#12..

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*Narra John*

El plan salió a la perfección.

Irka saca a Jean de la oreja dejándome solo en el comedor. ¿Qué le dire? No sé pedir disculpas, alguien como yo no debería sentir remordimiento por hacer lo correcto. Además, era un miserable jarrón, ¿qué valor podría tener?

Después de unos minutos escucho el sonido de la puerta cerrándose muy fuerte y ella aparece caminando desganada por el pasillo segundos después.

Cuando se da cuenta de que la estoy observando se detiene y me mira un momento, parece estar analizandome.

Decido disculparme, pero tan pronto abro la boca para hablar ella levanta su mano para que no diga nada y sigue su camino pasando por mi lado. Seguro no me quiere ni ver. Uff, cuanto drama por un misero jarrón.

Se escucha como azota la puerta de su cuarto. ¡Dios, si que se enfadó! Será difícil pedir disculpas, pero el lado bueno es que logré mi cometido.

¿Qué puede hacer un hombre tan perfecto como yo para que un monstruo lo perdoné y seguir con el juego? Dejar que las cosas fluyan, sí señor.

Voy a la cocina a dejarle una nota con mi numero:

"IRKA SABES QUE SOY PÉSIMO CON LAS DISCULPAS, PERO EN REALIDAD LO SIENTO. NO ERA MI INTENCIÓN QUE TE ENFADARAS DE ESA MANERA. ME SACÓ DE QUICIO, NO PUDE EVITARLO. NO ME GUSTA LA IDEA DE QUE TE INSULTEN DE ESA MANERA. LLÁMAME

ATTE: JOHN KRAMER"


Eso fue todo, es más que suficiente. La dejo pegada al refrigerador para que la vea, y sin más que hacer salgo de la casa.

Esto se va a poner bueno.

*Narra Irka*

A la mañana siguiente me levanto como todos los días, hecha un asco, pero con un nuevo accesorio. ¡Manchas de mapache porque no me quité el maquillaje!

Odio la escuela en todos sus sentidos ¿Cómo es que asisto? ¿Cómo diantres me convence de asistir una simple pelirroja? Y para acabarla de amolar, ella ni va. No se ha presentado en días y yo sigo llendo como burro.

Bueno, de todos modos iré a ver que onda con el equipo. ¡Que emoción yupi! (sarcasmo, señores, aquí hay sarcasmo para tirar al aire).

Miro mi reloj y veo que se me ha hecho tarde, muy tarde, ya me perdí las primeras tres clases.

Tomo el móvil y cuando voy a llamar a la pelirroja me acuerdo de que no debo hacerlo, mi orgullo es más grande que cualquier cosa. Juro que cuando la vea voy a hacer que vea pajaritos por todas partes.

Salgo de mi cuarto con unos pantalones flojos grises y una camisa negra de mangas cortas, el pelo enmarañado y sin una pizca de maquillaje. Después de quedar como mapache no se me antoja ponerme ni bálsamo, y claro, olvidé los zapatos. Regreso a mi cuarto a ponerme los tenis y vuelvo a salir.

Corro a la cocina por una manzana y un poco de agua. ¿Qué carajo es esto? La nota de John me deja petrificada, olvidé que lo dejé solo en mi casa anoche.

No puenso buscarlo ni llamarle, Kramer no me tendrá en bandeja de plata.

Salgo con las llaves en la mano, silbando con la mochila al hombro y mis lentes oscuros puestos, me siento como si tuviera resaca, el detalle es que no bebí ni una gota de alcohol.

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