Sr. Barone

20- ¿Puedo dormir contigo?

Quería...- se calla y toma asiento a mi lado- Quería disculparme por lo que sucedió- Me le quedo viendo varios segundos, para ser honestos no me esperaba esto y como siempre no se qué decir. Al ver que no articulo palabra alguna continúa.

- Desde que te conocí me pareciste una persona bastante agradable y sigue siendo así, no quiero que ese inconveniente afecte nuestra amistad- si, dijo "amistad", no estaba esperando una declaración de amor pero eso me dejo todo bien claro... sacudi mi cabeza para quitar la cara de decepción que probablemente tenía.

-No pasa nada Piero, todo está bien. Seguimos siendo amigos- creo que no sone muy convincente. Me dedicó una sonrisa.

-Cambiando de tema, Igna y Gian vendrán a cenar con nosotros hoy- asentí, se levantó y salió. Aproveché para llamar a Ale, tengo días sin saber de ella. No responde mis mensajes y ya me estoy comenzando a preocupar... al segundo tono contesta.

-Si?- suena decaída, ella no es asi.

-Ale estás bien?- estoy demasiado preocupada, que está pasando?... se queda en silencio pero puedo escuchar sonidos amortiguados... oh no, ella esta...?- Alejandra estás llorando?

-Ay marie!... me... me... me golpeó! Nick me pegó- Maldición!!! Infeliz... me tenso inmediatamente, mis nervios están de punta, pero tengo que darle fuerzas.

-Alejandra calmate... me quieres decir que fue lo que pasó? - pregunté intentando mostrar seguridad en mi voz.

Escucho que respira profundo como intentando calmarse...- Hace una semana mis compañeros y yo decidimos salir a tomar un trago después de cerrar la tienda. Cuando me di cuenta era muy tarde, y aunque el departamento estaba cerca, uno de ellos decidió acompañarme. Mientras ibamos caminando sentía que me seguían pero le reste importancia. Nos despedimos y subí, algunos minutos más tarde tocaron el timbre pensé que había olvidado decirme algo y cuando abrí...- noto que su voz tiembla...- un puño aterrizó en mi ojo, era Nick bastante borracho y enojado. Yo ignoraba todas sus llamadas y lo evitaba desde lo que pasó. Me pegó varias veces, al parecer estaba celoso. Los vecinos escucharon y llamaron a la policía, pero antes de que llegaran el se había ido.- comienza a llorar. Jamás en la vida le he deseado el mal o hecho daño a alguien, pero tengo ganas de mandarlo al infierno con mis propias manos.

-Ale... lo siento hermana. Dime que tal estás?- necesito saber que está bien.

-Aun no lo arrestan y tengo miedo al salir de aquí. Perdí mi trabajo por faltar tantas veces sin justificación y estoy perdiendo hasta mi vida- lágrimas se deslizan salvajemente por mis mejillas, me duele saber que está asi... tengo una idea.

-¿Por qué no te vienes a vivir aquí?... no estarías sola y a parte, el no podrá hacerte daño- después de lo que me parece una eternidad habla.

-¿Crees que Piero esté de acuerdo?, no quiero incomodar- en este momento me vale verga lo que piense.

-Sólo prepara tu vuelo, de lo demás me encargo yo. Te quiero aquí pasado mañana. - la escucho reir un poco.

-Te meterás en problemas- río.

-cállate y haz lo que digo- Después de varios minutos hablando de todo un poco, nos despedimos.

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La cena esta lista y todo se ve muy delicioso, sin embargo yo me siento fatal. Saber que Alejandra pasó por esa situación y que no pude defenderla me hace sentir frustrada.

-Hey bambina!- dice Igna pasando sus manos por delante de mi. Levanto la vista y le sonrio apenada. Habían servido la cena y ni cuenta me dí.

-Estás muy distraida ragazza-dice Gian, Piero sólo me observa detenidamente- Nos quieres contar que tienes? No me gusta verte así.

-No es nada importante- sonreí tratando de mantener mis lágrimas a raya. Piero tomó mi mano, lo mire fijamente... su contacto me produce raras sensaciones.

-Puedes confiar en nosotros- respiro para intentar calmarme y les voy contando lo sucedido. No di muchos detalles pues eso es algo privado de Ale.

-No entiendo como hay personsas tan miserables en este mundo- dice Igna con cara de pocos amigos.

-Dile que se venga a vivir aquí- mis ojos se iluminaron, en serio dijo eso?

-Piero no quisiera abusar de la confianza ni in...

-Utedes jamás será molestia- me interrumpe- y además, esta casa es bastante grande.

-Gracias Piero!- sonreí como hace tiempo no hacía. Me miró extraño y sonrió ladino. De que iba eso?

-Así te ves más hermosa bella- Gian toma mi mano y me guiña un ojo. Miro a piero y tiene un semblante mmmm... molesto?. Se disculpa y se va al baño, Gian e Igna estallan en una contagiosa carcajada. Ahora que?

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Nos pasamos la noche charlando animadamente, esos dos son encantadores. Tras despedirse, Piero me invita a ver películas en la espaciosa sala de cine que hay y yo acepto, aunque era un poco tarde no tenía sueño. Despues de discutir cual peli veremos me ganó y puso una de terror... las amo pero al dormir me da pesadillas.

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Son las 4:00 am y yo estoy más aterrada que nunca. Cada escena se repite en mi mente y no me dejan conciliar el sueño. Todo me recuerda a los personajes y me provoca salir corriendo... antes de cambiar de idea salgo disparada hacia mi objetivo. Tras tocar varias veces la puerta aparece en mi vista un Piero en boxers con el pelo despeinado... oh se ve exquisitamente sexy... concéntrate niña!

-¿Me dejas dormir contigo?- pregunté casi en un susurro. Me mira de arriba a abajo... -oh Dios!- exclame, había olvidado lo que traigo puesto. Una pijama de encajes muy diminuta y sin ropa interior. Es una costumbre. Lo mejor es que me vaya, que va a pensar de mi. Doy media vuelta para irme pero me detiene agarrandome por la cintura.

-Quédate- susurra en mi oído. Me giro lentamente y lo miro...

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