Do or die -COMPLETADA-

Cap. 15

El cumpleaños de Tomo por fin ha llegado, el guitarrista esta feliz, no por su cumpleaños en si, sino porque por fin su mujer va a estar unos días con nosotros, como es lógico el pobre la extraña mucho, no es lo mismo tener a una persona cerca que verla por skype. Vicki a resultado ser tal y como me parecía en las video llamadas, es muy alegre y amable, su cara y su sonrisa hace que me recuerden a un duendecillo. Es de baja estatura (algo curioso teniendo en cuenta que Tomo es bastante alto) y lleva los brazos tatuados casi en su totalidad.

En el poco tiempo que lleva aquí hemos estado juntas constantemente ya que los chicos no paran de dar entrevistas y soy la única que no les acompaña, así que nos quedamos hablando en el bus mientas yo trabajo. He descubierto que le gustan los animales tanto o más que a su marido. Ahora me está enseñando fotos de su nuevo perro, se ve que han adoptado otro. Dice que lo vio en el refugio con el que colabora y no lo pudo dejar, me gusta eso de ellos, nunca me ha parecido bien comprar animales, es como si compraras a un miembro de tu familia, y más teniendo en cuenta la cantidad de animales abandonados que hay en refugios esperando a alguien que los adopte.

Los chicos llegan y empezamos la celebración del cumpleaños, entre todos le hemos hecho un regalo, pero mientras estaban fuera yo le he preparado un regalo aparte, no es nada del otro mundo, simplemente le he hecho una tarta de moras, es la que mejor me sale. Por aquí no hemos encontrado ninguna pastelería vegana y me sabe mal que no tenga ningún pastel ni nada parecido en su cumpleaños. Me da miedo lo que pueda pensar ya que, aunque no lo parezca, el guitarrista tatuado que cuando no lo conoces asusta a parte de músico es repostero, sí, de verdad, repostero, este chico es una caja de sorpresas.

Tras el concierto nos ponemos a celebrar el cumpleaños, en el escenario ya le han felicitado y ha sido bastante divertido la verdad. Todo el mundo le ha cantado cumpleaños feliz y los chicos le han hecho bailar una canción tipo country muy ridícula. Pero eso no ha sido lo mejor, tras acabar de bailarla haciendo el tonto ha salido Vicki con una tarta (la cual no íbamos a poder comer ni Tomo, ni Jared ni yo porque no es vegana y lleva huevo y leche) y cuando ha apagado las velas Jared le ha empujado la cabeza y Tomo ha metido toda la cara en la tarta. El guitarrista se ha ensuciado por completo y ha comenzado a perseguir al cantante con tarta en las manos, hasta que le ha cogido y ha empezado al guerra de comida entre todos, la cual ha llegado hasta mí por culpa de Jared y Shann (principalmente este último).

Ahora mismo estamos acabando de cenar en el bus, queríamos haber ido a algún restaurante, pero no nos da tiempo porque mañana a primera hora los chicos tienen una entrevista en la siguiente ciudad de la gira, por lo que o salíamos de inmediato o no llegarían a tiempo. Aún así nos han traído comida de un restaurante y estamos varios de nosotros cenando animados mientras hablamos de mil cosas a la vez, aunque estamos todos agotados, en especial los chicos.

_ Empezamos en el 98, ¿te acuerdas? -le pregunta Jared a su hermano-. Qué locura.

_ En el 98, en esa época yo todavía estaba graduándome en el instituto –se ríe Tomo llamándoles viejos, a lo que todos se ríen-.

_ Yo creo que estaba aprendiendo las tablas de multiplicar, más o menos -respondo yo haciendo memoria mientras me limpio un resto de nata que todavía llevaba en el pelo por lo que se ve, llevo toda la noche así-.

Todos empiezan a reírse con más fuerza menos Jared y Shannon, supongo que estarán pensando en lo mayores que son en comparación conmigo, pero es normal, me llevo casi veinte años con ellos.

_ ¿Cuántos años teníais? -le pregunto a Shann que está sentado a mi lado-.

_ Unos 27 más o menos.

_ Vaya, mi edad, habéis hecho que me replantee mi vida, vosotros formando una banda de éxito y yo con los pantalones rotos y manchados de pintura.

_ Si te sirve de consuelo nuestras pintas cuando formamos la banda eran peores que las tuyas ahora.