Do or die -COMPLETADA-

Cap. 2

Cuando me ve se ríe y yo me quedo helada al verle, no porque sea rematadamente guapo, que lo es, sino porque he reconocido esa cara.

_ ¿Ya te escapas?

_ ¿Eres Jared Leto o solo te pareces mucho a él?

Asiente y sigue con sus cosas ignorándome. Yo me recompongo como puedo y me pongo nerviosa los zapatos, joder, no esperaba esto. En ese momento noto que no puedo más, si no entro ya al baño me voy a mear encima.

_ Si no te importa necesito entrar al servicio.

_ Todo tuyo.

Me hace un gesto para que pase y yo entro y por fin me alivio, iba a reventar. Me quedo sentada en el wc pensando e intentando recordar algo de lo que ocurrió anoche, pero mi memoria se torna borrosa cuando pasé de las cervezas a los chupitos de tequila y los gin-tonics, maldito alcohol, la última vez que bebo, lo juro.

Aunque debo de admitir que, puestos a acostarse con alguien una noche, me gusta mi elección aunque ahora me sienta completamente avergonzada. Me da rabia, para una vez que me acuesto con un famoso lo olvido todo, jamás volveré a acostarme con un tío que esté igual de bueno y mi cerebro se niega a recordar lo que pasó.

Me limpio un poco los ojos para no parecer un mapache con el rímel corrido y salgo del baño. Él ya está vestido, en una habitación adyacente a esta, sentado en una silla escribiendo con el móvil.

_ ¿Todo bien?

_ Sí. Por cierto, muy buen concierto el de ayer.

¿Qué? ¿Pero por qué has dicho eso? ¿De dónde ha salido esa estupidez? Mia, para soltar eso mejor cállate, así estás más guapa.

_ No me digas que me he acostado con una groupie.

_ No me digas que me he acostado con un capullo.

No puedo evitar que se me escape, lo he dicho para mí misma pero creo que me ha oído. Se queda sorprendido por el comentario, parece que incluso le hace gracia, pero de golpe cambia su expresión.

_ Lo siento, he sido un capullo, llevas razón.

_ Y yo una maleducada.

Levanta la vista y por fin me mira, creo notar como una señal de que le gusta lo que ve, pero no creo que eso sea posible, este hombre tiene que estar acostumbrado a tirarse supermodelos guapísimas y estrellas de cine. No creo que le guste mucho ni yo ni mi apariencia, pero me da igual, yo me visto conforme mis gustos, no lo hago para agradar a los demás. Sé que una camiseta que no estuviera rota de la espalda o unos pantalones que no fueran desgastado y con más agujeros que un queso  gruyere serían más apropiados para... No sé, cualquier situación, pero me gusta mucho la ropa que llevo, aunque a nadie más suela gustarle.

Llaman a la puerta, es el desayuno, para lo delgado que es come bastante por lo que puedo apreciar.

_ ¿Quieres desayunar?

_ No gracias, me voy ya.

¿Desayunar? ¿Aquí? ¿Con él? ¿En serio no ve lo avergonzada que estoy en este momento?, la primera vez que me acuesto con un tío al que no conozco y resulta ser famoso.

_ ¿Quieres que se entere todo el mundo de esto?

_ Claro que no.

_ Pues entonces no te vas, todo el pasillo está lleno de periodistas, en una hora tengo rueda de prensa y entrevistas. Si sales ahora de aquí tu foto aparecerá en todas las revistas del país –me quedo mirándole con la boca abierta, mierda, no puedo salir de aquí-. Entonces, ¿quieres desayunar?