-¿Y qué piensas hacer al respecto?
-Es lo que quiero que me aconseje padre
-Lo más sensato es que vayas a buscar a tu tía, a ver si logras ablandar su corazón y le dé el perdón a tu madre, hay que pedirle a Dios que aún este viva, mira yo voy hablar con mis superiores, para que te manden a un templo en la ciudad Camargo para que empieces tu ministerio y puedas investigar sobre tus antepasados.
-Se lo voy agradecer mucho padre.
-Mira lo que son las cosas, yo estaba abogando para que te quedaras aquí en el pueblo, pero urge que tu madre entre al reino de los cielos
Mateo beso la mano del señor cura y regreso a su casa, tenía mucho que hacer. Cuando llego a su casa, Monse ya había apartado todas las cosas en paquetes, con el nombre y dirección de las personas a quien se les iba a regalar, Tobías puso todas las cosas en la camioneta, y se fueron a recorrer el pueblo, pasando casa por casa.
-Buenos días.
-Buenos días padrecito, pásele a su pobre casa por favor.
-Aquí nada más, mire vengo a dejarle, este pequeño presente, de parte de mi madre
-Hay padrecito, mire la seño Emita hasta después de muerta tan caritativa, ella ha de estar sentada a los pies del divino redentor.
-Mire lo único que quiero a cambio es que rece una oración por el eterno descanso de su alma.
-Hay pero como no, si desde que ella nos dejó, yo le rezo todos los días.
-Mire, no se preocupe ustedes van a seguir recibiendo la ayuda que ella les daba cada mes, Monse se va a encargar de eso.
-Hay padrecito que Dios lo colme de bendiciones.
-Bueno me retiro, pues tengo que visitar más casas.
-Que le vaya bien padrecito.
-Y así recorrió el pueblo, hasta que entrego todo lo que tenía que entregar, ese día hizo muy feliz a muchas personas del pueblo, y a cambio de eso recibió muchas bendiciones.
-El siguiente domingo las mujeres acudieron a misa ataviadas con los vestidos y zapatos que habían sido de doña Emma.
-Hay Martina, te quedo el vestido de doña Emita como anillo al dedo.
-También, usted se ve re bien con esa sevillana, porque era de ella, yo muchas veces se la llegue a ver.
-Pos claro que era de ella, Dios la tenga en su gloria, yo con que ojos (dinero), me podía comprar una sevillana tan fina.
-Y mire allí llega Clotilde, a ella no le vinieron los vestido, pos esta re gorda, pero que tal los zapatos, mire que chulos se le ven, hasta le van a salir callos, jajaja
-No si el padrecito supo re bien a quien le daba las cosas, ya vio que a Josefina, le dio la cunita pa su niño, a mí me daba un pendiente que le fuera a picar un alacrán con eso que duermen en el suelo
-Pos al menos ya la criatura ya se salvó.
-Dirá las criaturas porque también les dio una cama individual, pa que duerman los otros dos niños.
-Oiga y de dónde habrá sacado tantas cosas, porque eran muchas,
-Pos dice Monse que eran puras cosas que doña Emita tenía guardadas en el tapanco, imagínese, todo lo que tenía guardado, tenía todo lo del padrecito desde que nació, eran muchos juguetes, muchos niños andan jugando en la calle con ellos.
Pues que buena puntada del padrecito de regalar todo, mire si otro hubiera sido vende todo, aunque sea barato.
-No, pos si salió igual de caritativo que doña Emita, de tal palo tal astilla.
-Y mire que sí.
Pasaron tres días
-Mateo, ya recibí respuesta de mis superiores
-Qué bueno padre ¿y son buenas noticias?
-Yo creo que sí, mira aquí está el sobre, lo quise abrir junto contigo, vamos a ver que dice.
-Mira dice que te presentes en el templo de Cristo Rey, con el señor cura, don Emiliano de la concepción, que él te derivará a alguna parroquia donde se requiera un Vicario.
-Gracias padre
-¿Y cuándo te piensas ir?
-Pues lo más pronto posible, nada más voy a hablar con mi tía Sandra, para que le siga pasando dinero a Monse para los gastos de la casa y su sueldo, y las ayudas que mi madre les daba a los pobres, ya ve que ellos son los encargados de manejar el dinero del negocio, cuando mi padre murió, mi madre quedo como socia, ahora que ella también falleció, el socio soy yo.
-Me parece bien que dejes todo en regla y espero que no demores mucho en encontrar a tu familia, ya me dijo mi superior, que cuando se arregle todo, puedes regresar al pueblo como Vicario.
Mateo se despidió del padre y fue a arreglar los asuntos financieros con su familia, quedando todo aclarado, regreso a su casa y habló con Monse.
-Monse, ya me asignaron un templo a donde tengo que ir
-Hay niño Mateo, usted también nos va a dejar, como la señora Emita.
-Monse ya habíamos hablado de esto, no me hagas sentir más mal de lo que ya me siento.
ESTÁS LEYENDO
La mancha del pecado.
De TodoDomingo 20 de octubre. Doña Ema acaba de morir, es la madre de un joven, que acaba de ordenarse sacerdote. La noticia pronto se extiende por el pequeño pueblo donde siempre han vivido. Las personas se preparan para ir a dar sus condolencias, al jove...