58; ¿Qué haría yo sin ti?

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Llegamos al departamento y enciendo la luz del pequeño living. Zoe me mira e imita una sonrisa. Comienza a quitarse los zapatos de tacón y después está frente a mí, observándome.

No saben las ganas que tengo de hacerla mía. Pero... No sé como decírselo, es complicado soltar de repente "¿quieres hacerlo conmigo?", o tal vez "tengamos sexo".

Doy un paso al frente y la tomo de la cintura para empezar a besarla lentamente. Zoe me sigue el beso y caminamos juntos hasta el sofá en donde caigo sentado y ella encima de mí. Beso su cuello y puedo distinguir la marca que he dejado hace unas horas, respiro su aroma y noto que mi amigo ya está despierto.

Zoe sigue besándome en la boca y enreda sus dedos en mi cabello, esta mujer me volverá loco.

–¿Quieres... Hacerlo? –digo entre el beso. No me queda de otra más que preguntar.

–Sí –dice jadeando, vuelvo a besarle el cuello. Intento levantarme y cuando lo hago cargo a Zoe en mis brazos para ir a la habitación. Ya en ella, la pongo en la cama y comienzo a besar debajo de su cuello, bajando poco a poco.

Bajo el cierre de su vestido y se lo quito completamente, lo lanzo por alguna parte de la habitación y recuerdo de que no traía bragas. Vuelvo a besar sus labios mientras ella baja sus manos e intenta quitarme el suéter, a lo que la ayudo, me quito la camisa y cuando estoy a punto de quitarme los jeans, ella me detiene.

–Yo lo hago –dice y doy un suspiro. Por un momento creí que diría que lo dejaramos. Cambia las posiciones y se pone encima de mí, colocando cada una de sus piernas alrededor de las mías. Toma el botón y lo desabrocha, después baja la cremallera y baja mi pantalón deslizándolo lentamente por mis piernas.

Me quito bien los pantalones y me coloco encima de ella, de nuevo. Quito el broche del sostén y veo sus hermosos y redondos pechos. Sí que tienes lo tuyo mi amor...

Me bajo los bóxers y dirijo mi mirada a sus ojos. Ella enreda sus piernas en mi cadera y me acerca para besarme una vez más. Dejo sus labios y me dirijo a su cuello, después bajo hasta sus senos y mordisqueo un poco sus pezones haciendo que se retuerza de placer, beso su abdomen y también su vientre bajo, después comienzo a besar su sexo mientras ella jadea y me tira del cabello.

–Eres hermosa –digo admirando todo su cuerpo, desde su rostro, hasta sus piernas hermosas. Se sonroja un poco y veo que tiene una respiración agitada.

Me preparo para entrar en ella, me pongo el preservativo, abro sus piernas y hago que flexione sus rodillas. La tengo completamente expuesta a mí.

–¿Quieres que lo haga? –le pregunto, antes que nada debe sentirse completamente segura de lo que estamos haciendo.

–Sí... –afirma en un susurro lleno de deseo–. Quiero que lo hagas.

De acuerdo, aquí voy.















zoe's pov

Me despierto gracias a que escucho un sonido fuera de la habitación. Miro a mi lado y Justin ya no está. Me levanto de pronto y me coloco la camisa blanca de Justin que traía puesta ayer.

Voy casi corriendo siguiendo el sonido y me encuentro con que es la batidora. Oh Dios... Me había asustado.

–Hola –digo y Justin salta del susto, se gira para verme mientras gruñe y golpea la batidora.

–Hola, buen día amor –responde–. Esta mierda no funciona. Ya tengo el desayuno listo, sólo me faltan los batidos.

–Uhm... –digo y alzo una ceja al pensar, entro a la cocina ya que me encontraba en la barra–. Déjame ver eso.

Tomo la batidora en mis manos y la conecto bien a la luz–, esto de aquí no funciona –señala un botón en donde dice "batido de plátanos".

Presiono el botón y en efectivo, no funciona, sólo hace un ruido extraño.
Caigo en cuenta de algo y comienzo a reírme como estúpida.

–Oh... Vamos, estoy intentando ser romántico y prepararte el desayuno pero la batidora no funciona y te ríes de mí.

–Sí que eres tonto –voy hacia el refrigerador y saco la leche–, creo que te falta esto.

–Oh mierda –murmura y me río de nuevo. Le echa leche al batido y ahora si comienza a batir a la perfección–. ¿Qué haría yo sin ti?

–Creo que prácticamente no serías nada sin mí –bromeo–. Estuvieras con Melanie –paso mis brazos por su cuello y él por mi cintura.

–Ufff –suspira y se aparta de mí–, hablando de ella...

–¿Qué pasa? –lo miro cuando se aleja para ir a apagar la batidora. Sirve el líquido en vasos y los pone en la mesa–. Justin, dime que pasa.

–Me... Habló esta mañana.

Trago saliva. No puedo creer que esa mujer no se canse de jodernos la vida. ¿Hasta cuando nos va a dejar en paz? Uhg, como la detesto.

–¿Qué quiere ahora?

–Que vaya a Canadá, dice que es algo importante.

–¿Iremos? –pregunto mirándolo, él sólo se encuentra recargado en la barra y niega con la cabeza.

–No iremos –suspiro porque así no caemos en una de las trampas que pueda tener Melanie para nosotros–. Yo iré.

–¡No cómo crees! Si vas tú, iré yo –digo haciendo que me mire mientras golpeo levemente su hombro–. ¡Puede ser peligroso!

–¡Por lo mismo no quiero que vayas! –me habla en un tono fuerte–. Escucha, Zoe –acuna mi cara en sus manos–, no quiero que te hagan daño, no me lo perdonaría y mucho más si es por mi culpa. Tú te quedarás aquí con Pixie.

–No lo haré, no voy a dejarte solo –niego–. Voy a ir contigo quieras o no.

–Zoe...

–¡Cierra la boca! No me vas a convencer, yo iré contigo.

–¡He dicho que no irás!

–¡Y yo he dicho que no te voy a dejar solo!

Deja salir un bufido de frustración de sus labios y niega con la cabeza seguidas veces.

–No podré contigo.

–Dijiste que era tu confidente. Dijiste que era tu persona favorita para hacer bromas o venganzas...

–Eso es muy diferente. Esta vez no me vengaré de nadie, esta vez se vengarán de mí.

–Pero yo debo estar contigo, en las buenas y en las malas un equipo siempre se apoyará, no importa qué –digo poniendo mi mejor cara convencedora. De todos modos, si me dice que no, iré a Canadá, no pienso quedarme aquí.

–Está bien –suspira resignado–. Sólo debemos tener mucho cuidado. No quiero que te pase nada malo.

–Nada malo sucederá, no te preocupes –beso sus labios para tranquilizarlo y transmitirle que todo estará bien, aunque ni sé que querrá Melanzorra.

insoportable | jdbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora