53; Orgullo o empleo.

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Semanas después.

Bueno, ya lo imaginarán, después de lo que pasó en la fiesta de París, Justin no me volvió a hablar –excluyendo la parte en que íbamos en el avión–, lo último que me dijo fue un "buenas noches Zoe" al entrar cada quien en su departamento en Londres. Y en realidad me lo merezco por haber permitido que Dean me besara.

Tocan a mi puerta tres veces y voy a abrir sin mirar quién es. Justin está parado al margen de la puerta, cruzado de brazos y con media sonrisa.

–Quiero hablar contigo –me dice sonando muy sospechoso.

–Ajaaam... –murmuro y abro más la puerta para que entre.

Se sienta en sofá, escucho que suspira y después me hace una seña para que yo me siente a su lado. Presiento que son malas noticias, pero, ¿por qué sonrió?

–A ver –me mira–. No podemos seguir así.

–¿Así cómo? –pregunto y me echo hacia atrás en el sofá para descansar mi espalda y no verlo a los ojos. Justin me toma del brazo y me jala para que me siente bien y lo vea.

–Sabes bien como... –uy, ya se enojó–. Así que... Sabes bien que te quiero mucho, yo diría que demasiado –woah, jamás me lo había dicho así, tan a la ligera–, pero si no eres feliz conmigo y si tú no me quieres como lo hago yo, entonces... Creo que deberíamos terminar.

Trago saliva. Es la primera vez que alguien me termina en una relación. Me siento estúpida. Además creí que esto ya había terminado.

–Creí que ya lo habíamos hecho –echo una pequeña risita–. Y creo que tú también ya deberías saber lo mucho que te quiero, no es posible que puedas dudar de eso.

–¡Es que yo no puedo estar con una persona que al momento de ver a su ex se derrite! –se pone de pie exasperado.

–¡Oh por Dios! –echo una carcajada sin humor–. No puedo creer que pienses eso.

–No solamente lo creo, lo he comprobado. ¡Parece como si aún sintieras algo por Dean! Cada vez que estábamos en Canadá te sentía de una manera distinta, sentía que no querías estar conmigo sino con Dean, y eso me enoja, ¡me frustra!

–Yo siempre he estado contigo porque he querido –me sobo la sien–. Me quedé porque quería ayudarte con lo de Melanie. Me quedé porque sabía que necesitabas a alguien que estuviera a tu lado y yo no quería que nadie se quedara contigo, nadie más, sólo yo... Yo quería estar ahí. Siempre me quedé por ti, en realidad no sabes todas las veces en que te pienso. Si pudiera te daría entrada a mis pensamientos para que lo descubrieras –por favor no llores Zoe, no llores–. Siempre he estado para ti cuando lo necesitas, ¿no es así? Al parecer estás siendo egoísta y sólo estás pensando en lo que tú sientes. ¿Pero yo? Tú no comprendes ni intentas comprender lo que en realidad siento. Y si según tú lo haces, pues te estás equivocando pensando en algo que yo no siento.

–Yo no me equivoco en lo que pienso –se vuelve a sentar y tira de su cabello–. Sé que aún sientes algo por él.

–Pero qué terco eres...

–Terca tú que no quieres aceptar que aún lo quieres...

–¡Ya basta Drew! ¿Por qué no entiendes que estoy enamorada de ti? Te quiero a ti, a ti y nada más a ti Justin Bieber –me pongo de pie mientras camino de un lado a otro por la sala.

–Y yo te quiero a ti Zoe, pero no sé por qué siento que no estamos bien así.

–¿Así cómo?

–Sólo quiero que me quieras a mí –alza sus ojos y me mira fijamente, no sé si ya estoy echa un mar de lágrimas o qué, ya no me importa.

–Pero lo hago... –me inclino hacia él–. De verdad lo hago, pero ya no sé que hacer para que me creas. Dean me besó, yo no sabía que lo iba a hacer y reconozco que por mi parte fue algo de culpa, pero eso no significa que quiera algo con él, yo quiero estar contigo –acaricio su mejilla–. Yo quiero ser tu Shawty y de nadie más.

–Lo siento, me muero de ganas por volverlo a intentar, pero ya no estoy tan convencido de que en realidad seas para mí –se levanta del sofá dejándome en el suelo, me siento en el sofá para no quedar más como la estúpida que estoy siendo–. Te quiero muchísimo, pero no puedo.

Y entonces se va, y yo quedo con la dignidad y el orgullo por hasta los tobillos. Fui una estúpida. Por él perdí mi orgullo pero miren lo que él me da, un "no puedo".

Me froto la cien y voy al baño, necesito despojarme de todo esto y darme una relajada ducha. Quiero olvidarme de todo, y en todo va incluído Bieber.

















Unos días después.

–¡Andrea! –sonrío mientras camino rápidamente hacia mi nuevo empleo. Es una bonita Boutique en donde me pagan muy bien–. Hace tiempo que no te veo, ¿hay algo nuevo?

–Muchas cosas nuevas Emily, muchas –se saca los lentes oscuros.

–¿Muy importantes?

–Demasiado, podría decirlo –guarda sus lentes en su bolso y sigue caminando a mi lado–. No hay tiempo que perder, necesito que consigas a alguien, hombre, de preferencia, a menos que seas lesbiana –se ríe.

–¿A un chico? ¿Para qué? –frunzo el ceño–. Oye, ¿de verdad esto es importante? Tengo un empleo que atender –me detengo justo en la puerta de entrada de la Boutique.

–Emily –siempre me ha llamado por mi segundo nombre, que por cierto, no me gusta–, si esto no fuera importante no estuviera aquí, diciéndotelo ahora.

–Bueno, ¿qué es?

–Tus padres dejaron escrito en el testamento, que además de recibir todas sus pertenencias, debías tomar parte de la jefatura en la NASA, su lugar, quiero decir –trago saliva, seguro fue idea de papá–. Pero, es a condición de que deberás tener una pareja con la que estés comprometida o casada.

Oh por Dios.

–¿Me estás jodiendo? ¡Quiero el puesto pero no tengo novio siquiera! –me froto la cara desesperada–. ¿No necesito los estudios?

–Claro que sí, los tomarás, a menos de que entiendas ya todo...

–Lo hago An –la miro asintiendo–. Siempre me ha llamado la atención esto, además papá y mamá me han enseñado lo suficiente, con eso tengo. ¿Qué puede faltar?

–Eso, si tu te crees preparda podrás presentar la admisión y si la pasas, tomarás el lugar de tus padres. Lo único que falta, es un chico.

–Uh... –suspiro–. Eso será lo máa difícil.

Yo quiero. No saben el deseo que tengo de hacer esto, primera vez que haré lo que en realidad me gusta. No niñera, no doctora, no vendedora de ropa, ¡trabajar en la NASA! ¡Quiero tanto eso!

–¿Algún ex novio que tengas? ¿Amigo? ¿O alguien más? –me pone las manos en los hombros y me sacude.

–No tengo ni la menor idea de quién quiera ayudarme –vuelvo a suspirar frustrada. Necesito a alguien ahora.
















–¿Dean? –pregunta Aline echando una plomita de maíz a su boca, sí, mi amiga ha viajado hasta acá para visitarme junto a Christian, sólo que él se encuentra con el estúpido de mi vecino.

–No, él no –hago muecas–. Supongo que ahora está siendo feliz con Valeria y no quisiera arruinar su felicidad.

–¿Luca? –sonríe como si se tratara da alguien muy importante.

–Luca es gay –la miro fijamente. Abre la boca mirándome sorprendida–. Mentira, no lo sé.

–Vaya... –suspira–, me la creí.

–¿Alguna vez sentiste algo por Luca? –pregunto de repente, yo sé que sí nena, no lo niegues.

–Uhm... Quizá alguna vez, pero ya no. Es nuestro mejor amigo, por favor –vuelve a comerse otra palomita de maíz.

–Sí, claro.

–Bien, ¿y entonces por qué no le dices a Justin? –pregunta regresando al anterior tema.

–Porque ya me humillé una vez frente a él, no pienso hacerlo de nuevo –me acuesto y pongo mis manos detrás de mi cabeza.

–¿Que prefieres? ¿El orgullo o la jefatura en la NASA?

¿Por qué me ponen en esta difícil situación?

insoportable | jdbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora