-Usted dispense, pero me da rete harta tristeza que nos deje tan pronto
-Mira yo voy a seguir viniendo, cuando pueda, mi tía Sandra se va a encargar, de darte el dinero para la casa, y tu sueldo, por favor, ocupa las recamaras,
-Hay, pero como cree, niño Mateo, como vamos a dormir en sus camas.
-Mira Monse, ponme atención, la recamara de mi mamá y la mía, la dejas como están, nada más las aseas de vez en cuando, por el polvo que se acumula, pero pueden ocupar las otras recamaras, que están vacías, si no la casa se va a deteriorar.
-Entonces, niño Mateo abusando de su bondad, le puede prestar la casita donde vivimos a mi hermana Adelina, ya ve que pobre esta, pagan la renta con mucho sacrificio.
-Claro que sí, puedes decirle a tu hermana que venga a vivir con su familia, sirve que no se quedan tan solos en esta casa tan grande.
Esa tarde empaco su ropa y al día siguiente se despidió y se fue hacia la parada de camiones para tomar uno que lo llevaría a la ciudad de Guadalajara y de allí tomar uno directo a Ciudad Juárez.
Al llegar se sorprendió enormemente casi todo el pueblo estaba reunido, por alguna razón, las personas se habían enterado que el padrecito Mateo se iba del pueblo y fueron a despedirlo y a desearle buena suerte en su nueva vida que iba a emprender.
-Él se despidió, no pudo evitar que las lágrimas afloraran por sus ojos, la emoción lo embargo.
-Que le vaya bien padrecito,
-Que diosito lo acompañe
-No se olvide de nosotros
-Doña Emita desde el cielo, le está echando su bendición.
Esas palabras se le quedaron grabadas en sus oídos mientras el camión se alejaba lentamente hacia su destino
Llego a Guadalajara y abordo el autobús hacia ciudad Juárez, el viaje duraba doce horas, pronto se quedó dormido, al igual que todos los pasajeros, llego por la mañana, se fue a la taquilla le pregunto a la señorita como llegar a Ciudad Camargo.
-Señorita sería tan amable de decirme que autobús tomar para Ciudad Camargo
-Con mucho gusto, mire aquí compre un boleto para el autobús que va a Delicias, y allí compra el boleto para el autobús que va a Ciudad Camargo
-Gracias señorita, ¿me puede vender un boleto para Delicias?
-Para qué horas lo quiere, salen autobuses cada dos horas
-Para el más próximo que tenga
-El siguiente sale a las diez de la mañana, ahorita a las ocho salió el anterior
Ya que compro el boleto, salió de la terminal, vio un cafecito tenía bastante tiempo iba aprovechar para desayunar, después de desayunar regreso a la central y busco el andén, cuando lo encontró ya estaba el autobús en su carril, había una fila de personas que subían al autobús, correctamente, cuando le toco su turno, busco el número de asiento, lo encontró y se sentó a los pocos minutos, ocupo el otro lugar una agradable anciana, cuando subieron todos los pasajeros, el chofer del autobús se presentó.
-Buenos días señores pasajeros, mi nombre es Demetrio Chávez, soy el encargado de llevarlos a su destino, no se permite fumar en la unidad, al fondo se encuentra el sanitario, son las diez de la mañana y en este momento vamos a partir, a Delicias, que tengan buen día.
-Gracias igualmente, dijeron los pasajeros a coro.
-Mateo se santiguo y rezó una oración la anciana se le unió, cuando terminaron de rezar, se sonrieron, lo que aprovecho la señora para entablar la conversación.
-Disculpe joven ¿es usted sacerdote?
-Sí, señora ¿Cómo se dio cuenta?
-Bueno por su cuello blanco, nada más los padrecitos lo usan
-Oh, claro mi cuello clerical, dijo poniendo la mano en su cuello
-Fíjese nada más usted tan jovencito, sus papacitos han de estar muy orgullosos de usted.
-Estoy seguro que desde donde se encuentran están muy orgullosos de mí
-Hay no me diga que ellos ya no viven,
-Desafortunadamente ya no, señora
-Bueno pues de seguro que los dos están en el cielo, gracias a usted.
-Dios quiera que sí, pero si ellos están en el cielo es por sus propias obras buenas que hicieron aquí en la tierra y no por mí, el que yo sea sacerdote no es garantía de nada para el señor.
-Y cambiando de tema, padrecito, ¿de dónde es usted?, porque de seguro que no de estos rumbos usted habla re chistoso.
-Acertó señora, yo no soy de por acá, yo vengo del estado de Jalisco
_A chihuahua (expresión de asombro), pues eso está re lejos, ¿y qué anda haciendo tan lejos, digo si se puede saber.
-Claro señora, si se puede saber, vengo en busca de unos parientes.
-¿Y viven en Delicias?
-No señora, lo último que supe es que vivían en Ciudad Camargo
-Huy, señor, fíjese lo que son las cosas, yo vivo cerquita de allí, si me dice los apelativos (apellidos), chanza y hasta los conozco.
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La mancha del pecado.
RandomDomingo 20 de octubre. Doña Ema acaba de morir, es la madre de un joven, que acaba de ordenarse sacerdote. La noticia pronto se extiende por el pequeño pueblo donde siempre han vivido. Las personas se preparan para ir a dar sus condolencias, al jove...