2- ¡Vaya dia!

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Una tenue luz inunda mi habitación, despierto lentamente, son las 6:00am y ya tengo que levantarme. Mi cabeza va a explotar. Me encamino hacia el baño y sonrio con pesar al ver mi penoso aspecto: ojeras notorias, el cabello hecho un asco y la cara como si tuviera 80 años. Ni modo!-suspire- supongo que es el resultado de llorar hasta quedarse dormido.

Después de asearme, busqué unos cómodos jeans un poco gastados, un t-shirt,unas botas de tacón pero no tan altas y para dar el toque final... una chaqueta en cuero negra. Aunque no era muy amante a la moda, me gustaba estar siempre arreglada y también tenia varias entrevistas de trabajo, asi que debo estar presentable. Recogí mi larga melena castaña en un la coleta alta, un poco de polvo, rubor y lapiz labia suave... listo! sonreí al ver el resultado en el espejo. Hoy será un gran día- pensé.

...

-Tiene usted alguna experiencia en el área administrativa?- preguntó el Gerente que me estaba entrevistando.

-Bueno... manejé durante un año la contabilidad del negocio que tenia mi familia y actualmente estoy cursando la mitad de la carrera de administración de empresas.

-Muy bien- asintió- nos comunicaremos con usted cualquier cosa. - Se levantó tendiendome la mano y sonriendo falsamente.

-Entiendo- respondi un poco confundida- que tenga buen día Sr. Gutierrez... y salí sin siquiera esperar respuesta.

A pesar de lo que habia dicho, sabia que era la típica excusa para no emplearte y sentirse menos mierda. Quieren personas expertas y son los mismos que te niengan adquirir la experiencia. Había pensado que seria un buen dia y creo que ya me arrepentí de ello. Esta era la última entrevista que tenia en la semana y aun seguia sin empleo. Decidí ir por un café y un pedazo de selva negra a mi cafetería favorita, sin embargo no alcancé a entrar porque una escena me congeló al instante... Mike besando nada más y nada menos que a katherine, mi ex compañera de piso.

...

Corrí sin dirección aparente mientras sentía el mundo desmoronarse bajo mis pies. Ahora muchas piezas encajaban a la perfección en todo este rompecabezas que tenía en mi mente, pero aún asi, tenía mas interrogantes que respuestas. Mi vida no puede ser peor- dije para mi-. Cruce la calle sin mirar y de repente sentí como un coche me embestía. Había mucho ruido, muchos pies a mi alrededor y una voz suplicante que me pedía perdón y me decía que estaré bien. Giré mi cabeza lentamente para ver a quien le pertenecia esa voz, pero mi vista estaba borrosa y sentia cada vez menos fuezas, antes de caer rendia solo alcancé a ver unos preciosos lentes rojos y unos enormes y preocupados ojos cafés.

Sr. BaroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora