Estoy como casi siempre en la sala de la televisión, creo que me paso media vida aquí ya, hasta mañana no hay concierto por lo que hoy toca el día en la carretera.No consigo concentrarme en nada, no paro de pensar una y mil veces en lo mismo, ¿qué va a ser de mí? Ya me estoy empezando a concienciar de que probablemente pueda que esté embarazada, llevo creo que trece días de retraso, eso no es muy normal ya, ¿no? Creo que ya no le puedo achacar las culpas al estrés o a los cambios de alimentación y rutinas.
Harta de hacer mil garabatos y no conseguir nada decido que lo mejor es descansar un poco y poner la mente en blanco, creo es buena idea poner alguna película y así relajarme. Mañana le pediré a Shannon que me instruya en yoga, lo practica todas las mañanas y por lo que parece es todo un experto, aunque yo no entiendo de eso porque siempre he sido muy nerviosa como para estar tanto tiempo sentada sin hacer nada, además, creo que nunca he conseguido poner la mente en blanco, más que nada porque siempre que lo consigo pienso, ¡Bien, lo he conseguido! Mierda Mia, ya has pensado, vuelve a ponerla en blanco, pero si pienso en ponerla en blanco no la estoy poniendo en blanco porque estoy pensando... y así hasta que me canso y me da dolor de cabeza.
Me siento en el sofá con los dos mandos delante, justo en ese momento veo que llega Jared y yo le doy al play, espero que no le moleste mientras trabaja, en este tiempo me he dado cuenta de que tenemos una cosa en común, nos tomamos muy en serio nuestros trabajos y estamos constantemente trabajando.
_ ¿Qué haces? -me pregunta mientras se sienta a mi lado-.
_ Iba a ponerme una peli, no me consigo concentrar.
_ ¿Estás dándole vueltas a lo mismo de siempre? -yo asiento-. A mí me pasa lo mismo, no me lo quito de la cabeza, ¿no te ha venido verdad?
_ No Jared, en cuanto me venga créeme que lo sabrás, no te preocupes por eso.
_ Va, deja de darle vueltas al asunto, comiéndote la cabeza no vas a conseguir nada, sólo que te salgan canas. ¿Qué peli vas a ver?
_ Dentro del laberinto.
_ ¿Te gusta esa película? -me pregunta de una forma muy efusiva y con los ojos muy abiertos, parece que le hace ilusión-.
Asiento feliz, sé que es una película infantil, pero la adoro desde que era niña.
_ Claro que me gusta, sale David Bowie. Desde pequeña me ha encantado esta película, de hecho Bowie siempre ha sido el amor de mi vida, de niña soñaba con que me raptaba el rey de los Goblins.
_ Vale, no sabía que te gustara Bowie. Ya estoy seguro de que sí que podemos tener ese niño, no va a haber ningún problema.
Me río a carcajada limpia incomoda por lo que acaba de decir, se ríe al escuchar mi risa, sé que es muy estridente y pegadiza, pero nunca lo he podido evitar.
_ Espérate, no la pongas aún que voy a hacer palomitas -se levanta y veo cómo va corriendo a la cocina -. ¡Shann, Tomo, venid rápido que toca cine, Mia ha puesto Dentro del laberinto!
_ ¡Bowie!
Escucho al batería y al guitarrista chillar mientras suben las escaleras, no sabía que les gustara tanto, me alegro de tener algo en común con los tres, me resulta curioso que sea una película infantil (teniendo en cuenta que dos de ellos ya tienen más de 40 años y el otro los roza). Llegan y se sientan a mi lado, y sin darme cuenta de cómo acabamos los cuatro tumbados en el sofá y comiendo palomitas y papas mientras bebemos coca -cola y no paramos de reírnos y cantar las canciones. Días así dan gusto.
ESTÁS LEYENDO
Do or die -COMPLETADA-
RomanceNoto que algo se mueve a mi lado y me despierto. ¿Dónde estoy? Me echo las manos a la cabeza mientras recuerdo escenas de la noche anterior. Mierda, ya me acuerdo de algo, ayer me acosté con alguien. Mierda, mierda, mierda. Estaba en un conc...