Capítulo 14

182 22 17
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


RANCHO CUCAMONGA

9:00AM

Me desperté completamente satisfecho. Aquella noche había dormido como un bebe, sin nada que interrumpiera o entorpeciera mi sueño, y eso estaba mas que bien teniendo en cuenta que las ultimas noches no había podido dormir tanto como hubiera querido con eso de los eventos, y las entrevistas, y los compromisos...

Durante un rato permanecí envuelto bajo las mantas, sin preocuparme por abrir los ojos, disfrutando de la calma que suponía estar en medio del campo, sin nada que me interrumpiera para obligarme a levantar de aquella maravillosa cama.

Pero sabía que no podía quedarme allí para siempre, así que me obligué a moverme. Abrí los ojos y sonreí con agrado, giré sobre la almohada para mirar al alrededor y no pude evitar saltar en mi lugar ante la sorpresa que me llevé. Un leve pero molesto dolor de cabeza me martilleó con ligereza la sien.

«Sabía que no debí excederme con el whiskey», pensé mientras seguía mirando a mi lado con sorpresa.

Había alguien en la cama.

Y no era solo alguien, era una mujer. Una mujer con el pelo largo de un tono chocolate que me resultaba increíblemente familiar.

Bajé de la cama y permanecí sobre la mullida alfombra, rascándome la nuca con confusión. Miré por la habitación en busca de pruebas para algo que ni siquiera sabía bien que era. El diván estaba vacío, la sabana con la que Vicky se había tapado la noche anterior estaba desperdigada en el suelo, la ropa de ambos estaba doblada sobre unas sillas.

No veía ningún signo de que algo hubiera sucedido entre los dos.

Me sorprendí por aquel pensamiento y bajé con mi vista, comprobando que tenía el pijama puesto.

Con sigilo fui al otro lado de la cama y miré el rostro de Vicky. Estaba profundamente dormida. Las sábanas le cubrían hasta los hombros así que no podía ver lo que llevaba puesto. Fruncí el ceño, no creía que hubiera olvidado si...

«¡¿Pero que estaba pensando?! ¡Tampoco había bebido tanto whiskey!», me reprendí.

Mis ojos cayeron en ella de nuevo y me entretuve en la paz que rodeaba su rostro, su respiración era acompasada, pero hubo un segundo en el que se vio seguida de un ruido algo extraño que al parecer provenía de sus pulmones. Eso me hizo preocupar. Sin embargo, no pude evitar sonreír al verla tan tranquila. De pronto se movió suavemente. Retrocedí, pero lo único que hizo fue volverse a acomodar en la misma postura.

Decidí encerrarme en el baño y tratar de recordar. Me quité el buso del pijama y me afeité, reconociendo en el espejo mi expresión de preocupación. Luego me metí en la ducha, sin dejar de cavilar en mis pensamientos.

El momento [in]oportuno #WeAreWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora