Sr. Barone

Capitulo especial: Alejrandra

Decir que Italia es hermosa seria una ofensa: esto es una maravilla!. Solo tengo unos días aqui y siento como si llevara una vida. La amabilidad de las personas, esa antiguedad que reflejan sus edificaciones, el romanticismo que tienen sus paisajes... en fin, todo lo que hasta ahora he admirado me tiene cada vez mas encantada, ahora entiendo la fascinacion de Marjorie.

Trabajar juntas es lo mas divertido. He estado ayudando a Igna puesto que  Lucia la secretaria de Piero enfermó y Marjorie cubrirá los dias que esté ausente. A proposito de estos dos, pues que puedo decir, hay más que atraccion entre ellos y creo que es cuestión de tiempo para que lo noten o más bien, lo acepten. Ella es muy orgullosa y el parece un hueso duro de roer; pero basta solo con estar en un mismo lugar junto a ellos pra sentir esa chispa en el ambiente. Le he tomado un gran cariño a Piero y no es por todo lo que ha hecho por nosotras; sino porque es un gran ser humano, quizás los golpes de la vida lo han hecho madurar anticipadamente, pero basta con tratarlo para darse cuenta de lo especial que es. Solo me falta conocer al otro socio creo que se llama Gianluca, según me han dicho es muy caballeroso y apuesto.

-Dios! Creo que a Igna se le pasó la mano- me quejé en voz alta después de contemplar la cantidad de carpetas que tenia que llevarle, me parece que son mas de diez- ¿Cómo se supone que voy a llevarlas?- suspiré pesadamente mientras las tomaba, casi cubren mi visión y pesan... ni modo, aquí vamos.

Un pasito, dos pasitos, tres pasitos... a esta velocidad me haré vieja en el camino. Lo peor de todo es que la oficina esta del otro lado y a penas he recorrido medio pasillo. Respira Maria Alejandra, nada es eterno solo mantén la espalda recta y comencemos de nuevo. Un pasito, dos pasitos, tres pa... un empujón en mi codo me hace tirar las carpetas repletas de papeles ¡Maldición!

-Diablos, a caso no podrías fijarte por donde caminas!- exclamé hecha una furia mientras trataba de recoger los papeles que habian quedado totalmente esparcidos en el suelo. Alcancé a escuchar un "lo siento" y rodé los ojos. Como si esa estúpida frase sirviera de algo.

-Permíteme ayudarte bella- esa voz... a pesar de mi enojo tengo que reconocer que esa voz es sexy...  ¡madura Alejandra! . Asentí aun sin mirarle. Tras unos minutos, finalmente habíamos terminado. Sonreí satisfecha.

-Gracias por ayudar- murmure intentando agarrar todas las carpetas nuevamente. Ahora que lo pienso...- Era tu deber- escuché como reía.

-Que directa eres ragazza, deja que te ayude con una parte- dijo mientras tomaba la mitad de las carpetas. Nuestros dedos se rozaron levenmente y por primera vez levanté la vista hacia él. Me miró como un niño cuando descubre su regalo bajo el árbol de navidad. Esos ojos, ese rostro, ese peidado tan perfecto. Todo él era divino.

Nos pusimos de pie aun sin romper el contacto visual y sentí como mis mejillas iban tomando un sutíl rubor. Sonrió al ver mi reacción. Tenía la ronrisa más seductora que he visto. Vuelve a la Tierra Alejandra! Sacudí la cabeza mientras trataba de concentrame.

-¿Nunca te había visto por aquí, eres nueva?- asentí mientras acomodaba un mechón de mi coleta. Me siento un poco tímida. En eso apareció Marjorie regañandome.

-¿Por qué has tardado tanto Ale?, están esperando esas carpetas- puse mis ojos en blanco, el apuesto jóven que tenía frente a mi, al escuchar aquello se giró y sonrió abiertamente. ¿De què me pedí?

-Bella! ¿Cómo has estado?- Marie se percató de su presencia por primera vez y suavizó el rostro. Se fundieron en un caluroso abrazo.

-Muy bien, ya te extrañábamos por aquí- sonrieron nuevamente. Ya me estaba sintiendo incómoda y descolocada.

-Iba camino a la oficina de Piero cuando sin querer empujé a esta preciosa dama- pusos sus ojos en mi y me ruborice de nuevo. Marie al fin recordó que existía. Mala hermana.

-Así que ya se conocen- se acercó y paso su brazo cariñosamente por mi hombro- Esta es mi prima Maria Alejrandra Ferrara, Ale este es nuestro querido Gianluca Ginoble.

Definitivamente esto tiene que ser una broma, de muuy buen gusto por cierto. De todas las personas del mundo que pasaron por mi mente cuando todos estos papeles se fueron abajo, que seria èl nunca fue una posibilidad.

-Es un placer Alejandra- sonrió ladino estirando su mano.

-Eh... El placer es mío Gianluca- aceptè la mano que me ofrecía sonriendo de vuelta mientras me daba dos besos. Una marea de sensaciones se desataba en mi interior al tiempo que Marjorie sonreía picaramente admirando la escena.

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Hola a todos! Esta parejita ya la tenía en mi cabeza. Queria darles una pincelada. #Giandra is Coming♥

Gracias por leer. Los amo :)