Mi teléfono suena constantemente y me remuevo en la cama murmurando un "ya voy". ¿Por qué le contesto al teléfono?
Estiro la mano hasta el buró e intento presionar al botón de alta voz del teléfono. Cuando lo logro, escucho una aguda voz que cala en mis oídos.
–Hola Zoe –Justin intenta hacer voz de niña pero le sale terrible.
–¿Qué quieres Bieber? Acabas de interrumpir mi sueño erótico con Brad Pitt –digo murmurando.
–¿Sueñas que tienes sexo con Brad? –ahora habla normal.
–Tal vez... Ahora déjame retomar mi sueño, bye...
–¡No! No cuelgues boba, ya levántate. Es hora de desayunar con el príncipe Bieber y la princesa Pix –dice el muy inmaduro.
–Pix podría ser princesa, pero tú, ni a plebeyo llegas, idiota –digo y después bostezo.
–Rompiste mi corazón.
–Me alegro, eso te pasa por despertarme muy temprano.
–Ana, son las diez de la mañana, levántate ahora.
–¿Ana? –frunzo el ceño mientras me levanto de la cama para ir a ducharme.
–Intento ser Christian Grey –se ríe del otro lado.
–Eres un estúpido –me uno a su risa.
–¿Qué haces? ¿Puedes venir a casa a desayunar con nosotros? ¿O quieres que pase por ti?
–Estoy apunto de entrar a la ducha, yo voy, no te preocupes, llego en una hora.
–Bien, Ana, te veo aquí.
–Ajá –digo mientras saco cualquier ropa de mi armario.
–Anastasia...
–Christian... –digo y cuelgo. Me río por la tontería que acabamos de armar y niego con la cabeza entrando a la ducha.
Llego a la casa de Justin y noto que la puerta está entre abierta, entro y me quito la chaqueta para dejarla en el perchero.
Camino hasta la sala en donde se escuchan voces, y logro distinguir a Justin con Helen y Pix. ¿Qué hace ella aquí? ¿Acaso Justin quiere que desayunemos todos juntos?
–Vaya... Christian, no creí que tendríamos visita –vamos a jugar un poco.
Todos me miran y Justin frunce el ceño pero sé que quiere reírse a la vez.
–¿Quién es ella? –pregunta Helen.
–Oh... Yo soy –su sumisa, okay no–. Zoe, la esposa de Christian, es decir Justin.
–¿Te llamas Christian? –la morena mira a Justin con los ojos bien abiertos.
–Tal vez... –pronuncia Justin con una sonrisa en su rostro.
–¿Quieres que suba a nuestra habitación para que termines de hablar con tu amiga, amor?
–No... Helen ya se iba, ¿cierto Helen? –pregunta a la chica pero esta hace un puchero como niña chiquita que le sale terrible.
–Yo quería jugar con Pixie –dice y presiona las mejillas de la pequeña pero ésta se hace hacia atrás y se esconde en el cuello de Justin.
–Ay, pobre de mi bebé, ya la asustaste –hago una mueca–. ¿Quieres venir con mamá pequeña? –digo extendiendo mis brazos, la pequeña asiente con su cabeza y la tomo en mis brazos.
–No sabes lo mal que me siento por asustarla –dice la morena, por favor estúpida.
–¿Me extrañaste princesa? –digo y ella asiente dándome un abrazo por el cuello. Creo que si me ha recordado. Está muy grande, no puedo creer que en tan sólo más de un mes haya crecido tanto.
–¿En serio si es tu esposa? –susurra Helen pero aún así logro escucharla.
–Sí, lo es –responde Justin mirándonos sonriente y con un brillo especial en su mirada.
–¿Por qué no me lo habías dicho? –vuelve a susurrar–. Le diré que tú y yo tuvimos sexo, para que así te separes de ella y nosotros estemos juntos.
Bien, ¿quieres jugar Helen? Esto recién comienza querida...
Mientras beso las mejillas de Pix, le digo cosas o acaricio su cabeza, escucho que Justin le responde a Helen un "no lo hagas" pero es demasiado tarde porque ella ya está abriendo su bocota.
–Querida Zoe... –la miro–. Bueno, yo no soy una simple amiga de tu esposo, seré directa e iré al grano, Justin y yo tuvimos sexo... Unas cuantas veces y él pareció disfrutarlo –dice confiada y creída en que yo voy a reaccionar mal.
Justin me mira rodando los ojos y dice con los labios "solo fue una vez".
Sonrío. –Eso ya lo sé querida Helen, mi esposo y yo tenemos tanta confianza que él mismo me lo dijo, además fue sólo una vez que tuvieron sexo y me prometió que jamás volvería a hacerlo.Helen me fulmina con la mirada y yo le sonrío sin mostrar mis dientes.
–Tu pudiste tener sexo con él una vez, en cambio yo, ¡yo! No sabes lo que me hace disfrutar cada noche... –Helen me mira sorprendida, no esperaba que le dijera esto–. Tu tuviste sexo, pero yo tengo su corazón.
Turn down for what.
Me amo, enserio, soy toda una maestra en esto. Justin, me debes mil dólares.
Justin sonríe de oreja a oreja y después de un tiempo de permanecer en silencio habla. –Exacto. Tu tienes mi corazón, amor –se pone a mi lado y pasa su brazo por mi hombro.
–Entonces creo que ya no tengo nada más que hacer aquí... –Helen toma su bolso del sofá y nos mira antes de salir del living e irse finalmente.
Nos echamos a reír.
–Es peligroso, no vayas Bieber –digo, pero él sigue omitiéndome y abre la puerta del coche.
–Tengo que hacerlo, más vale quedar bien con ella y así evitar más desgracias. Cuida de Pix. Estaré bien, no te preocupes –sale del auto y cierra la puerta, se asoma por la ventana y me da las llaves del auto–. Toma, si no regreso en veinte minutos, te vas a casa.
–No me voy a ir de aquí sin ti –frunzo el ceño y acurruco más a Pixie en mis brazos.
–Tienes que hacerlo.
–Melanie ya intentó matarte una vez, no puedes permitir que esto se repita, ¡estás poniendo tu vida en riesgo! –sueno lo más desesperada que pretendí–. No quiero que te suceda nada malo.
–¿Estás preocupada por mí? –sonríe–. Oh cariño, estaré bien, ¿vale? –rodea el auto y abre mi puerta–. Te prometo que nada malo pasará.
–¿Lo prometes? –lo miro fijamente y él acaricia mi mejilla.
–Lo prometo –de forma inesperada besa mis labios suavemente y se separa a los dos segundos.
Mete su mano debajo de mi asiento y saca un arma. –Esto me ayudará.
–Justin, por favor no vayas a...
–No lo haré nena. Ya vuelvo y si no lo hago, ya sabes que hacer –cierra mi puerta y se aleja de ahí.
–¡No te dejaré! –grito sacando mi cabeza por la ventana para que me escuche, se da media vuelta y sonríe.
–No lo hagas, nunca me dejes –escucho que dice a lo lejos.
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insoportable | jdb
Fanfiction"Polos opuestos se atraen". "Polos iguales se repelen" decían... Esta historia se basa en dos personas con carácter y forma de ser igual, tan igual, que terminan enamorándose uno del otro, aunque ni si quiera se soporten.