—Eso es todo en resumidas cuentas. –completo analizando a mis tres únicos amigos humanos.
Están quietos, callados, pensativos, podría decirse que lo entendieron, pero sus caras son indescifrables y cabe la posibilidad de que no me crean ni una palabra.
—¿Tu eres una... qué eres? –pregunta Annabel por décima vez.
—Es un pinche monstruo, eso es lo que es. –grazna Gizel con ira– Es una hija de perra, una víbora ponzoñosa y un animal rastrero incapaz de aceptar que mato a la única mujer que me amaba ¡mi madre! –los mira con furia como si quisiera prenderme fuego con la mirada– Y ustedes son un montón de mierda, seres insignificantes sin chiste.
—Soy lo que se conoce como híbrida modificada, una no humana en término simple, aunque suena más comprensible para ustedes si me toman como un experimento que se supone, ayudaría en la evolución del ser humano. –le doy un bistazo a mi tío, que no esta del todo atento a la conversación– Conmigo obtendrían el secreto de la eterna vida y poder, pero es un juego sucio tratar de ser más poderoso que la naturaleza y por ello evité a toda costa propagar mi sangre. –miro a Gizel con orgullo– Claro que maté a esa perra. Me siento orgullosa de haber incinerado a esa mujrr y lo haría de nuevo. –Gizel aprieta los dientes yme asesina con la mirada– Lo que si debo negar es que ella no te amaba como tú lo crees, pero cada quién crea su propio infierno. –me encojo de hombros indiferente.
Gizel arruga la frente y mi tío se interpone entre ambas.
—Muy bien, princesas, deténganse o se les romperán las medias de ceda. –me mira sonriente y luego me muestra una daga de plata limpia y reluciente– Llego la hora del juego. ¿Prefieres truco o trato?
Mi pulso se acelera de manera instantánea y mi mirada se fija en el filo de esa daga tan hipnotizante, no puedo morir y dejarlos expuestos.
Aprieto los puños y me centro en crear un escenario capaz de acaparar toda su atención. Una distracción adecuada introducida en sus mentes de forma imperceptible y realista.
Un desastre natural o una manada de lobos mutantes muy enojados rodeando la casa. ¿Demasiado obvio?
Cierro los ojos un momento mientras mi tío corta la tela de mi vestido a la altura del pecho para realizar el corte que me había mencionado.
Gizel y John discuten al fondo mientras los otros tres me observan, asustados o quizás agradecidos por lo que esta por suceder.
Muchos han tratado de arrancarme el poder que poseo, sin embargo, ninguno ha sido capaz de terminar la tarea y el Rey no será el primero.
Concentro mi energía para lograr introducirme a sus mentes. El plan es meterme hasta lo más profundo de sus recuerdos y hacerlos míos, haré que los tres vean lo que yo quiero que vean. Mi territorio, mis reglas.
*En sus mentes*
Irka comienza a llorar mirando a sus tres amigos asustada.
—Lamento lo que les he hecho, lamento que estén metidos en este lío. De verdad que lo siento. –continua llorando y Annabel se ríe.
—Por favor, ¿a caso crees que voy a caer en ese cuento? No soy tan estúpida como para creerte otra vez. –suelta asqueada y Cristina se une a su discurso.
—Yo te acogí como a una hermana, te deje entrar a mi casa. ¡Incluso dejé que me drogaras! –Cristina llora y luego suspira– Que vergüenza me da haberte conocido.
—Al fin, hasta que alguien me da la razón. –exclama Gizel con suficiencia.
—Ambas son una mierda. -contesta Annabel y Gizel se ofende.
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MESTIZA
Science FictionSoy el resultado de años de investigación e inversión que salieron mal. Soy lo que jamás debió vivir pero que sin embargo esta aquí. Viva, latente y peligrosa. Fui creada a partir de un deseo egoísta, me convertí en el único ser que tiene en su pode...