Parte/ 35

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-Mire doctora, no estoy mal de la cabeza, tengo tiempo escuchando todo lo que se habla en este cuarto, he estado recordando poco a poco, nada más que no podía hablar, ni mover mi cuerpo, pero aproximadamente hace una semana empecé a mover mis dedos, mire.

Diciendo eso doña Edna empezó a mover algunos dedos de las manos.

- Sólo que las enfermeras no se han percatado, tuve un encuentro con un joven sacerdote, que me hizo recordar a mi yerno Sebastián, eso me impacto, y se hizo un clic, en mi cerebro y me regreso el habla, en ese momento si estaba confundida, creí estar en el pasado, pero en estos momentos estoy consciente de todo.

La señora hablaba con dificultad, pero se le entendía todo lo que decía.

-No se canse señora, le voy hacer un reconocimiento.

-Sí, doctora, claro que sí

-La doctora le hizo varias preguntas, a las cuales ella contestó correctamente, cuando termino le dijo.

-Pues, señora felicidades, como usted misma lo dijo, no está mal de la cabeza, está perfectamente bien, lo que usted necesita es un doctor en terapia física y lenguaje, para que pronto vuelva a caminar y hablar con fluidez, aunque las enfermeras han hecho un magnífico trabajo, moviendo su cuerpo y haciéndole algunos ejercicios, actualmente los fisioterapeutas, cuentan con aparatos para estimular los músculos, se lo voy a comunicar a sus familiares para que tomen las medidas necesarias.

-Gracias doctora.

-Bueno pues mi trabajo con usted ha terminado, me dio gusto conocerla.

-Gracias doctora el gusto fue mío.

-La doctora salió de la habitación donde la esperaba Mary.

-cómo encontró a la señora doctora.

-La señora está muy bien, sólo un poco confusa con las fechas, ella no necesita de mis servicios, lo que ella necesita es un fisioterapeuta y un especialista en lenguaje, para que le recomiende unos ejercicios para que ella, recobre la fluidez del lenguaje, ella habla, con dificultad, debido a que estuvo mucho tiempo en silencio.

-Entonces sus funciones mentales, están intactas, no tiene daño cerebral.

-Ningún daño, sólo que la señora tiene que volver a aprender sus funciones motora, como hablar correctamente, caminar, comer, tiene que venir el doctor que ha llevado su caso desde que ella cayó en ese estado de coma, para que le retire la sonda, del estómago, curarle la herida, y ordenar una dieta blanda para que la señora empiece a comer con la boca, las enfermeras están capacitadas para que la señora no se ahogue cuando empiece a comer.

-Gracias doctora, inmediatamente voy a mandar por el doctor, para que la señora empiece su tratamiento.

Edna

-No, me confundí, el joven sacerdote que vino a verme es la misma imagen de Sebastián, cuando tenía su misma edad, vi su cara de asombro cuando le pregunte que si su madre era Ema, él debe de ser mi nieto, estoy segura, tengo que estar muy tranquila para cuando vuelva a venir, preguntarle por mi hija, necesito que me perdone, por mi cobardía, y traerla a vivir a mi lado, el tiempo que me quede de vida; mi único temor es la reacción de Elia, recuerdo perfectamente, que cuando le informe que iba a buscarla ella se opuso terminantemente, y eso fue la causa de mi problema de salud.

-Tengo que convencerla que ya es tiempo de que la perdone, ya ha pasado mucho tiempo.

En esos momentos tocaron la puerta de la habitación.

-Señora es el doctor Cardona.

-Hola ya me entere de las nuevas noticias, de aquí en adelante empieza la verdadera lucha, tiene que poner mucho de su parte, para que vuelva a tener una vida normal, como la que tenía antes de la parálisis cerebral.

-Si doctor pondré todo de mi parte.

-Por lo pronto, le vamos a retirar la sonda, que le pasa el alimento, las enfermeras se van a encargar de estar al pendiente para que empiece con una dieta blanda, y poco a poco le vamos ir integrando alimentos sólidos, hoy mismo voy hablar con los terapistas de medicina física y del lenguaje, para que mañana mismo empiece su entrenamiento.

-Listo doña Edna, ahora mismo va a empezar con su dieta blanda.

-Gracias doctor, le estoy muy agradecida.

-el doctor salió de la habitación, poco después entro Lola, llevando una charola con un platito de crema de verduras, un vaso con agua de frutas y una gelatina.

-Hay seño Edna que gusto que ya este despierta, mire le traje su comidita, cómase todo pa, que pronto este fuerte y pueda caminar y andar por toda la casa, como antes.

-Gracias lola.

-Con su permiso doña.

-Doña Edna empezó a comer poco a poco con la ayuda de la enfermera, cuando termino su comida la enfermera le lavo los dientes, y toco un timbre para que vinieran por la charola, enseguida llego lola, y le dijo a la señora.

-¿Hay señora a que ni sabe quién la vino a visitar?

-La señora no alcanzó a contestar se escucharon unos toquidos en seguida de una voz de hombre.

-toc, toc, toc, ¿Se puede?

-A doña Edna se le ilumino el rostro.

-Hijo, pasa mi amor,

-Pasamos madre, vinimos toda la familia a corroborar lo que nos informaron que por fin despertaste dormilona.

La mancha del pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora