Parte/ 5

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Segundo día de  novenario

-Agripina, Severiana y doña pachita siempre eran las primeras en llegar, para poder platicar un ratito mientras llegaban las otras personas.

- ¡Mira Agripina¡ quién acaba de llegar.

-Hay es concha, quien lo diría, te acuerdas que la dieron por muerta y por mérito que la entierran viva, ya lo que no toca, muy a tiempo que llego el médico si no ya no la contara.

- Ay ver, cómo está eso, que a doña concha la andaban enterrando viva

-Hay doña pachita, pero como de que no sabe, si todo el pueblo se enteró,

-Lo que pasa es que eso ha de haber pasado antes de que yo cayera al pueblo, yo tengo viviendo poquito más de diez años aquí, antes vivíamos en San Pedro.

-Ha, pues con razón, si eso paso más o menos como hace quince años

-Pues mire doña pachita, resulta que concha andaba haciendo su quehacer muy oronda, en eso llego su tía doña faila (Rafaela), en cuanto entro a la casa, que de repente, concha cayo súpita al suelo (desmayada) de no ser por que doña faila la alcanzó a cachar, se va de sopetón hasta el suelo, ella como pudo la llevo hasta la cama, le puso cebolla en la nariz, para que volviera en sí, pero la mujer, nada que habría los ojos, doña faila que se asusta, le puso la oreja en el corazón y no le oyó latido alguno, no pos ahí que suelta el llanto, y dijo; concha ya se murió, se le cayó el corazón.

-No lo podía creer pos concha estaba joven como quién dice, recién casada, apenas tenía dos niñas bien chiquitas.

-Huy y ahora la mujer, ya tiene como once de familia, por eso le digo que de eso ya hace mucho tiempo.

-Bueno, pues doña faila, que sale gritando de la casa toda nerviosa diciendo.

-CONCHA SE MURIÓ, CONCHA SE MURIÓ, no pues en un dos por tres que se llena de gente la casa, y todos entraban y veían a la mujer tirada en la cama, y efectivamente la mujer parecía muerta.

_ Hay que ir a avisarle a doña Ramona (su mamá), mientras yo me voy a llevar a las criaturas, ya están muy asustadas

-Sí doña Marciana, lléveselas por favor.

-Al poco que llega doña Ramona, no pues ya se imaginara, cuando vio a su hija que no daba señales de vida, empezó a llorar, pero viera que gritotes echaba la pobre mujer, en eso que llega, Zacarías su marido, y ve a toda la gente, les dijo

-¿Qué está pasando aquí?  ¿porque tanto alboroto?

-Hay Zacarías, es concha, se murió

El hombre se puso blanco como la cera, no acataba a decir nada, no más pelaba los ojos, por fin reacciono, y se metió corriendo a la casa,  llego al cuarto y ahí, vio a su mujer, acostada en la cama, y a su madre abrazada a ella llorando.

¿Pero qué paso doña Ramona?

No se dice faila que de repente cayó súpita y ya no despertó.

Pero concha no estaba muerta, ella escuchaba todo lo que la gente decía, no más no podía hablar, y la pobre mujer, gritaba, no estoy muerta, no estoy muerta, pero la voz no le salía.

-Nos mandaron llamar para que la amortajáramos, y cuando llegamos, nos pasamos al cuarto, les dijimos a la gente

-Salgan del cuarto, tenemos que hacer nuestro trabajo. Cuando quedamos solas, vimos algo raro en concha y le preguntamos a doña faila

-Oiga doña faila, ¿Cómo a que horas eran cuando concha se murió?

No, pos temprano, serian como las nueve o diez de la mañana, ¿Por qué?

-Pos es que ya son varias horas y mire ella todavía esta blandita, y calientita, ya era para que estuviera tiesa y bien fría, pa nosotras ella no está muerta.

¿Pero? Entonces ¿porque no despierta?

-A ver tráiganme un espejo

-Aquí está

-Le pusimos el espejo en las narices, y pos que medio se empaño, ya ven si estuviera muerta no se hubiera empañado nada, ella respira aunque muy poquito.

-Concha en su interior dijo, hay por fin ya se dieron cuenta de que no estoy muerta.

-Y luego ¿Qué pasó?

-No, pues le dije a su marido

-Oyes Zacarías vete hecho la mocha (rápido) a buscar al médico,

-Pos ya fuimos, pero que disque se fue al amparo, porque hubo un derrumbe y hay muchos heridos.

-Pos entonces vete hasta Ahualulco y buscas al doctor Sánchez, a mí me tocó ver como revivió a uno que le pasó lo mismo que a concha

-Pos ta bueno, voy y vengo

-Mira zacaro (Zacarías en idioma coloquial), vamos con mi compa (compadre) Remberto él tiene coche que nos haga el favor de llevarnos.

-Ta bueno, vamos pues

-En menos de una hora estuvieron de regreso, con el doctor

-Ya para esas horas se había corrido la voz que concha se había muerto, y la gente empezó a llegar, con café y pan, yo les dije

-Ya ni la amuelan, todavía no sabemos si en verdad concha está muerta o no, váyanse con eso, no vaya a ser que deberás no este muerta y de la impresión deberás se muera.

-¿Y qué paso? ¿Qué dijo el médico?

_ No pues cuando llego, hizo lo mismo que yo, le puso el espejo en las narices, y al ver que respiraba poquito, que se sube arriba de la cama y se puso a horcajadas y me dijo usted agárrele ese brazo para que no se le mueva y usted el otro, le dijo a Zacarías, y él que le encaja las uñas en la yema de los dedos, no pos al poco ratito que concha hecho un suspirote y que abre los ojos, y gritando, no estoy muerta, estoy viva, y pos todos los que estaban esperando, que se hincan y empezaron a gritar MILAGRO, MILAGRO

Y pues en realidad que si fue milagro, porque si no nos damos cuenta de que estaba viva y le ponemos el algodón en las narices y la boca, pos nosotras la hubiéramos matado.

-Es lo que le acabo de decir, como dice el dicho, cuando te toca aunque te quites y cuando no te toca aunque te pongas, ándeles que ya llego el señor cura, vamos a rezar. 

La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora