Cap. 31

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Me pongo las medias y unos zapatos con tacón, hacía mucho que no me veía tan alta, de normal suelo ir plana, ya soy suficiente alta, cuando me pongo tacones me siento como una Drag queen. Me pego un último vistazo en el espejo y resoplo, me veo el vestido demasiado corto, pero Hanna ha insistido en que estaba bien. Me vuelvo a retocar la cola de caballo lisa que llevo, con este vestido no quería llamar más la atención, aunque me he maquillado bastante los ojos, pero me quedan muy bien, resaltan el color.

_ Mia, vamos, o nos damos prisa o vamos a llegar tarde, es nochevieja y hoy habrá mucho tráfico -me chilla mi amiga Hannah desde el salón-.

_ Es que no estoy segura, me veo muy vulgar con este vestido -le digo sin apartar la vista del reflejo de mi culo en el espejo-.

_ El vestido no es vulgar, es juvenil y moderno, lo elegí yo.

_ Pero enseño más de lo que tapo.

_ Es que esa es la clave.

_ Me siento una zorra.

_ ¡Eso es buena señal, es justo como tienes que ir! -me grita mi amiga Carol-.

Pego un suspiro y un último vistazo resignándome, si no salgo van a venir a por mí, y sé que no me van a dejar cambiarme. Llevo el vestido que me regaló mi casero por Navidad, el cual es muy obvio que no escogió él, es corto, muy corto, con el escote en corazón, todo dorado y con lentejuelas (nota de la autora, abajo al final tenéis foto del vestido). Salgo por fin y todas se me quedan mirando con los ojos abiertos como platos, no se esperaban verme con algo así.

_ Mia, estás impresionante -me dice mi amiga Chloe-.

_ Sí Termopolis, si esta noche no follas es porque no quieres - suelta Carol nada más verme-.

_ ¿No se me ve el culo?

_ No, no se te ve nada.

_ No voy a poder respirar, me da miedo que se me salgan las tetas.

_ He aquí la feminidad y elegancia en persona -me dice mi amiga Chloe burlándose de mí por lo que acabo de decir-.

_ Mia, estás preciosa, no se te ve nada, no se te va a salir nada, deja ya tus inseguridades y vamos al coche, que si no vamos a llegar tarde.

Asiento por lo que me acaba de decir Hanna y nos dirigimos hacia casa de Jared, hoy es la fiesta, pero antes hemos quedado algunos para cenar ahí. Voy indicando el camino a mi amiga mientras de fondo en el coche suenan villancicos, a mi amiga le encantan, y al fin y al cabo no le puedo decir nada porque vamos en su coche. El camino pasa muy ameno, es curioso que mis amigas de España se lleven tan bien con Hanna. Se conocieron por skype hace unos años y se han hecho muy amigas, hasta el punto que estos días Hanna las ha acompañado todos los días. El día a Disneyland fue increíble, nos lo pasamos todas como niñas pequeñas, al igual que el del paseo de la fama, que nos hicimos cientos de fotos tontas.

Hanna aparca en la puerta y bajamos, mis amigas lo miran todo con curiosidad, pero es normal, no todos los días entra una a la casa de un famoso. Bueno, yo ahora sí.

Llamamos y nos abre Vicki, le doy dos besos y le presento a todas mis amigas. Nada más entrar me quito la chaqueta negra de cuero (falso, obvio) que llevo y entró al salón mientras mis amigas hablan animadas con la mujer de Tomo, casi todos ya han llegado, solo faltan Dominique y Shayla.

_ Joder.

Me giro para ver qué le ha impresionado a Jared, no sé qué le pasará, pero está con la boca abierta mirando hacia donde estoy yo. No sé el qué pero algo le ha llamado tanto la atención que hasta se le ha caído el bol de madera que llevaba en las manos, por lo que ahora el suelo está lleno de trozos de pan. Me fijo bien pero no hay nada detrás de mí, no sé qué le pasa.

Do or die -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora