Despues de haber sido atropellada por Piero Barone, Marjorie Ferrara se ve envuelta en una serie de situaciones que pondrán su vida en Jaque.
"Resulta una gran verdad que el destino es una ley cuyo significado se nos escapa, porque nos faltan una in...
-Bueno muchachos, es todo por hoy. Recuerden el exámen la próxima semana. Estudien!- Todo el mundo recoge sus cosas y sale apresurado, yo por el contrario me tomo mi tiempo y espero que todos salgan para evitar que me empujen o algo similar.
-Ciao Marie, que tengas buen fin de semana!- exclama Paola mi compañera cuando se aleja. Sorío deseándole lo mismo y despidiéndome con la mano.
-Ferrara como va ese embarazo?- el profesor acomoda unos trabajos asignados en su portafolios y me mira bajo sus lentes para leer. Instintivamente toco mi panza, está pequeña aún y no es tan notoria por suerte.
-Creciendo- sonrío. Estar embarazada es lo más caótico, extraño y emocionante que me haya pasado. Muero por ver a mi bebé y tenerlo entre mis brazos, pero a la vez deseo que los días vayan despacio para disfrutar cada etapa. Si soy un caso...
-Recuerda estudiar mucho, tus exámenes especiales comienzan la semana que viene- asiento. Hace dos meses inicié la universidad, a pesar de que fue tedioso lidiar con Piero y su sobreprotección, aquí estoy. El profesor Benicio ha sido muy bueno conmigo y consiguió que alguna de las asignaturas que tengo por cursar me dieran exámenes especiales para poder graduarme este año.
Termino de acomodar mi mochila y me despido de él con un apretón de manos. A la salida veo a Piero recostado de su auto de espaldas a mí y sonrío. No hemos retomado nuestra relación... no aún. Simplemente le propuse hacer las cosas correctamente, lo nuestro fue un poco apresurado y no quiero que se vea obligado a estar conmigo solo por mi condición- a pesar de que me ha demostrado lo que siente por mí de todas las maneras posibles- por eso estamos así como adolescentes. Y aunque parezca loco, lo estoy pasando genial.
-Hola- digo un poco tímida. Él se ha dedicado a recogerme los días que tengo universidad. Se voltea sonriente y se acerca con las manos en puños. Frunzo el ceño- que traes?
-Elige un puño- las cruza frente a mí. Sonrío y las miro indecisa. Derecha o izquierda?
-A ver... este... izquierda- levanta una ceja y sonríe con malicia.
-Estás segura? Puedes cambiar de idea... estás a tiempo- la duda se siembra en mí pero a pesar de ello me mantengo firme.
-Ya te he dicho Barone, izquierda y no cambiaré de opinión- ríe y asiente. Cuando la abre un papel azul descansa en ella. Pongo mala cara.
-En serio has hecho todo este drama por un papel, pensé que eras más original- pone cara de ofendido y negando con la cabeza abre la puerta del copiloto. Dos bolsas blancas de papel descansan en el asiento, una con un listón azul y otra con uno rojo. Toma la azul y me la entrega- su premio señorita, le pido que lo abra dentro porque tenemos que irnos- toma mi mochila y se aparta para dejarme entrar. Si sigue así no seré responsable de mis actos. Hoy tenemos la primera ecografia del bebé y estoy entre nerviosa y emocionada. Esta bipolaridad me tiene estresada.
Una vez dentro me apresuro a abrir la bolsa y no puedo contener la risa con lo que veo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Barone... eres... Dios quiero golpearte y besarte, malditas hormonas- ríe y se encoge de hombros sonriendo.
-Puedes besarme siempre que quieras, yo encantado- lo golpeo y él ríe. Amo su risa... Dios ahora quiero besarlo- por qué me miras así?
Sonrío y lo beso por toda la cara. Al final nos damos un casto beso en los labios. Me sonrojo.
-Muchas gracias Piero- con el rabillo del ojo veo la bolsa del listón rojo en el asiento trasero junto a mi mochila y curiosa pregunto- que hay en esa?- se gira y la toma.
-Pues... no mucho en verdad, solo churros rellenos de todo lo que puedas imaginar, para mí - achico los ojos y lo miro con rabia fingida-Bien!... todo lo compre para tí pero quería ver si acertabas con los cupcakes.
-Ya viste lo que has venido a ver así que dame mi bolsa- con una mirada que me provoca acurrucarlo y acariciarlo de todas las maneras posibles, me la entrega. Sonrío como niño con juguete nuevo. Piero sale del parqueo de la universidad con cara de felicidad mientras yo me pierdo entre las hermosas vistas y estas delicias.
***********
-Bienvenidos, tomen asiento por favor- un poco nerviosos tomamos asiento- la primera ecografia es un momento muy importante e íntimo, no sólo porque es la primera vez que verás a tu bebé sino también porque nos avisa de cualquier anomalía tanto en el feto como en el embarazo en general. Ya estas en tus 12 semanas y pues el feto está un poco más desarrollado que en las 6, por eso soy partidaria de hacerla en este tiempo. Es algo normal, así que relajense y estén tranquilos- asentimos un poco tensos aún. Nos conduce a una habitación adjunta con varios aparatos y una camilla.
Luego de acostarme en ella, me unta un poco de gel en el vientre. Piero a mi lado sujeta mi mano y noto lo nervioso que está. Lo miro y sonrío apretando ligeramente su mano para hacerle saber que todo irá bien. La doctora realiza los movimientos necesarios en el aparato y luego comienza a explicarnos algunas cosas mientras pone una especie de micrófono en mi panza y lo mueve por todos lados haciendo un poco de presión. A pesar de que está hablando mi mente está fija en la pantalla y nada más.
-Ahí está- la silueta de una persona extremadamente diminuta aparece ante nosotros. Me recuerda a los minion. Mi propio minion... Piero aprieta mi mano con mucho más fuerza. Quiero ver su cara pero no puedo dejar de mirar el ecógrafo. La doctora aprieta y botón pronto la estancia se llena de los preciosos sonidos del corazón de nuestro bebé. No puedo evitarlo y una lágrima solitaria se me escapa. Me giro a ver a Piero y está pasmado.
>>Sé que quizás no entiendan algunas cosas pero su bebé va perfectamente. Su tamaño, su corazón y todo lo demás están en orden. Quieren una foto?- ambos asentimos y ella imprime la primera foto de mi bebé. Quiero llorar...- iré por un sobre. Ya puedes acomodarte Marjorie.
-Estás bien Piero?- el pobre no ha podido ni reaccionar.
-Eh... si si, es sólo que, no sé. No pensé sentirme así. Todo esto es muy nuevo- se pasa las manos por el pelo y sé que está nervioso.
-Si lo sé, me siento igual o peor que tú- sonríe y se acerca a dejar un beso en mi frente.
-Gracias dolcezza- acaricia mi rostro y me sonrojo ante su atenta mirada. Sus hermosos ojos me dicen lo mucho que le asusta todo esto y lo feliz que está. Sonrío y beso su nariz.
-Tranquilo todo irá bien... nuestro minion será hermoso y sano- me mira a punto de reir y pongo mala cara- si dices algo sobre el hermoso apodo que le he puesto juro que te golpearé- hace un cierre imaginario en su boca y levanta ambas manos. Cuando termino de acomodarme paso por su lado y escucho su risa antes de salir. Sonrío...
(...)
Luego de indicarme algunas pastillas y agendar mi próxima cita, salimos del hospital con la ilusión que nos hizo ver a nuestro bebé e ideando un plan para contárselo a la familia.
-Por qué no mejor lo hacemos como todo el mundo- arrugo mis cejas...
-Cómo es "como todo el mundo"...?- Piero se encoge de hombros.
-Simple, les decimos que tendremos un bebé y listo- golpeo su nuca. Idiota.
-Piero... soy muy creativa y me encanta la originalidad, no lo arruines por favor- ríe y gira a la derecha con dirección a mi apartamento.
-Lo sé, lo sé.... solo quería molestarte- lo miro y volteo los ojos. De pronto una idea cruza por mi mente.
-Ya sé!- sonrío emocionada y el me mira con los ojos entrecerrados.
-Debo preocuparme?- río y le doy palmadas en su hombro.
-Ya lo verás Barone...
********************** Muchas besos, abrazos y mil gracias por la paciencia.