41; Ahora que estás conmigo...

385 16 1
                                    

Camino hasta la cocina y voy a la nevera para ver que puedo desayunar por el día de hoy.

Mhm... ¿Huevo y tocino?

Nah, ya me aburrió.

En el momento en que estoy pensando que comer, mi celular emite un sonido de llamada. Veo la pantalla y es Justin.

–¿Aló Biebs?

–Hola niña –responde con voz agitada, seguro ha ido a correr–. ¿Quieres venir a desayunar conmigo?

–Claro, ¿voy a tu casa?

–No. Yo voy a tu casa nena, en 20 estoy ahí, ¿vale?

–Vale, te quiero.

–Yo mucho más, nena –cuelga.

Salgo disparada a mi habitación para darme una ducha rápida y ponerme cualquier cosa, me decido por unos pantalones cortos que me llegan hasta abajo de la rodilla color negros, y un suéter gris nike, con vans.

Escucho que tocan el timbre, supongo que es Justin y bajo con el cepillo de cabello en la mano.

Abro la puerta y para mi sorpresa, no es Justin, sino David.

–Hola nena –pasa a mi casa sin ser invitado y yo frunzo el ceño.

–¿Disculpa? ¿Qué haces tu aquí y por qué entras así?

–Porque yo quiero y puedo hacerlo –sonríe maliciosamente.

Vale, esto me esta dando algo de miedo.

–Sal de mi casa –digo señalando la puerta que aún está abierta–. ¡Sal ahora David!

–No me saldré –dice y se acerca a la puerta para cerrarla, yo intento abrirla pero él es mucho mas fuerte que yo y me gana. Pone seguro a la puerta y me asusto.

–¿Qué quieres? –pregunto alejándome de él, retrocediendo con pasos lentos y tomando muy fuerte mi cepillo para golpearlo si se atreve a acercarse.

–Te quiero a ti.

El se va acercando a mí y no sé que rayos hacer.

–David yo ya te dije que no quiero tener nada contigo, ya por favor déjame en paz.

–No te voy a dejar en paz porque no quiero. Y serás mía, quieras o no –me jala de un brazo y me sostiene cerca de él.

Bien ya... Ahora entiendo que es un obsesivo.

–¡Eres un maldito obsesivo! ¡Suéltame! ¡Vete y búscate otra chica que sí sea para ti! –intento safarme de su agarre pero es imposible.

Ay no.

Justin llega rápido, por favor.

–¡Serás mía! –dice enfadado y me besa apretando su agarre en mi brazo.

Intento apartarme de él, y logro hacerlo.

Le doy un puñetazo en la cara con el cepillo y de esa manera me suelta. Corro escaleras arriba y me encierro en mi habitación.

No jodan. ¡Es un loco!

¿¡Dónde dejé mi celular!?

Lo busco por toda la habitación y después lo encuentro en el baño. Llamo rápidamente a Justin pero no responde...

Escucho los pasos de David afuera de la habitación y después toca fuertemente la puerta.

–¡Abre! ¡Maldita sea!

Vuelvo a llamar a Justin...

Una...

Dos...

Tres...

¡No responde!

David empieza a golpear la puerta más fuerte y hasta creo que podría tumbarla. Oh Dios mío, que no la tumbe por favor.

¡Maldito Bieber, respóndeme!

Después de cuatro o cinco llamadas seguidas, ¡el señor se digna a contestar!

–¿Zoe? ¿Qué pasa? Estoy en la ducha y no lo escuchaba, lo...

–¡Ven rápido! ¡David está en mi casa! ¡Ven por favor!

–¿Qué hace ese malparido ahí? ¡Maldita sea! ¡Ya voy para allá! No dejes que te toque, ya llego.

Cuelga y yo empiezo a temblar porque David empieza a golpear más fuerte.

Decido idear planes de escape... ¿Por la ventana? No... Es demasiado alto.

La única sería encerrarme en el baño de la habitación, y si no sirve, salir por la ventana del baño y subir a la azotea y esconderme ahí.

Eso ya lo había planeado, pero no para que cuando un obsesivo quiera hacerme algo, si no para un Apocalipsis Zombie.

El punto aquí es que creo que ya me iré metiendo al baño, capaz y ese loco de afuera tumbe la puerta de mi habitación.

–¡Abre la maldita puerta o la voy a tirar!

–Me vale, ¡no la voy a abrir!

Escucho la puerta principal y me relajo por unos segundos.

–¿Qué mierda haces aquí? ¿Qué parte de "aléjate de ella" no entendiste? ¿Ah? –escucho la voz de Justin.

Después de eso, oigo golpes, susurros, a David maldecir... Entre otras cosas.

Temo porque Justin esté mal.

No se escucha nada más... Estoy entre abrir la puerta y no. La curiosidad me carcome.

–¡No te saldrás con la tuya Maslow! –escucho finalmente a Justin.

Abro la puerta y veo que está tirado. Corro hacia él, me tiro en el piso y le acaricio la mejilla.

–Ouch. ¡Mira como te ha dejado! –digo atrayéndolo hasta mi pecho y abrázandolo mientras acaricio su cabello.

–Te juro que...

–Shhh... –lo callo mirándolo fijamente–. Gracias por defenderme.

Sonríe.

Lo ayudo a levantarse.

Veo que tiene un pómulo morado, el labio roto y uno que otro pequeño golpe en la mandíbula.

–Él quedó peor –se ríe despacio, entramos a mi habitación y se acuesta en la cama–. Y si se atreve a acercarse de nuevo quedará casi muerto, además de que pondremos un denuncia en su contra.

–Está bien... Pero, ¿cómo te sientes?

Mejor, ahora que estás aquí conmigo.

Sonrío.

–¿Tú estás bien? ¿Se atrevió a tocarte? ¡Dime! ¿Te hizo algo? –pregunta alterado revisandome.

–Estoy bien, no te preocupes –beso sus labios–. Estoy bien gracias a ti.

















¡FELIZ NAVIDAD! 🎅🎄🎊
Holaaaaaaa. Bueno el capítulo está re corto, pero quiero desearles una feliz Navidad, ojalá se la pasen increíble, les den muchos regalos y coman mucho, ahre si.

Recuerden;

En diciembre se rompe la dieta, así que, ¡a comer!

😂😏

Los aprecio un montón.

¡Tengan felices fiestas!🎉❤️

insoportable | jdbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora