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Estarme quejando todo el día me ha ayudado a sentir más ligero mi castigo, ya solo me falta una clase para salir de esta prisión y esa es la optativa de Cultura del Deporte, disque para refrescar el ánimo y el espíritu. A estas alturas ya no me interesa la segunda clase extra, pero sería un reto entrar, entonces lo haré solo para entretenerme.

Apenas dan el timbre salgo corriendo del salón hacia el área recreativa -que según yo, viene siendo el gimnasio- donde se supone que entregaré mis datos para que me procesen y tal vez me unan al equipo. Y digo tal vez porque soy visualmente confusa en cuanto a sexo, hablando en sentido biológico.

Cuando llego me topó de lleno con un mercado de hombres, algunos flacuchos otros más fornidos, hay de todos los tamaños y colores, incluso olores... pero ninguno de ellos podría vencerme ni aunque tuviera atadas las manos a la espalda. Demasiada testosterona, pero pocas posibilidades.

Me acerco a la mesilla de inscripciones y todos me miran como si fuera algún tipo de cosa extraña, porque tengo que aceptar que es un cuadro bastante curioso el que está sucediendo, ya que estoy fuera de lugar en esta escena.

Al llegar a la mesilla me encuentro con un hombre que me parece conocido, no sé de donde, pero sé que lo conozco; él esta con la mirada fija en las hojas anotando sabe qué garabatos.

Cuando nota mi presencia levanta la vista, entorna los ojos unos segundos y luego me sonríe abiertamente. Lo más extraño de todo es que se levanta de su silla y rodea la mesilla para...

¿Qué rayos...? Me esta abrazando.

Estoy rígida mientras él me abraza con todo su cariño, y yo por otro lado no encuentro razón por la cual no le he dado un tortazo en el momento que se acerco tanto a mi.

Analizo la situación y concluyó en una sola cosa, él me conoce pero yo no lo recuerdo. Necesito más pistas.

Percibo un olor amargo como si fuera ¿Titán? Si definitivamente es un titán.

Para los que no lo sepan, algo que caracteriza a un titán no es solo su fuerza y su habilidad para controlar los elementos más básicos de la naturaleza, sino que también poseen un olor a carbón ardiendo, un olor agradable que te hace sentir calidez, una sensación de tranquilidad hogareña.

Los titanes originalmente son creaciones de Cronos, pero con el paso del tiempo evolucionaron hasta tener apariencia humana, aunque internamente mantienen el núcleo de los titanes ancestrales.

Dicho de otra forma, los titanes son como los dragones, poseen una llama o fuego interno que deben mantener ardiendo, y para ello necesitan ingerir cierta cantidad de carbón diaria.

Cuando se transforman, su piel se torna escamosa y adquieren cuernos cortos, y poseen unas enormes alas membranosas. El tono de piel varía dependiendo del elemento predominante.

Regreso abruptamente a la realidad cuando ya no siento su cuerpo sobre el mío. Tomo una pala y hago a un lado esos pensamientos para despejarme.

El chico me está mirando fijamente con una sonrisa blanca y radiante, seguro espera que diga algo pero no se qué podría decir.

—Estas hermosa Irka. No has cambiado nada. –parece algo nostálgico, al borde de las lágrimas.

—Lamento informarte que no te ubico. ¿De dónde nos conocemos? –lo observo confundida.

—Fuimos juntos a la Academia Media Sangre. –susurra sonriente– Compartíamos también las clases y la habitación. ¿Lo olvidaste? –levanta los brazos teatralmente con la esperanza de que con eso lo reconozca, pero me quedo pensando con los ojos entrecerrados para visualizarlo de otra forma y casi no lo logro.

MESTIZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora