37- El pasado siempre regresa

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Alessandra

Aquí tiene señorita- el apuesto bartender me extiende la segunda copa de matini seco, le lanzo la mirada más seductora que poseo y él me guiña un ojo. Si todo sale bien esta noche quizás podría celebrar junto a el en mi habitación. Seguramente podrá mostrarme a plenitud la destreza que poseen sus manos. Sorío y doy un sorbo.

En mi campo de visión aparece Samantha Giordanno, tan despampanante como siempre... pero con una nuez de cerebro. Adopto un postura neutral cuando la veo acercarse a mí. Menea sus curvas al saberse observada por los hombres que hay también en la barra, ruedo los ojos. Es tan plástica y predecible.

-Alessandra querida- me besa ambas mejillas. Sonrío con toda la hipocresía del mundo, ella sabe bien que no es santa de mi devoción- cambia la cara, no tienes que fingir que te agrado- río y la invitó a sentarse.

-Sabes que al menos te tolero... pero vamos al grano, conseguiste lo que te pedì?- sonríe y saca de su monedero un sobre azul royal y lo extiende en la barra. Lo miro con detenimiento y sorío como el gato de Alicia en el país de las maravillas- Vaya, no eres tan tonta como pensè. Muchas gracias cariño.

-Digamos que tengo mis encantos- Sí claro, repletos de silicona por cierto. La miro... la miro... la miro. Vuelvo mi atención al martini y tomo otro trago.

-Lo que no entiendo es por qué tanta amabilidad de tu parte sin pedir nada a cambio...- se toca el pelo, esta nerviosa. Yo sigo en mi aura de tranquilidad y seguridad. Creo saber por dónde va todo.

-Pues... nunca fue un secreto para tí que Piero siempre me atrajo, sólo que la elegida resultaste tú- Sorío y vuelvo a beber- por más que he hecho, no logro más que un  simple sexo momentáneaneo. Y esa chica no me simpatiza en lo absoluto, soy feliz con verla destruida. Responde eso a tu pregunta?- levanto una ceja.

-Comprendo- la miro desafiante y me acerco un poco más a ella- No tienes miedo de que también te destruya? digo... te has pasado los últimos años acostandote con mi marido- ríe con burla.

-Hasta donde sé tu matrimonio quedó anulado, así que... ex marido- mi buen humor se disipa y la tomo discretamente del cuello haciendo un poco de presión.

-Vuelves a decir eso y juro que te arrepientes. Te mostraré que fui, soy y seré la única en la vida de Piero. Sugiero que te andes con cuidado bonita- sorío con frialdad y vuelvo a mi posición anterior. Se me queda viendo con el miedo reinando en sus ojos. Saco una pluma y escribo mi número de habitación y la hora en una servilleta.

-Yo... eh...- Levanto la mirada y me pongo de pie, extiendo la copa vacía con la servilleta al bartender y le sonrío con dulzura. Me vuelvo hacia la insípida chica que tengo al lado.

-Gracias por el favor hermosa. Ahora si me disculpas, debo arreglarme para una fiesta en casa de mis suegros. Buona notte- me dedicó una sonrisa tensa. Doy media vuelta y me encamino a la suite, hoy haré mi entrada triunfal y con suerte... tendré una noche de sexo salvaje con el sexy bartender del bar del lobby.

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-Que hermoso ha quedado todo, cierto chicas?- Bella está encantada con la fiesta. Es que no es para menos, todo este ambiente y la decoración interior de la casa te hacen sentir en un cuento de hadas. Todas asentimos. Piero y los chicos se enfrascaron en una discusión de negocios y sinceramente no es mi tema favorito, así que nosotras nos alejamos.

-Me concede esta pieza Srta.?- Un señor de perfil elegante, alto y bastante atractivo me extiende la mano. Si tiene más de cuarenta lo disimula muy bien. De fondo comienza a sonar por tí me casaré de Eros Ramazzotti. Tardo unos minutos en reaccionar y miro en dirección hacia Piero- oh no se preocupe por él, sólo serán unos minutos- las chicas lo observan boquiabiertas, sorío y acepto su invitación. Él caballero en cuestión toma mi cintura con delicadeza y yo poso mi mano en su hombro. Nos movemos lentamente.

Sr. BaroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora