Parte/10

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-Buenas tardes, ahora vino acompañada doña pachita.

-Si pues, miren les presento a mi nieta, vino a visitarme

-Mucho gusto señoras, Osiris Valenzuela, para servirles

-Yo soy Agripina y esta es mi hermana Severiana, aquí nos tienes pa lo que se te ofrezca

-Gracias señoras

_ Pero, no, nos hables con tanta ceremonia, para las amigas somos, pina y seve,

-Gracias, por considerarme su amiga.

-¿Y dónde vives?

-Vivo en Guadalajara, cada año, en las vacaciones vengo a visitar a mi abuelita.

-Hay que bueno que la visitas, muchos muchachitos se van del pueblo y ya no quieren volver hasta se avergüenzan de su pueblo.

-No yo no, estoy muy orgullosa de mis raíces.

-Qué bueno.

-Hay mira, allí va el fili (Filiberto) cuando te encuentres con ese hombre, sácale la vuelta, ese hombre es malo, y no vaya a ser que te eche el ojo, como se lo echo a conchita, la hija de doña Paula y te pase lo mismo que a ella.

-Pues que le paso, si no es mucha indiscreción de mi parte

-No, No claro que no eres indiscreta y más vale que lo cepas para que tengas cuidado con ese hombre.

-Pues mira conchita era una muchachita muy bonita y agraciada, era muy amable con toda la gente, pero este monstruo la malinterpreto, resulta que desde que la vio le gusto, primero se le acerco muy amable.

-Conchita, me concede unas palabras

-Dígame don fili ¿en qué le puedo servir?

-Hay, pero cómo que don fili, ni que estuviera tan viejo, nada más dime fili.

-Mire don file, yo le hablo con respeto, y así quiero que me conteste, no le he dado motivos para que me hable de tú.

-Hay, pero que respondona me salió; mire lo que le quiero decir, es que usted me gusta un chingo, y quiero que sea mi novia

-Le agradezco su preferencia, pero no le puedo corresponder

-Y ¿por qué no, acaso tiene novio?

-Eso a usted no le incumbe, y ya no me moleste por favor, con permiso

-A no, a mí nadie me deja con la palabra en la boca, y lo quiera o no, usted va a ser mi novia, faltaba más

Conchita se fue corriendo, llego muy agitada a su casa.

-¿Y ahora tu que traes? Vienes muy agitada, ¿qué te pasó?

-Es que me encontré a don fili, y me dijo que sea su novia, y cuando le dije que no, se enojó mucho.

-Pos luego no se ha visto en un espejo, en primera que está muy feo, y deja de lo feo, ya está muy viejo para ti, le voy a decir a tu padre que hable con él, para que ya no te moleste, si no dónde quiera ta va andar saliendo

-Mejor no le diga nada mamá, no vaya a ser que le haga algo, mejor cuando me lo encuentre le saco la vuelta

-Ándale pues hija, de ahora en adelante nada más sales lo más indispensable, para que no te lo estés topando a cada rato, con eso que tiene dinero, nada más se anda pandeando (paseando), por el pueblo.

-Pero don fili siguió insistiendo, entonces doña Paula hablo con el

-Don fili, necesito hablar unas palabras con usted.

La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora