insoportable | jdb

18; Tu ego es más grande.

Planeo hacerle una pequeña broma a Justin. Como he visto que esto de las bromas se ha acabado, pues lo retomaré.

Lo primero que tengo que hacer es invitarlo a ver una película, y así podré llevar a cabo mi broma, bueno, para que se preocupe un poco.

Voy a su departamento y toco la puerta varias veces.
–Hola Justin –digo cuando él abre.

–¡Hey Zoe! –sonríe–. ¿Se te ofrece algo? –lo noto distante pero no me importa tanto ahora.

–Sólo....bueno, estoy algo aburrida, ¿quisieras ver una película o algo?

–Claro, yo también muero del aburrimiento, ¿en tu departamento o en el mío? –pregunta mirándome fijamente. Esos ojos mieles me hipnotizan cada vez que los veo, me encantan.

–Como quieras –alzo mis hombros–. Si quieres, en el mío.

–Sí, está bien –cierra la puerta de su departamento y entramos al mío. Me da risa la broma que le voy a montar pero tengo que controlarme si no, lo echaré todo a perder–. Y...¿cómo estás? –pregunta cuando comienzo a poner Netflix en la televisión.

–Bien, supongo. Dean y yo ya somos novios –sonrío. Y es verdad. ¡Le dije que sí!

–Que bien –me responde después de unos segundos–. ¿Tienes palomitas? –cambia el tema–. Si es así voy por unas....

–¡No! –grito enseguida para que se detenga–. Es decir, yo voy, tú elige la película que veremos –él asiente confundido por mi reacción y yo me voy a la cocina para buscar palomitas.

De acuerdo, debo hacerlo ahora.

Me dejo caer al suelo simulando que me he desmayado y jalo conmigo unos cuantos platos de plástico, y unas cucharas para que se escuche un estruendo y para que Justin venga y piense que me ha pasado algo.

Estoy tirada en el suelo, conteniendo la risa y la respiración, con los ojos cerrados, cuando escucho que Justin se acerca diciendo mi nombre desesperadamente.

–¡Zoe! ¡Zoe! ¿Qué te pasó? –pregunta. Sí que es tonto, estoy desmayada así que no puedo contestar–. ¡Zoe!

Siento que se inclina hacia mí y me mueve de un lado a otro.
–¡No está respirando joder! ¿Qué hago ahora?

Me sigue moviendo y después me toma de la espalda para darme un abrazo. ¿Qué? ¡Me estoy muriendo, haz algo Bieber!

No puedo controlarme más y río escandalosamente, lo que hace separarse de mí y mirarme extraño.
–¡Joder Zoe! ¿Sólo era una broma? ¡Pude haber muerto de la preocupación!

Sigo sin poder decir nada por estar riéndome fuerte. Esta me quedó increíble.

–No es gracioso –dice él y me calmo, regalándole una sonrisa.

–No es para tanto –me encojo de hombros con una sonrisa traviesa en mi rostro y después, lo abrazo.

–No, sí lo es –dice serio y se separa de mí, levantándose y dejándome en el suelo–. Me asusté demasiado, ¿qué creíste?

–Creí que sería divertido.

–Pues no lo fue, –suspira– no tenía idea de que hacer...

–Creo que debes prepararte más para una situación como esta –me levanto del suelo para tomar las palomitas de maíz y ponerlas en un plato.

–Sí, creo que sí.

–¿Aún sigue en pie lo de la película? –digo metiéndome una palomita en la boca y caminando a la sala de nuevo.

–Sí, ya elegí la película –me señala la pantalla y asiento.

–¿Hola? –respondo al teléfono, es una llamada de Aline, ¡vaya! ¡Hasta que me llama!

–Bebé –me dice la maldita–. ¿Cómo estás mi amor?

–¿Cómo estás mi amor? –imito su pregunta irónicamente–. ¡Por Dios! No me llamaste en todo este tiempo ¿qué tienes en la cabeza? Y aún así me llamas y me dices bebé y mi amor, ¡señora! –Justin se me queda mirando extraño y después sigue escribiendo no se que cosas en su cuaderno. Después de ver la increíble película que Justin eligió ver, "Escuadrón Suicida", ahora nos la hemos pasado diciendo cosas y haciendo chistes sin sentido, cosas de aburridos.

–Lo lamento Zoe, he estado bastante ocupada con la Universidad –suspira–. La verdad es que, cuando Luca me dijo que iría a Londres, yo me quise ir con él, pero no pude, no puedo perderme una clase más.

–Sí, entiendo –digo–. ¡¿Pero a quién se le ocurre perder un año de Universidad sólo por flojera?!

–Pues a mí, ya sabes, sólo quería descansar de todo... –dice y tose después–. Pero ahora creo que la universidad es más difícil que antes.

–No te preocupes tanto, trata de hacer las cosas relajadamente, si no, llegará el día en que te presionarás demasiado.

–Sí, eso trato de hacer –pausa y ríe–. Si hubiese terminado el último año contigo, ya estuviera ahí también. Disfrutando de Londres.

–Lo sé, pero ahora por perra te aguantas –soy cruel y lo sé. Justin me mira frunciendo el ceño y después se ríe.

–¿Quién se rió por ahí? –pregunta Aline y ruedo los ojos.

–Nadie, mi gato estornudó –echo una carcajada y Justin me da un zape–. ¡Auch! –me quejo–. Quise decir auuuuu –aullo como un lobo.

–¿Qué? –Aline ríe–. ¿Quién está ahí Zoe? No te voy a regañar y menos y si es un chico guapo.

–Bueno pues es uno. Es mi vecino, se llama Justin –le acerco el móvil a Justin y éste la saluda con un "hola".

–Mhm.... Seguro está guapo, ¿no es así?

–¡Claro que sí! –carcajeo–. Demasiado, pero shhh.

–Y bueno, ¿se puede saber que hace tu vecino guapo ahí? Digo, no es normal que estén juntos a estas horas, ya casi anochece allá, ¿no?

–Aún son las siete de la tarde, es temprano. Y...nada, sólo pasamos el rato...

–Claro. Bueno, mañana te hablo, porque ahora tengo que hacer una tarea, prometo hablarte pronto. ¡Ah! Y cuida a ese papi, ¿eh?

–¡Já! No, giu. ¡Hasta luego Aline, te quiero!

–Yo no, adiós –cuelga. Maldita.

–¡Mira! –me dice Justin enseñándome su cuaderno–. ¡Te dibujé!

–Wow –digo. Sí que sabe dibujar, me dibujó a mí hablando por teléfono–. ¿Qué dice aquí? –señalo en donde hay una flecha y apunta a donde dice algo pero no logro entender.

–Justin esta guapísimo –dice sonriendo. Qué ego tan más grande tiene.

–Creo que tu ego es más grande que tu amigo –le digo riéndome.

–¿Ya me lo viste? –pregunta defendiéndose y alza una ceja.

–No, pero seguro si lo tienes pequeño.

–Pues, ¿sabes qué? No juzgues si no conoces –dice y se acerca demasiado a mí, siento su respiración en mi cara, su sonrisa desaparece y mira mis labios.

–Quítate, Bieber –me alejo y él se ríe burlón.