Sr. Barone

26- ¿Ahora qué?

-¿Donde estabas?- exclamo intrigada Ale mientras yo trataba de calmar mi respiracion depues del susto que me dio, volteo a verla. Esta sentada en de piernas cruzadas en mi cama mirandome acusatoriamente.

-Buenos dias, he dormido bien gracias!- opte por distraerla, pero se que sera inutil.

-No lograras distraerme Marjorie, lo sabes. Asi que dime ¿en que lugar pasaste la noche?- se los dije, es insistente como el demonio.

-Pues... en una cama obviamente- sonrei, el sarcasmo suele ser muy divertido. Puso los ojos en blanco y suspiro frustrada.

-No dormiste en tu cama. Tengo mas de 1 hora aqui, ademas esta igual que ayer. No seas mentir...- la interrumpi.

-Nunca dije que fuera mi cama- le di una mirada complice y me dirigi al closet. Esperaba que me siguiera pero pasaron alrededor de 5 minutos y ni señales suyas. Volvi a la habitacion y la encontre en shock con los ojos tan abiertos como su boca.

-No me digas que... que... tu y Pi... Pi-e... ro. Omg!!!- Pego un grito que creo todos en casa la escucharon.

-Quieres callarte!- cubri su boca con mi palma. No quiero un drama de todo esto y menos que se enteren los demas de mi noche de pasion.

-Cuentamelo todo- pidio en un susurro. Aunque somos uña y mugre mi intimidad es algo de lo que no suelo hablar tan facilmente. Le dije solo lo escencial y nada mas. Aunque no quedo muy conforme tuvo que aceptar.

-Y que pasara ahora?- su mirada reflejaba un poco de preocupacion- ustedes trabajan juntos y aparte nosotras vivimos aqui. Creen que podrian dividir las cosas?

-No lo se, es que todo se dio muy rapido y no he tenido tiempo de asimilarlo. Espero que podamos con esto, ademas pues que hayamos tenido relaciones no quiere decir que ya somos pareja- hizo cara de desagrado y guardo silencio. Se que se escucha mal pero es la verdad. Aunque yo quisiera lo contrario. En ese momento tocan la puerta.

-Adelante- dijimos al unisono.

-Buenos dias Marjo, el Sr. Barone las espera para desayunar- asentimos sonrientes.

-Por cierto Bella, esta es Alejandra mi prima de la que siempre te hable.

-Un placer Alejandra, Soy Isabella y estoy a tus ordenes- Ale sonriente estrecho su mano y beso su mejilla, me parece que se agradan. - Bueno las dejo, con su permiso.

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-Buongiorno- saludanos al entrar al comedor, Piero estaba tomando una taza de cafe mientras sostenia el periodico.

-Señoritas, buenos días. Por Favor tomen asiento- Ale sonrió y se sento a su izquierda. Repentinamente me puse nerviosa. Hice ademan de sentarme a su lado pero Piero llamo mi atencion -Marjorie, por que no te sientas a mi diestra?- por que diablos me siento tan timida con este hombre. No emiti sonido alguno y me sente a su lado, Alejandra solo miraba divertida todo.

-Como pasaste tu primera noche aqui Alejandra?- pregunto Piero con cortesia.

-No tan bien como algunos, pero estuve muy comoda. Tienes una hermosa casa Piero- maldita!se a lo que se refiere. Seguramente ya estoy mas roja que la nariz de un payaso.

-Me alegra mucho saber que todos dormimos de maravilla anoche- me miro con una sorisa discreta y guiño un ojo. Entre miradas y sonrisas pasamos el desayuno. A la hora del almuerzo nos fuimos los tres a la empresa. Ale entrara a trabajar alla tambien y debo decir que mas feliz no puedo estar.

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