La mancha del pecado.

Parte/41

María llevo a la señora Edna a su recamara en cuanto cerró la puerta

-Ahora comprendo, porque se impacto tanto cuando vio al joven sacerdote, es el vivo retrato de Sebastián el esposo de Elia, ¿acaso es su hijo? Eso debe ser, no hay personas idénticas que no tengan parentesco, ha sido un milagro que no se haya encontrado con Elia, no sé qué va a pasar.

-Por ahora no te preocupes por eso, Elia como ya sabes salió de viaje, aunque el encuentro va a ser inevitable, el padre Mateo tiene que tratar un asunto muy delicado con ella, cuando ella regrese de viaje, no vamos a poder evitar que se encuentren.

-¿Usted sabe cuál es el asunto que tiene que tratar con su hija?

-No tengo idea

La señora no quiso decirle nada, hasta que ya no fuera inevitable guardar el secreto.

Verónica y Mateo llegaban al jardín. Él quedo maravillado, era un lugar muy hermoso, invitaba a descansar se sentía mucha paz en el lugar.

-Ya veo porque es el lugar preferido de tu abuela.

-También mío, este lugar invita a conversar, desde niña cuando tenía un conflicto aquí venía a llorar mis penas.

-Tú con problemas, no lo creo, tienes todo para ser feliz

-Lo dices por la posición económica, no toda la vida gira a través del dinero

-Eso lo sé muy bien, no tienes que decírmelo

-¿Qué fue lo que te llevo hacer sacerdote?

-Desde muy pequeño tuve el impulso de serlo, y cuando recibí la santa comunión escuche el llamado de Dios.

-No inventes, cómo está eso, ¿Qué te dijo Mateo quiero que seas sacerdote? Jajaja,

-claro que no, no me llamo con palabras, pero sentí unas ganas inmensas de servirle.

-Todavía no acabo de entender eres un tipo demasiado atractivo,

-Bueno y que hay de ti, ¿Cuándo me vas a presentar a tu esposo?

-Y quién te dijo que tengo esposo

-Bueno yo supuse

-Pues no andes suponiendo nada, hay como la vez pronto voy a ser madre soltera de dos criaturas

-Oh, perdón no quise ser indiscreto, tu vida privada no es de mi incumbencia

-Bueno si yo ya te interrogue, ahora te toca a ti. ¿Qué quieres saber?

-No, nada simplemente creí que serias casada

-Por mi embarazo, pues no, no soy casada, pero este embarazo solo fue un tropiezo en mi vida, en cuanto dé a luz voy a seguir mi vida, voy a terminar mi carrera y voy aplicar mis conocimientos en esta población.

-¿Qué estudias?

-psicología junto con nutrición, quiero ayudar a las mujeres a que se valoren, la mayoría de las esposas de los trabajadores tienen la autoestima por los suelos, quiero darles clases de nutrición, para mejorar la alimentación de sus hijos, y lo más importante, quiero darles pláticas sobre planificación familiar, para que sepan cómo usar los anticonceptivos, aquí las mujeres son muy fieles a tu Dios y todavía tienen los hijos que él les quiera dar, y mientras eso siga pasando se están rezagando en la sociedad, ¿sabías que en plenos años ochentas hay gran índice de analfabetismo, por todos estos lugares, se tiene que acabar eso y alguien tiene que empezar.

Mateo quedo muy impresionado, nunca se imaginó que esa chica que aparentemente no le importaba nada, pensara de ese modo y tuviera ese espíritu altruista para ayudar a las personas.

-Me dejas sin palabras, pocas son las personas que se preocupan por ayudar a sus semejantes, ¿dime como te puedo ayudar?

-Pues ahorita estoy con las manos atadas, hasta que nazcan mis hijos y me estabilice, voy hacer una propuesta en la universidad para que las estudiantes vengan hacer su servicio social eso las va a ayudar a ellas y a las personas de la comunidad

-Eso me parece muy bien, yo no estoy de acuerdo en que las parejas tengan muchos hijos, aunque la iglesia no aprueba los métodos anticonceptivos, yo estoy a favor de que la familia pequeña vive mejor

-Creo que tu yo vamos a formar un buen equipo, choca los cinco.

El extendió la mano y chocaron los dedos.

-Oh, ya me tengo que ir, tengo que dirigir el rosario, ¿perdón para cuando esperas la llegada de los bebes?

-Tengo siete meses, el doctor me dijo que como son dos y primeriza, cuando cumpla los ocho, en cualquier día que se les ocurra nacer, ya no hay peligro, pero cuanto más duren en la panza mucho mejor, ¡Mira Mateo como se mueven¡

Ella tomando su mano la llevo a su vientre, el quedo maravillado, por la vida que se estaba gestando dentro de ella.

-Qué maravilla de dios, bueno ahora si me marcho

-Vamos pues.

-Pasaron los días y la relación entre Verónica y Mateo se estrechaba , ella empezó a frecuentar la iglesia y se involucró en los preparativos de la fiesta de la virgen de Santa Rita de Casia, ayudaba a las mujeres, les empezó a dar platicas de desarrollo humano, las mujeres agradecidas se desbordaron tejiendo prendas para los bebes, Verónica quedaba muy agradecida, pues sabía que las mujeres estiraban el poco dinero que caía en sus manos para hacer alguna prenda para su bebe, por ese motivo, acordó con su abuela darles una despensa con lo más indispensable para aminorar el gasto familiar.