Afuera llovía de manera torrencial.
En otra situación, quizás hubiera odiado un día como ese, pero aquel día el clima estaba tal cual su estado de ánimo.
Miró su reflejo en la ventana del auto y con el dorso de la mano limpió la lágrima que resbalaba por su mejilla.
—No más lágrimas ―se dijo―. Ni una más. ―Sus ojos azules se encontraron en el espejo retrovisor e intentó formar una sonrisa inútilmente.
A los minutos se derrumbó de nuevo y golpeó con ira e impotencia el volante, ¡que esperar si ni siquiera podía controlar el llanto!
Las lágrimas de Vicky tenían nombre, apellido, edad, profesión y hasta número de razón social... Sus lágrimas se llamaban Alexander Highman. Todas y cada una de ellas tenían estampadas cada letra de su nombre.
Si, el actor de cine. El tan afamado y guapo actor de Hollywood, pero quien para ella era algo más que eso.
Él era su mejor amigo.
¿Cómo se había vuelto amiga de un hombre tan afamado? ¿Y por qué lloraba por él?
Para llegar al punto en el que Vicky se deshacía en lágrimas frente al volante, era necesario conocer el inicio de todo...
~ ~ ~
Los padres de Victoria eran artistas. Su padre director de fotografía y su madre actriz y soprano, juntos hacían parte de la elite de artistas en Londres.
Cuando Vicky tenía seis años, sus padres conocieron a otra pareja de artistas, los Highman, de los cuales se hicieron grandes amigos.
Dos años después de la amistad entablada entre ambas familias, los Highman invitaron a los Ferrell a probar suerte en Hollywood, con el fin de ampliar sus horizontes.
Así fue como llegaron a California.
Vicky se acostumbró con facilidad y aprendió a regular su britanismo rápidamente, también conoció a los famosos hijos Highman: Eliana y Alexander, ambos guapos y simpáticos, pero debido a que le llevaban siete años de ventaja a la pequeña Victoria, no eran amigos de ella de ninguna manera. Aun así, se frecuentaban mucho debido a las largas y tendidas visitas que sus padres se hacían, lo que provocó que Vicky pronto se acostumbrara a ver a los jóvenes. Alexander llegó a ser su niñero un par de veces cuando sus padres trabajaban, pero esas tardes nunca fueron activas ni mucho menos: el joven siempre le ponía algo de televisión y luego se salía al patio durante horas olvidándose de ella.
El día que las cosas empezaron a cambiar, fue cuando le celebraban una fiesta por el cumpleaños número diez a la pequeña Victoria.
Vicky escuchó a los Highman quejarse de manera lastimera por las costumbres que su hijo estaba adoptando consumiendo drogas en exceso, asi que sin mayor temor, se sentó al lado de sus padres a escuchar todo y ellos no lo evitaron. Seguramente creían que ella no entendía, pero se equivocaron. Para ese entonces, la pequeña sabía a qué se referían: había leído acerca de las adicciones en los folletos que los muchachos mayores de la escuela tiraban en la basura, así que sí sabía de qué hablaban.
Pronto se aburrió de la conversación y aprovechando que estaban en casa de los Highman decidió buscar a Alexander, quien estaba en una de las sillas reclinables al lado de la enorme piscina. Con mucho sigilo intentó acercarse, sin embargo, no fue mucho lo que pasó desapercibida y en cuestión de minutos él joven le vio y con un ágil movimiento tiró al agua un pequeño rollito de papel que había tenido anteriormente en sus labios.
—¡Hey! ¿Qué haces aquí? —preguntó antes de que Vicky pudiera siquiera girarse y echar a correr.
![](https://img.wattpad.com/cover/74305102-288-k753684.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El momento [in]oportuno #WeAreWorld
RomanceLa amistad entre un hombre y una mujer, el debate de siempre. ¿Qué tan cierto es eso de que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? ¿Quien formuló aquella máxima? Y lo más importante, ¿por qué lo hizo? El amor ha cambiad...