Los días han transcurrido con mucha calma. A pesar de que en su momento la decisión de Piero de controlar mis visitas me cabreó a niveles elementales, hoy lo agradezco infinitamente. No tengo preocupaciones, no tengo dolores de cabeza, nada; solo somos mi bebé, mi amor y yo.
Es domingo y todos quedaron en venir a pasar tiempo de calidad. Estoy feliz por ello, pero creo que Piero invitó a Eveline y no sé cómo sentirme al respecto.
-Qué tanto piensas dolcezza?- me abraza por detrás mientras termino de acomodar un arreglo que hice con flores del jardín.
Me giro en sus brazos-De qué hablas?- ni siquiera me había dado cuenta que estaba distraída. Piero me mira como si hubiera descubierto que él agua es incolora, respiro hondo- Ok ok, tu ganas. Eveline... pues, no sé me siento... joder!- me faltan las palabras. Piero me da un corto beso en la nariz y me aprieta a su cuerpo.
-Lo sé, lo sé. Pero hay que enfrentar las cosas como vengan. La Marjorie de la que me enamoré es una joven fuerte y con muuuuucho pero mucho carácter, sé que ella podrá con todo esto- sonrío.
-Gracias amore- nos besamos, no ese delicado beso no, uno con más deseo carnal. Pueden culpar a las hormonas y todo lo que quieran, pero deseo a este hombre con frenesí. Una todo fingida nos devuelve a la realidad.
-Si siguen así van a tener otro bebé antes de que nazca este- reímos ante el jocoso comentario de Ale. Se acerca a saludar a saludarnos, y tras lo que me parece una eternidad, me suelta.
-Mírate, estás hermosa!- sonrío, ella esta radiante en ese vestido veraniego rojo...- Me encanta verte así de feliz.
-Gracias Ale, muchísimas gracias- sonríe- en dónde está Gian?- se tensa visiblemente, Piero quien se esta tomando una cerveza se atraganta. Mi curiosidad se despierta- De qué me perdi?- ella niegan con la cabeza y me hace una señal de hablar luego. Cuando pienso replicar aparecen mis suegros junto a Mariagrazia y Erni. No me pasa desapercibido que él tiene la mano de mi cuñada agarrada. Vaya estos si que van en serio.
-Hija, que hermosa te ves- me da dos besos y sonrío. Mi suegro hace lo mismo y con un poco de vergüenza toca mi vientre. Río.
-No tenga pena, puede acariciarlo... aquí entre nos- me acerco como si le fuera a contar un secreto y hablo en voz alta- si le habla es capaz de responderle- Todo ríen. Saludo al hermano de Gian y me acerco a Maria- Hola picarona, pensabas contarmelo en algún momento?- se sonroja.
-No me odies por favor... sé que te descuidé, estaba demasiado confundida con muchas cosas, además Piero nos prohibió visitarte y todo eso- sonrio y la abrazo al ver que sus ojos se cristalizan.
-No estare molesta si me prometes que nos pondremos al día ya!- sonríe y asiente. Le señaló las bebidas y todos los bocadillos y se lanza "literalmente" hacia ellos.
La mayoría ya está aquí, el ambiente es muy agradable y la comida deliciosa. Sin embargo, no puedo concentrarme esperando que en cualquier momento Eveline y su marido entren por esa puerta. No sé cómo reaccionar, no sé qué hacer. Es cierto que ella nos abandonó con la intención de que tengamos una mejor vida y nos salvemos, pero eso no quita que duela. Una parte de mí quiere abrazarla y contarle cuánto la he extrañado, y la otra prefiere seguir como si nada hubiera pasado.
-Hola a todos!- la voz de Gian me saca del trance, Isabella e Igna vienen con él. Todos sonríen alegremente y los reciben con cariño, excepto Alejandra. La cara de decepción que porta me alarma. Se le queda viendo con tristeza y niega. Nuestras miradas se cruzan, le hago la muda pregunta de qué sucede y me sonríe como restandole importancia.
-Dónde estabas hijo, hace rato llegué y no te ví- Eleonora cuestiona con amor maternal a Gian. Piero-que estaba terminando la barbacoa- se gira y se les queda viendo con cara seria. Luego de lo que parece una eternidad, él sonríe y niega.
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Sr. Barone
Hayran KurguDespues de haber sido atropellada por Piero Barone, Marjorie Ferrara se ve envuelta en una serie de situaciones que pondrán su vida en Jaque. "Resulta una gran verdad que el destino es una ley cuyo significado se nos escapa, porque nos faltan una in...