Prologo

15.1K 691 54
                                    


-papá de verdad no te hubieras molestado. Esto te debe de haber costado una fortuna- le digo. En mis manos tengo un boleto para un crucero por 7 días por los alrededores de Indonesia. Según lo que dice esto, son más de 17.000 islas que lo conforman. Habrá personas de todo el mundo y ojala lo poco que se dé ingles me ayude en esta travesía.

-tómalo como un regalo de cumpleaños adelantado. Necesitas descansar. Por mucho que ames a esos pequeños, si te llegas a enfermar no les servirás de mucha ayuda. ¿No crees?-

-lo sé. Pero esta es una escuela de muy bajos recursos. Los niños que llegan con suerte saben contar hasta 5 y de leer... mejor no digamos nada. Con mucho esfuerzo hemos juntado dinero y llevamos a los niños de excursión y además ya conseguimos un nuevo lugar para trasladarnos. Es un lugar hermoso y con jardín para que los niños jueguen- digo emocionada. Nos ha costado tanto salir de lo bajo que estábamos.

-lo se pequeña. Y no sabes lo orgulloso que estoy por ti. La escuela "For Them" no es ni la sombra de lo que era hace un año. No sabes todos los agradecimientos y las bonitas palabras que me dicen los apoderados y la misma directora por tu labor. Llevas trabajando apenas un año y mira lo que has logrado- dice mi padre orgulloso. Yo también lo estoy.

Cuando tenía 5 años de edad mi madre me abandono junto con mi padre. Se enamoró de un hombre que tenía mucho más dinero que papá y de un día para otro se fue y nos dejó. Solo dejo una nota que decía "Estoy cansada de esta mugre vida... ojala en algún momento de la vida nos volvamos a ver o si no... no". No dejo ni un adiós, solo se fue.

Mi padre sufrió mucho con eso porque realmente la amaba. Fue un periodo de 2 largos años para que saliera de su depresión. Cuando cumplí 8 años, un accidente de tránsito lo dejo incapacitado para trabajar un tiempo, así que estado le financio una casa y un poco de dinero para comer. Recuerdo haber llevado dos años consecutivos unos zapatos que dejaban mis pies rojos y mal heridos, pero nunca se lo dije.

Sin dinero para una escuela decente, como se decía en esa época, me toco estudiar en una escuela pública de baja categoría. Decían que los estudiantes eran malos y no sé qué más. La cosa es que no eran malos, solo necesitaban un poco más de tiempo para aprender. Así que me convertí en una profesora para ellos.

No tenía problemas para aprender. De hecho la matemáticas se me daban bien y me acuerdo que hacia las clases con objetos para que aprendieran más rápido. Todos los miércoles después de la escuela, íbamos a la biblioteca pública donde conseguíamos casi de rodillas un auditorio con pizarrón y comenzaban las clases.

Fueron meses muy complicados pero mi curso salió adelante y quedamos en un hermoso tercer lugar. Así la escuela recibió una sala de estudio y 4 computadores. En ese momento me di cuenta que lo que me gustaba es enseñar a los demás. 

Así que cuando estuve a un año de graduarme, la escuela me dio la posibilidad de saltarme el último año y pasar directamente a la universidad. Así que con solo 17 años comencé a estudiar pedagogía en educación básica.

Tenía una beca, así que adelante los cursos que pude y en dos años y medio saque los cursos y solo quedaba mi práctica y la defensa de mi título. Hice la práctica en "For Them", y mi tesis fue en realidad un proyecto.

Mi proyecto consistía en la realización de varios pasos para llegar a una educación adecuada para niños que cursaran los cursos de 1 a sexto grado. Había pasos para diversión, análisis y consultas. Además de clases en terreno y más con solo $ 2.000 dólares al año. Mi profesor guía quedo encantado y la escuela opto por quedarse con mi proyecto y ponerlo en marcha.

Así, después me titule y me centraron y llevo 1 año. No puedo creer lo rápido que pasa el tiempo. Con solo 21 años tengo a cargo 2 cursos de 20 niños cada uno, a los cuales quiero mucho y les enseño lo más que puedo.

-Bro, esto es una regalo y no me puedes decir que no- dice Elliot entregándome un ticket

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Bro, esto es una regalo y no me puedes decir que no- dice Elliot entregándome un ticket.

-¿Qué? ¿Un crucero? No. Una semana es mucho tiempo para perder en esa mierda- le gruño.

-vamos hombre. Necesitas un descanso. Estar todo el día encerrado en estas cuatro paredes no debe de ser muy bueno. Además mis padres están de acuerdo con eso y el abuelo quieres que vayas- me dice.

-¡No tenías que meter al abuelo!- le grito.

-¡No me grites que no soy tu empleado! Además el abuelo esta preocupo. No es que esté preocupado porque su nieto sea gay pero no le gusta ver que el trabajo sea tu vida- me dice más tranquilo. Pongo los ojos en blanco.

-no soy gay- le gruño.

-lo sé pero no sé si los demás. Estos días te servirán para relajarte. Además ¿Qué puede pasar? ¿Qué haya un naufragio y quedes en una isla desierta con una linda damisela? No juegues, esas cosas solo ocurren en las películas. Unos días bajo el sol y acostado en la arena. No te harán mal- me dice entusiasmado.

-no me dejaras tranquilo hasta que diga que sí, ¿no?-

-¿Por qué crees que me mandaron nuestros padres?- sonríe el muy arrogante.

-está bien. Pero no aceptare nada mas- gruño.

-ahora estamos bien. Dame esos 5- extiende la mano y lo fulmino con mirada –mejor no me des los 5. Deja de ser tan gruñón. Nos vemos antes de que embarques- sale del despacho y me deja solo.

¿Qué malo de puede haber en ese viaje? Es un simple viaje más como los demás. No pierdo nada con ir. 

ESTE SOLO ES EL PROLOGO... 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

FECHA DE PUBLICACIÓN EN LA DESCRIPCIÓN DE LA HISTORIA...

LAS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO... 

BESOS

60 días: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora