Parte / 60

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Salieron del templo empezaron los abrazos y los deseos de dicha y felicidad, para los contrayentes y no se dejaron esperar, los flashazos de las cámaras de fotógrafos profesionales que habían venido directamente de la ciudad, de los principales periódicos de sociales y los contratados por la familia de la novia para cubrir el evento social.

Los invitados se dirigieron hasta la finca de campo de los padres de la novia una compañía de eventos habían transformado el lugar en un lugar de ensueño para celebrar la fiesta, formando una hilera se encontraba todo el personal que iba a cubrir el evento, les dieron la bienvenida a todos los invitados.

-Mateo se sentía fuera de lugar,  fue por eso que,  en cuanto fue el brindis, le dijo a Verónica

-Me voy,

-Yo también me voy,

-Pero no te tienes que ir solo porque yo me tenga que ir

-Estás equivocado no me voy porque tú te vas, me voy porque tengo un compromiso con mi gente, organice un convivio en una bodega de la finca voy a celebrar el bautizo de mis hijos con las mujeres y sus familias de la comunidad, ellas se han portado muy bien conmigo y mis hijos desde que ellos llegaron a este mundo se los debo estas invitado si quieres participar ya sabes que también tu eres muy importante para mí.

-Vamos pues, vamos a escurrirnos entre los invitados la única que sabe de esto es mi abuela, y si mi madre se las huele que me voy a ir, pone el grito en el cielo.

-Poco a poco se fueron acercando a la salida donde ya estaba los niños con sus nanas y el chófer listos para la huida.

Cuando llegaron a la finca el chófer se dirigió  hasta el lugar de la fiesta, las mujeres adornaron el lugar muy bonito, cuando entraron les dieron un aplauso, el tiempo paso rápido, Verónica se despidió de los invitados aludiendo que los niños estaban cansados, lo que era verdad, pero les dijo que se podían quedar todo el tiempo que gustaran, podían seguir disfrutando de la música y todo lo demás.

Mateo y Verónica se retiraron con los niños, las niñeras se quedaron disfrutando de la fiesta ya sin la responsabilidad de cuidar a los niños. Cuando llegaron, la casa estaba desierta ya que todos estaban disfrutando, de la fiesta, Verónica llevo a los niños hasta la recamara que tenían los niños en la mansión, Mateo le ayudo a quitarles la ropita y ponerles su ropa de dormir, les dieron su biberón estos se quedaron dormidos rápidamente, había sido un día muy largo para ellos.

-Permíteme ponerme cómoda está vestimenta me está matando

- Claro que sí con permiso

-Mateo salio de la recamara y se dirigió al jardín de las flores, quería disfrutar del lugar antes de irse a su pueblo, el cielo estaba muy estrellado, era una noche apacible nada más el canto de los grillos se escuchaba y unas luciérnagas alumbraban el jardín pensaba en su padre, biológico, tal vez hubiéramos sido una familia feliz, quizás hasta hubiera tenido más hermanos, tan absorto estaba en sus pensamientos que poco a poco llego hasta el chalet de su abuela, sin pensar saco la llave de donde vio a Verónica sacarla la vez que estuvieron juntos, entro y se sentó en el sofá se puso su cabeza entre las manos, los recuerdos se empezaron a agolpar pasaban escenas de su encuentro amoroso, tan concentrado estaba que no escucho llegar a Verónica acercarse sigilosamente.

-Sabía que te iba a encontrar aquí

-Oh Vero, no te escuche llegar, quise venir antes de irme, es un lugar maravilloso

-Yo siempre vengo aquí, a meditar y recordar,

-Sí es un lugar que se presta para eso

-Se puso de pie rápidamente con la intención de salir de allí, recordaba muy bien lo que había pasado en ese chalet,  ya estaba comprobado que era débil, lo comprobó cuando la tuvo entre sus brazos, no quería propiciar otro encuentro como el anterior.

-¿Pero a dónde vas, espera un poco, tenemos mucho tiempo sin vernos? Mientras decía esto saco dos copas y las lleno con un vino generoso

-Anda acompáñame con una copa es simple jerez, no te va a emborrachar

-Está bien, sólo una copa

-¿Y que ha sido de tu vida?

-Pues nada regrese a mi pueblo fui ascendido a vicario. Me sorprendió mucho la visita de mi abuela y mi tía, con su pedimento para que viniera a bautizar a los gemelos.

-Sí, no inventes mi tía esta cambiadísima, yo creo que ese cambio lo originaste tú, porque después de tu entrevista con ella, salió de viaje y a su regreso, vimos su cambió, bueno no fue de la noche a la mañana, pero si poco a poco fue cambiando para bien.

-Con el tuve problemas fue con el padre Macario

-¿Por qué?

-Porque no aprobó todos los cambios que hicimos, fue una batalla, entre él y yo hasta que mi abuela intervino, no sé con quién hablo pero lo pusieron en su lugar a regañadientes acepto los cambios, de vez en cuando en sus sermones ataca a las mujeres, pero ya no le hacen caso ella ya vieron que los cambios fueron para su beneficio. Hay Mateo que falta me haces, ¿por qué huiste de mí.

-No, huí mi tiempo aquí terminó yo solo era suplente del padre Macario mientras se recuperaba, mi lugar está en donde estoy ahora


La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora