17; ¡No es posible!

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–Hola Dean, lamento tardarme, tuve que pensar algunas cosas, ya sabes... –digo al encontrármelo en dónde habíamos chocado la otra vez.

Por cierto, veo que se recupera de los golpes de Justin y de su barbilla. Yo en cambio, tengo que cubrir el moretón con maquillaje.

Y tuve que pensar, ¡vaya que sí! Justin me dejó ahí, sin decir nada después de besarme, ¿que pretendía? Pero bueno, después de todo sé que Dean me gusta, o al menos me llama mucho la atención.

–No importa Zoe, ya estás aquí –me dice–. Vamos, tengo una sorpresa para tí –me jala del brazo y yo lo sigo.

–¿Sorpresa? ¿Para mí? –pregunto mientras me toma ahora de la mano. Su mano está cálida y me siento apenada porque la mía está completamente fría, pero a él no le importa y la toma con más fuerza.

–Sí –siento que está emocionado–, es algo que quiero que sea especial.

–Pero...

–¡Deja de hablar y camina mas rápido! –vamos casi corriendo, él no está enfadado, al contrario, está feliz. Es muy lindo. Creo que me he ganado un lugar en su vida porque nunca lo había visto sonreír de esa manera.

Después de caminar unas cuantas cuadras más, —entre la multitud de Londres, que, aunque haga demasiado frío no dejan de salir a comprar cosas en el centro comercial o a comer por algún lado—, llegamos a una casa que seguro es la de él.

¡Wow! Es muy bonita.

Subimos al recibidor con piso de madera y después Dean abre la puerta para entrar. Me guía hasta el sótano, en donde me sorprendo por el lugar.

–¡Wow! –digo. Veo todo detalladamente, rosas rojas por todas partes, en el centro del sótano, había una mesa, con velas y cubiertos encima. Hay muchas tiras de corazones que son desde el techo hasta antes de llegar al suelo, esto es precioso–. ¿Tú hiciste todo esto?

–Sí, yo lo hice para tí –sonríe–. Zoe, me gustas. Me gustas demasiado... Y quiero preguntarte una cosa –se aclara la garganta y me mira fijamente–. ¿Aceptarías ser mi novia?












justin's pov

–¿Puedes creerlo? –le digo a Chaz por el teléfono–. ¡Quizo hacerme firmar un trato de no se qué para según su hermano!

–¡Que estúpido fue eso! ¡Quedó como la mentirosa que es! Ella no tiene nada que ver con las empresas Müller, aunque su apellido sea el mismo, ¡y mucho menos tiene un hermano! –Chaz ríe a carcajadas.

–Lo sé –suspiro.

–¡Oye! ¿Y ese suspiro? No me digas que te atrapó en sus garras –ríe escandalosamente.

–Claro que no –hago una voz extraña y niego con la cabeza aunque él no me vea–. Zoe fue la que me "atrapó en sus garras" –digo sin pensarlo.

–¿Zoe? ¿Tu vecina enemiga?

–Sí....bueno, creo.

–¿Cómo que crees?

–Me gusta, y la besé, lo que me hizo confirmar todo, pero sé perfectamente que yo no le gusto, ella me lo dijo.

–¿Entonces la besaste y como si nada te dijo "basta Justin, ¡no me gustas!"? –habla intentado hacer voz de mujer.

–No. Antes de besarla, un chico le habló a su móvil, y me dijo que estaba enamorada de él.

–Pero, ¿ella no sabe?

–No, no sabe que me gusta, no se lo he dicho y no se lo diré.

–¿Por qué?

–Es complicado Chaz, tengo que pensar muchas cosas.... –inhalo y exhalo el aire de mis pulmones.

–Oh, hermano...

–¿Te parece si te hablo después?

–Claro, está bien. Cuídate.

–Adiós, Chaz –cuelgo enseguida y suspiro.

Ahora Zoe seguro está con él, y el solo imaginarme lo que podría estar pasando entre ellos, me molesta mucho.

En realidad, lo mejor que puedo hacer ahora es, olvidarme de Zoe y salir con alguien más temporalmente. Es obvio que con Zoe jamás tendré algo.









Estoy tan ebrio que apenas puedo mantenerme en pie. Creo que hoy he recibido mi récord de una noche con muchas chicas, no se quiénes y no me interesa.

Veo que una chica se acerca a mí, no la distingo entre tantas luces que hay en este club, además de que me duele la cabeza por tanto alcohol.
Ella sienta a mi lado y comienza a besarme los labios y el cuello. Me besa en la boca y sonríe.



A la mañana siguiente, tengo una gran resaca, como era de esperarse. Me duele la cabeza y no tengo idea de donde estoy. Busco mi móvil y lo encuentro debajo de la almohada, son las nueve de la mañana.
Me giro y a mi lado, en la cama, se encuen.... ¡Oh Dios mío!

¡¿Tuve sexo con Melanie Muller?! ¡No es posible!

Me levanto rápido, me pongo la ropa que llevaba el día de ayer y, aún con el dolor de cabeza, salgo de esa habitación y de ese hotel.

Busco mi auto fuera del club que está cerca, al encontrarlo, salgo directo a mi departamento. No es posible que me haya acostado con esa mujer. ¡No puede ser! Dije que no caería en su juego y es lo primero que hago. ¡Maldita sea!

En el edificio, subo hasta mi departamento, veo que Zoe sale de su departamento cuando yo intento meter la llave en la cerradura.

–¿Justin? ¿Todo bien? –pregunta pero no me atrevo a mirarla a la cara.

–Todo esta bien, gracias Shawty –cierro la puerta detrás de mí y me acuesto en el sofá. Si ya caí una vez no creo poder detenerme con Melanie.

Mientras me maldigo una y otra vez, me doy una ducha, y trato de restarle importancia a esta noche y pensar en que tengo sólo una excusa; estaba realmente ebrio.

insoportable | jdbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora