Parte/21

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-Mateo saco su agenda donde había escrito los nombres de sus abuelos, y le dijo a la señora

-Mire no sé si ellos vivan, son unos parientes retirados, pero por cosa del destino, mis padres se separaron de la familia y ahora que ellos ya no están quiero saber mis raíces.

-No pues sí, siempre es bueno conocer, de que mata viene uno.

-Mire el señor se llama Damián Santander

-¡Uy ya ni me diga más!  su esposa es la señora Ednita ¿verdad?

-Sí, señora, quiere decir ¿que usted los conoce?

-Ay padrecito, pero quién no los va a conocer, si ellos son los dueños de casi todo por acá, mire para que me entienda, ellos le dan trabajo a todo el cristiano que les pide, primero empezaron sembrando puro algodón, pero ahora también siembran manzana, ellos son los dueños de las manzanas Delicias

-Pues mire señora que chiquito es el mundo, quién me iba a decir que a la primera persona que le preguntará me iba a dar razón de mi familia.

-Pues sí, padrecito, aunque no se ponga tan contento

-Qué pasa señora ¿Acaso ellos ya no viven?

-Bueno padrecito, pues se lo voy a decir, ya que llegando de todas formas lo va a saber.

-Ay señora, no me tenga en esta incertidumbre, por favor.

-Mire, el señor Damián ya no vive, el ya descansa en paz, y la señora Ednita, pos es como si no viviera.

_¿Cómo es eso, explíquese por favor?

-Bueno dicen las malas lenguas, que la seño Ednita, de la pena de que se murió su marido le pego una enfermedad, que no más está dormida, aunque dicen que a veces pela los ojos, muy feo, pero que no fija la vista para nada, que no más rueda la mirada sin ton ni son.

-Oh que pena, esa enfermedad se llama embolia, o derrame cerebral

-Es por eso que le digo, que se me hace que hizo su viaje de en balde.

-¿Y no tienen hijos?

-Mire déjeme que le cuente, que al cabo falta mucho pa que lleguemos.

-Mire, mi prima Remedios, empezó a trabajar con la señora Ednita, desde que se caso con el señor Eduardo, en ese entonces mi prima tambien estaba jovencita y pos ahí tiene que se hizo un novio que nomas le hizó el favor de hacerle a una criatura, una niña. "Chonita" (Asunción), el fulano no más se dio cuenta que estaba panzona, y se peló (se fue), y pos la dejo con el paquete entero, y doña Ednita como era re buena persona, la dejo que siguiera trabajando con todo y niña, porque le he de decir, que mi prima ya trabajaba desde antes de que le hicieran el milagrito, ah, pero eso ya se lo había dicho .

Y Pos cuando la niña estaba recién nacida, no había problema ya ve, que a los niños así como los deja uno, así se quedan, pero el problema fue cuando la niña empezó a caminar, como mi prima dormía en la misma casa, ¿Qué cree?

-¿Que señora?

- No pos que mi prima dejaba amarrada a la niña en la pata de la cama, para ese tiempo doña Ednita ya tenía a los tres niños, y el más grandecito, duardo (Eduardo), la vio y le dijo a su mamá o sea a la señor Ednita.

-Mami, por qué chonita está amarrada en la cama y no puede venir a jugar con nosotros

-¡Cómo de que esta amarrada! llévame a donde esta la niña.

-Si mami

-¡Ay pero qué barbaridad! como se le ocurre a Remedios dejar a la criatura amarrada. 

-Doña Edna desamarro a chonita y se la llevó al cuarto de sus hijos pa que jugara con ellos y regaño a mi prima.

 -Pero Remedios, como se te ocurre dejar a la niña amarrada de la pata de la cama.

-Ay señora es que es bien dañera (traviesa),

-Pero no vez que se puede ahorcar, ¿Qué no piensa mujer? De ahora en adelante vas a dejar a la niña junto con mis hijos para que jueguen.

-¿Entonces  tienen hijos los señores?

-Sí, padrecito, eran duardo, y las cuatitas (gemelas)

-¿Y por qué dice eran acaso murieron?

-Bueno deje que le siga contando, pues

-Sí, si siga disculpe la interrupción.

-Bueno como ya le dije, ellos tuvieron tres hijos, el más grande es Duardo,  se llama como su papá y, a los dos años nacieron las cuatitas, que son más o menos de la misma edad que Chonita, viera que chulas niñas, y lo más curioso, era que eran igualitas uno no sabía cuál era una ni cuál era la otra, es más ni la señora Edna, es por eso que desde chiquitas les mando hacer unas pulseras con el nombre de cada una, se las cambiaba conforme iban creciendo, la señora Edna trajo a una mujer que les enseñaba todo lo que enseñan en la escuela, hay tiene que a la hija de mi prima, "Chonita",  también le toco aprender, pos las cuatitas no se querían despegar de ella, la sentaban a la mesa donde ellas comían, porque si no, no querían comer las chiquillas, no, si la Chonita creció como rica, pero mire que si supo ser agradecida, porque ahora que la señora Ednita esta postrada en la cama, ella es la que la cuida, no admite que otra gente meta mano, claro está que la señora tiene sus enfermeras, y doctor de cabecera, pero la que la baña y está al pendiente para que las enfermeras hagan su trabajo bien, es chonita,  ay Dios, ya ni me acordaba que ya no le gusta que le digan así, ahora se hace llamar Mary, que porque Chonita se oye muy feo, y como se llama María Asunción, pos hay tiene que ahora es Mary, jajaja.

- Mateo esbozo una sonrisa por las ocurrencias de la mujer.

-Bueno, pos como le iba diciendo, los niños crecieron, el joven Duardo cuando cumplió veinte años, tuvo un pleitaso con don Damián su papacito

-¡Ay dios santo! ¿y por qué?

-Pos todo empezó cuando don Damián le dijo a  Duardo.


La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora