Cap. 34

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Entramos por fin en el cuarto y de repente se acerca a mí y sin darme cuenta de cómo empieza a  besarme el cuello mientras me acaricia la espalda, mierda, esto no tendría que estar pasando así. Me quedo quieta por un instante con los ojos cerrados, una corriente eléctrica me invade todo el cuerpo al notar el aliento de Jared tan cerca, sentir su mano que sube y baja por mi espalda hasta llegar a mi culo, que lo acaricia y sujeta con fuerza mientras pasa sus labios y su nariz por mi sensible cuello.

Tras un rato en el que soy todo sensaciones y no consigo reaccionar por fin me libero del cantante, creo que casi ni se entera de lo que hace. Consigo concentrarme un poco en lo que pasa y me fijo en que tiene enmarcada encima de la cómoda la pintura que le regalé hace poco, no puedo evitar sonreír al verlo, le gustó el regalo. La acuarela la pinté hace un tiempo, es una imagen que tengo en la cabeza desde que conocí a Jared, era como me miraba estando de fiesta. Él estaba ahí, sentado en un sillón con su hermano a un lado y otro chico al otro. Me miraba desde la otra punta del local, en su reservado. Su mirada era tan... penetrante, era imposible apartar la vista de sus ojos. Pese a que no recuerdo prácticamente nada de esa noche la imagen no me la he conseguido borrar de mi cabeza, incluso he llegado a soñar con sus ojos.

Nada más llegar a la habitación Jared empieza a bailar él solo, creo que él piensa que es un baile sexy. Sin lugar a duda, piensa eso porque va tremendamente borracho porque parece el típico tío borracho en una boda bailando con la corbata anudada al cuello, y digo tío porque mi padre es demasiado snob como para hacer esas cosas.

Cojo su móvil y empiezo a grabarle, necesito enseñarle esto cuando esté sobrio, es demasiado gracioso para ser real. Lo haría desde el mío, pero no quiero que tenga ideas erróneas de mi intención. Jared al ver que le grabo se viene a arriba y comienza a hacerme un striptisease, empieza con la chaqueta que lleva, pero se le queda enganchada la manga y al quitársela tira todo lo que tiene encima de su mesita de noche, incluida la lámpara.

_ Así mejor, una luz más romántica.

Me río para mis adentros por el comentario, casi no se le entiende al hablar. Él empieza a cantar una melodía tipo danza del vientre, supongo que le parecerá que pega con su baile. Continúa con el pañuelo que lleva al cuello, el mismo con el que jugaban la chupipandi de Taylor Swift, aunque debo admitir que cuando le he pedido una foto ha sido muy amable conmigo, las cosas como son. Jared se quita el pañuelo y comienza a bailarme con él la danza de los siete velos o algo parecido. Yo no puedo evitar que de vez en cuando se me escape la risa, aunque él cree que me está haciendo el baile más sensual del mundo.

Cuando se cansa vuelve a su striptisease y empieza a quitarse la bota que lleva, pero se tropieza consigo mismo, pierde el equilibrio y cae encima de la cama. Se la quita después de una ardua pelea y se levanta para seguir con lo suyo.

Para el baile y sale corriendo en dirección a su cuarto de baño, cuando llego me lo encuentro sentado en el suelo vomitando en el wc. Cojo una toalla, la mojo y se la paso por el cuello y la frente, era inevitable que esto pasara.

_ Mia.

_ Sí, tranquilo, estoy aquí.

Jared agradecido me sujeta del brazo mientras yo apoyo la toalla en su frente y le acaricio la espalda. Me sabe mal que esté así, parece un niño pequeño, herido y enfermo, hasta se le han escapado unas lágrimas por el esfuerzo. Cuando termina le ayudo a levantarse y lavarse los dientes, aunque me toca hacerlo con el pretexto de que sino no le voy a besar, pero por lo menos ha funcionado. Se lava los dientes zarandeándose y le obligo a beberse varios vasos de agua, parece que ya se ha repuesto y vuelve a ser el Jared borracho y juguetón.

_ Ahora a la cama preciosa, vas a ver de lo que soy capaz.

_ ¿A sí?

_ Si señorita. Eres el mejor polvo que he echado en mi vida, pero lo de entonces no va a ser nada comparado con lo de esta noche. Vas a ver las estrellas, ¡la galaxia entera!

Do or die -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora