23; No es cuando tú quieras.

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Todo pasó tan rápido... Ahora estoy en el hospital esperando que el doctor venga y nos diga cómo está Justin. Me acompañan cuatro hombres, sólo me sé el nombre de uno, es de piel blanca y tiene una barba no tan grande, se llama Conor, lo sé porque más lo mencionan a él.

Lo mas seguro es que Justin ya se ponga bien y que después, a mí me manden a la cárcel por meterme a esa casa, sí, ya me ví tras las rejas.

Los cuatro hombres me miran, y no puedo sentirme mas incómoda, Conor, se levanta y se sienta a mi lado–. Hola –dice antes de soltar un suspiro.

–Hola –trato de sonreír.

–Justin se pondrá bien –asiente–. Él...él es un buen chico...apenas esta comenzando en esto y...pues debe acostumbrarse a estar en un hospital más de una vez –hace una pequeña mueca–. Esto así es.

–Sí, yo sé que se pondrá bien –miro hacia el frente dando un suspiro.

–Todo estará bien –veo por el rabillo del ojo que sonríe y después pone una de sus grandes manos en mi cabeza y despeina mi cabello.

–Lo sé.

–¿Qué eres de Justin? –pregunta acomodándose en el asiento, se cruza de brazos y me mira.

–Su vecina –él asiente a mi respuesta–. ¿Y tú lo conoces desde hace mucho? ¿O sólo cuando entró a eso?

–Desde que entró... –pausa–. Él es como mi hermano pequeño.

Asiento a su respuesta.

–¡Oh! Soy Conor –me extiende su mano.

–Yo soy Zoe –estrecho su mano seguidas veces y sonrío. Creí que éste hombre sería seco, gruñón y maleducado, ¡todo lo contrario!

–¡Así te quería encontrar! ¡Niña estúpida! –escuchamos una chillona voz, ¡ay no puede ser! Melanzorra está aquí y casi se cae con su gran panza.

–¡Já! Échate un insulto mejor Melanie –me levanto de mi asiento para enfrentarla, ya que ella está más cerca ahora.

–¿Por qué? ¿Ese no te gustó? –ríe exageradamente–. ¡Ay pequeña Zoe!... Eres tan simpática –dice sarcástica.

–Deberías preocuparte por Justin y dejar de molestar a las personas que sí tienen cerebro.

–¿Preocuparme por Justin? –carcajea–. ¿Sabes? Si Bieber se muere me dejaría el camino libre para conseguir mi objetivo.

¿¡Cómo se atreve!?

–¡Yo lo sabía! ¡Yo lo sabía! –la señalo–. Tú no lo quieres y no sé que buscas en él, ¡pero no voy a permitir que...

–¿Qué? –se hace la que no escucha–. ¿Escuchas algo? –le pregunta a Conor y éste permanece serio–. ¿Ustedes escuchan algo? –le pregunta a los otros hombres y ellos no responden–. Creo que era una mosca.

¡Ay por favor! Alguien regálele un cerebro de cumpleaños.

–Si no estuvieras embarazada, te golpearía –digo seriamente–. Hasta creo que la llevaría a la casa UFC –le digo a Conor y a los hombres que están ahí y ellos se ríen.

–¿Qué es eso? ¿UFC? –pregunta la ignorante, Conor y los demás se ríen de Melanie.

–Se nota que no ves televisión por estar engañando a las personas.

–Lo que digas, Z....

–Cállate Melanzorra, que ya viene el doctor –le doy la espalda viendo que el doctor, que atiende a Justin, se acerca.

insoportable | jdbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora