Maratón 3/3
Desde la aparición de Alessandra Piero ha estado particularmente distraído, lo siento distante, incluso frío. Ya ha llegado el nuevo año y junto con el la rutina de siempre. El trabajo en la oficina sigue igual, yo ocupandome de los asuntos más personales de Piero mientras que Lucía sigue siendo su adorada secretaria.
Estoy pensando retomar mis estudios aquí, así tendré algo productivo en que invertir mi tiempo. Siento que debo ser más independiente, necesito mi espacio y quiero superarme. Ser lo que siempre he deseado ser: una mujer profesional que se vale por si misma. No puedo ni deseo depender tanto de Piero y como está nuestra situación ahora mismo... es lo mejor.
-Preciosa, no esperaba verte aquí- doy un respingo en la silla de hierro que estoy sentada y sonrío al reconocer al hombre que tengo frente a mí. Estaba tan ensimismada en todo lo que me esta pasando que no me di cuenta de su llegada.
-Franco, hola... no sabía que estabas de vuelta- Después de la fiesta nos hemos visto unas dos veces. Es un hombre atractivo, no sólo por su físico, sino también por lo inteligente e interesante que suele ser. Lo último que supe fue que habia regresado a su país, Francia.
-Ya ves preciosa, conmigo nunca se sabe, pero... no hablemos de mí. Que te pasa? Y no me digas que nada... llevo un rato observándote y se que algo tienes. Me quieres contar?- bajo la mirada al trozo de selva negra que tengo. Mis ojos se humedecen y me siento ridicula al estar así frente a él, pero el sentimiento me puede y una lágrima se desliza por mi rostro. Franco alarga su mano y la aparta con cariño.
-Las... las cosas con Piero no andan bien- el asiente comprensivo y toma mis manos.
-La tristeza no se soluciona con más tristeza. Debes ser fuerte y optimista, nada pasa por pasar y todo esto algún día será parte del pasado- por primera vez después de noche buena, sorío de verdad.
-Gracias Franco, en verdad gracias- me mira con ternura y besa el dorso de mi mano. Aun no logro entender como es que este hombre tan encantador sigue soltero. La curiosidad me puede y le suelto la pregunta que me carcome por dentro- Por qué sigues soltero Franco?- ríe con ganas y nuevamente posa su cálida mirada en mí.
-Ay preciosa, preciosa... la vida es una inversión muy grande en la que se requiere el mejor socio. Un mal manejo y todo se viene abajo- lo miro sin entender del todo, no le pedí que se case. Ante mi cara de confusión continúa- lo que quiero decir es que a mi edad no debo elegir estar con cualquiera, he vivido la vida loca y estoy pagando un alto precio por eso- la melancolía surcó su rostro pero en fracción de segundos el la apartó y me sonrió- no te preocupes, mi mujer perfecta llegará en su momento- sonreímos. Aprovechamos para tomarnos un café juntos y alegrarnos el día mutuamente. Es un domingo un poco frío pero hermoso, y como casi todos los días... Piero tenía un compromiso.
(...)
-Gracias por traerme a casa Franco, ha sido una tarde muy agradable para mí- me enseña esa hilera de dientes perfectos y le devuelvo la sonrisa.
-Para mí siempre será un placer mademoiselle- le doy dos besos y me despido prometiendo ponerme en contacto con él.
Entro y como era de suponer Piero no está en casa. Ale había quedado con Gian e Isabella con Igna... no falta mucho para que ese par termine por engancharse. Me recuesto en la cama pensando que hacer con todo esto, una parte de mí quiere rendirse, largarse de Italia muy lejos de todo incluyendo de él... del hombre que amo. La otra quiere pelear, dar el todo por el todo, demostrar de qué estoy hecha, ¿pero para qué? Si siento que la única enamorada aquí soy yo. Suspiro mientras mi teléfono suena. Un msj multimedia...
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Sr. Barone
FanfictionDespues de haber sido atropellada por Piero Barone, Marjorie Ferrara se ve envuelta en una serie de situaciones que pondrán su vida en Jaque. "Resulta una gran verdad que el destino es una ley cuyo significado se nos escapa, porque nos faltan una in...