insoportable | jdb

3; ¿Jabón sin espuma?

¿Justin idiota Bieber quería guerra? ¡Pues la iba a tener! ¡No me iba a dejar de su estúpida bromita de la cebolla! ¡Por su culpa tuve mal aliento por varias horas!

Algo se me tenía que ocurrir, y fuera lo que fuera tenía que ser lo más antes posible.

Entonces recordé cuando Aline, quizo hacerme una broma estando un día en mi casa, afortunadamente no caí.
Trataba solamente de ponerle barniz cristalino para las uñas a la barra de jabón, y así, cuando la persona quiera bañarse, no le saldrá espuma, que buen truco, se la aplicaré.

Justin había salido un poco después de hacer su increíble broma, y al parecer no había regresado, así que podría entrar a su departamento y llevar a cabo mi broma.
Tomé mis llaves y salí de mi departamento con el barniz en la mano. Abrí el departamento de Justin, que usaba la misma llave que la mía, y fuí hasta su baño, el departamento era idéntico al mío, sólo que amueblado, claro.

Ya en el baño, tomé la barra de jabón que estaba sobre el lavabo, lo sequé bien con una toalla de Justin y salí del baño para también salir del departamento. Si me quedaba ahí, seguramente Justin llegaría, y al mirarme me trataría de ladrona.

Ya en el departamento, cubrí con el barniz de uñas el jabón, hasta que quedó brilloso y bonito. Me reí mentalmente y sonreí maliciosamente. Mañana, que Justin tome un baño para salir a donde sea que vaya, no podrá enjabonarse el cuerpo, ¿que pasará con tu baño de burbujas querido Justin?

Salí de nuevo de mi departamento una vez que el jabón estaba seco, pero para mi mala suerte Justin venía hacia su departamento. Guardé rápidamente el jabón en mi bolsillo del suéter y lo miré con nerviosismo.

Oh por Dios me acabo de robar un jabón de baño.

–Eh...

–¿Zoe te pasa algo? –me miró frunciendo el ceño. ¡Vaya hasta que está serio y no con sus bromitas de muy mal gusto!

–Yo....no, yo estoy bien...creo, am...¿no te hablaba la señora de la recepción? –sentía que iba a vomitar todo, pero bueno, si la broma no me salía él no se daría cuenta que le falta su jabón, ¿o sí?

–¿Josephine? –alzó su ceja.

–Sí... me dijo que cuando llegaras fueras a la recepción....

–Que extraño, pase por ahí y no me dijo nada –se encogió de hombros.

–Quizá se le olvidó, pero ve y pregúntale, no pierdes nada –imité su gesto de alzar los hombros.

–Sí, eso haré –sonrió, ¿qué carajo? ¿Por qué está tan cambiado?–. ¿Cómo te fue con tu mal aliento Zoe? –se burló de mí. Bien, retiro lo dicho, no está cambiado.

–Bien Bieber, bien –rodé los ojos y suspiré diciendo con sarcasmo.

¡Claro! Que genial idea. Justin podría llevarme a donde sea que se encuentre el dueño de este edificio para reclamarle que no me pusieron los putos muebles en el departamento, sí, se lo pediré.

–Bien, iré a la recepción –echó una risita y se dirigió al elevador.

–¿Podría hablar contigo cuando vuelvas? –él asintió y oprimió un botón, cuando el elevador se cerró, suspiré y abrí la puerta del departamento de Justin.

Corrí al baño y puse el jabón en su lugar. ¡Lo logré! Salí corriendo, no sin antes tomar una caja de galletas de mis favoritas que había en la barra de la cocina y cerré el departamento.