Cap. 28

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Me despierto con tos, además no puedo respirar, perfecto, ahora me he constipado, lo que me faltaba, maldita lluvia. Estoy envuelta en mi funda nórdica, rodeándome como si fuera un saco de dormir, pero aun así tengo frío, y eso que en Ikea me dijeron que era el de máximo grosor... Ahora entiendo porqué Hanna odia ese sitio, bueno no, lo odia porque un ex suyo trabajaba ahí.

Me incorporo y al irme a levantar noto un dolor agudo en la rodilla, me susto de inmediato, tengo una lesión muy grave ahí por la que estuve a punto de tener que entrar en quirófano. Me quito el pijama y la observo bien, la tengo muy hinchada, con una herida un poco fea y un gran hematoma. Me la curo y me pongo una venda compresiva, sino no me caben los pantalones...

Una vez me he vestido y arreglado me pongo a desayunar, me doy cuenta de que estoy de peor humor que de costumbre, más que nada porque cuando he calentado mi agua casi rompo el microondas del portazo. Pero es normal que esté así, me duele la garganta, la cabeza, la rodilla, mi nariz parece un grifo abierto (vale, eso ha sido muy desagradable) y encima ahora tengo que ir a la otra punta de la ciudad para ir al trabajo porque el fósil Leto tiene que vivir en las putas montañas. Además, como estoy con este trancazo me va a tocar coger dos autobuses, para llegar a donde encima voy ver a Shannon, la misma persona que ayer me dijo que era como un cero a la izquierda o algo parecido.

Salgo de casa con mi abrigo, un gorro de lana, bufanda y guantes, pero aun así sigo temblando. He salido pronto de casa, para así coger el bus, no quiero coger más frío. La verdad es que tendría que empezar a agradecer de verdad el regalo de Jared del coche y utilizarlo, es uno pequeñito, cuanto más pequeño menos contaminan, además es híbrido, si solo lo conecto a la luz no contaminan casi. Pero es que no quiero, no me gusta conducir y odio que por el simple hecho de ir de un sitio a otro tenga que contaminar, aunque sea poco, pero es que en esta ciudad no se puede vivir sin un jodido coche, eso hay que admitirlo. Sé que al ir por luz no contamino casi, lo sé, pero para conseguir la electricidad sí que se contamina, en mi casa no ya que me suministra la electricidad una empresa que solo utiliza energías renovables como la eólica y la solar, pero no puedo pretender que en las gasolineras precisamente usen energías renovables. Supongo que cuando por fin esté matriculado lo utilizaré más de lo que me gusta admitir.

Voy andando chocándome con la gente, estoy más espesa que de costumbre. En el bus acabo pegada contra el cristal mientras un chico muy pesado me manda una indirecta tras otra, hasta que noto que me empieza a tocar el culo con la excusa de que el bus va lleno. Le diría algo, pero no me veo con fuerzas para discutir, apenas consigo sujetarme a la barandilla para no caerme. Como puedo me cambio de lugar y me quedo mirando la calle, varios árboles han sido arrancados por culpa de el vendaval de ayer, lo cual hace que todavía me ponga más triste.

Llego y sin hablar con nadie me siento en mi mesa a trabajar, solo saludo al entrar, todo el mundo me mira pero a mí me da igual, debo concentrarme en mi trabajo. Me alegra estar sola en mi mesa, así no contagio a nadie con mi tos. Noto que el rato pasa pero no me cunde la faena, no sé si será por el frío, supongo que no estará puesta la calefacción porque yo estoy temblando, aunque a lo mejor es por el resfriado, no lo sé. La gente se marcha a comer, me preguntan si voy con ellos pero yo niego con la cabeza y les sonrío, no me apetece salir ahora mismo.

_ Mia, ¿te encuentras bien?

_ "Pefetamennnte".

Me sale una voz demasiado ronca y nasal, no puedo evitar toser un buen rato tras hablar. Tomo me mira alarmado, se ve que se ha pasado al no verme comiendo.

_ Dios mío Mia, ¿pero qué trancazo llevas? Vete a casa anda.

_ No es "pala tannnto".

_ ¿Que no es para tanto? Si ya no caben más pañuelos en tu papelera.

Do or die -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora