero por qué no?

-Acaso te violaron, fue eso ¿verdad? y te amenazo, Dime quién fue el canalla que te hizo eso

-Por favor hermana no insistas, no te lo voy a decir, ni a ti ni a nadie, ya no insistas por favor

-Y no me dijo nada, se quedó callada

-Bueno tus razones tendrás para no hablar, pero no te preocupes vamos a ver cómo le hacemos para que tu hijo viva en la casa al lado tuyo, yo te voy ayudar sin que tu reputación se dañe.

Después de hablar con ella, me dio mucha ilusión ser madre, después de todo éramos gemelas, si ella era madre, también yo quería serlo, me imaginaba a nuestros hijos jugar, estudiar y pasear, tal como lo habíamos hecho las dos, inmediatamente fui al ginecólogo.

-Pase señora tome asiento

-Gracias

-Dígame cual es el problema

-Quiero ser madre

-Cuánto tiempo lleva de casada

-Tres meses

-Es poco tiempo para que la ponga en tratamiento, vamos a esperar al menos otros tres meses, si no logra embarazarse en ese tiempo, vemos a ver qué está pasando con usted o su esposo, por lo pronto tiene que estar muy tranquila, y sobre todo hacer la tarea, tener relaciones sexuales, todo el tiempo que se pueda.

Aunque las relaciones sexuales no eran placenteras para mí, hice todo lo que la doctora me recomendó, hacíamos el amor, cada que Sebastián le apetecía, cumplí los seis meses de casada y yo seguía sin embarazarme, por lo tanto volví a ir con la doctora esta me dijo

-Bueno señora lo primero que vamos hacer es un cuenteo de espermatozoides de su esposo, ¿Cuándo puede venir su esposo?

-Cuando usted diga doctora

Muy bien, pues mañana mismo y a usted le vamos hacer unos análisis de rutina, mañana viene en ayunas para sacarle sangre y me trae una muestra de la primera orina, cuando tenga los resultados, procederemos, ¿de acuerdo?

Sí, doctora,

Cuando tuvimos los resultados de los análisis fuimos Sebastián y yo

-Aquí tengo los resultados de sus análisis y al parecer todo está normal con los dos sólo tienen que tener paciencia

Pero lo único que yo no tenía era paciencia, cuando faltaba unos días para cumplir los nueve meses de casada, me desespere y fui con otro ginecólogo, tenía la última tecnología en aparatos.

-Sus análisis están bien, los conteos de espermatozoides de su esposo están bien, al parecer todo está normal en ustedes, el siguiente paso es explorar por dentro, me hizo una exploración exhaustiva lo que vio dentro de mí no fue nada alentador.

-Señora al parecer, a usted no se le desarrollo su matriz ¿sufrió algún accidente de pequeña?

-Qué yo recuerde, no doctor

-Solo hay dos cosas que pudieron pasar aunque los dos son muy raros, pero suele suceder, que usted haya sufrido un accidente, o que su matriz no se le haya desarrollado adecuadamente, pero la cuestión es que, así es imposible que usted sea madre por sus propios medios, usted puede adoptar un niño o...

Ya no quise escuchar más, pero conforme me iba serenando no se me hizo tan descabellada la alternativa que me dio el doctor la de adoptar un niño y qué mejor que el de mi hermana, ese mismo día salimos mi madre y yo al neonato donde se encontraba internada mi hermana, iba con la firme decisión de plantearle el asunto, estaba segura que ella iba a aceptar, cuando llegamos ella ya estaba en trabajo de parto, yo estaba muy ansiosa por ver a mi futuro hijo, pero cuando te vi, todo mi amor se volvió odio hacia mi hermana y a su bastardo, tú eras la imagen viva de mi marido aunque estabas hinchado y tus facciones todavía no estaban bien definidas, pero esa maldita mancha del pecado en tu mejilla delató  a mi hermana de lo que me había hecho, y la maldije, la maldije con todo el odio que fui capaz de sentir, en ese momento desee con todas las fuerzas del mundo que tú y ella desaparecieran de la faz de la tierra.

La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora