Llego a Desiderio (Deseo), mmmm interesante nombre verdad?. El sitio está a reventar de gente y aunque la fila está un poco larga, paso de ella porque Gian me espera en la entrada. Me parece que es cliente habitual aquí. Sorío al acercarme.
-Ya te habían dicho lo hermosa que estás?- Sí, quería estar hermosa para que Piero me vea. Por eso elegi un corto vestido plateado con un llamativo escote tanto en el busto, como en la espalda. Tenía la estúpida teoría de que si me ve hermosa, tal vez lucharía por nosotros. Que ilusa no? A pesar de esto, se que lo hace para levantarme los ánimos y lo agradezco. Gian es el hombre con el que todas soñamos.
>>Aunque ahora que lo pienso... no crees que es demasiado exhibicionista?- levanta una ceja y me mira como si supiera cosas de mi que nadie sabe. Me hecho a rei.
-Tampoco es pa' tanto Gian. Vamos anda... la pista me espera- le golpeó el hombro y paso de largo.
Nuestra mesa está ubicada en un reservado colocado estratégicamente donde se puede ver toda la disco. Subo las escaleras de cristal y antes si quiera de terminar, los brazos de Alejandra me rodean. Les había dicho que cierta persona no es muy tolerante al alcohol? Pues si, solo el olor basta para encenderla.
-Marie- grita por encima de la música - hoy es nuestra noche, bueno... ayer, ya son más las doce- ríe, no como la gente normal que hace un chiste, sino la típica risa estúpida de los borrachos. Pongo los ojos en blanco y miro a mi alrededor, los demás están ajenos a la chica media ebria que tengo apretandome. Gian me mira y se encoge de hombros como si ella fuera un caso perdido. Como puedo me la quito de encima y la ayudo a sentarse. María se me acerca y me dice al oído:
-Ven, quiero que conozcas a alguien- me pongo de pie y voy al otro lado de la mesa. Un chico delgado con lentes negros, pelo castaño y ojos saltones me sonríe con timidez. Me parece familiar, pero no se bien- Marie el es Erni Ginoble, el hermano de Gian- ahora entiendo por qué me parece tan conocido. Ella parece decirle algo al chico quien se pone de pié y con su sonrisa de adolescente me da dos besos y me felicita.
-No sabia que salías con el hermano de Gian...picarona!- Maria se pone escarlata y luego me pellizca.
-Será nuestro secreto. Más te vale que nadie lo sepa por ahora, y cuando digo nadie sabes a quien me refiero- Piero Barone, lo sé. Puede ser lo que sea pero a su pequeña la cuida más que a su propia vida.
La noche transcurre entre risas, brindis y bailes. No sé cuánto tiempo llevo tomando pero estoy segura que me falta poco para llegar al punto de no retorno y comenzar a hacer estupideces. De mi amorcito no he vuelto a saber nada y no sé si seguir disfrutando la noche o lo que queda de ella, o llamarlo y decirle que lo amo y que vuelva y esas cosas estúpidas que decimos las mujeres cuando estamos ebrias y marcamos el número del ex no superado.
-Marie!!! Vamos a bailar a la pista- gritar se ha vuelto tan natural, que la voz de Isabella me parece un coro de ángeles. Me levanto y la sigo junto con Maria, Igna y Erni. Ale y Gian están hecho una sola persona en los sillones. Creo que su noche tendrá final feliz.
Titanium de David Getta comienza a sonar y todos pegan un grito y saltan como anormales. Me dejo llevar por la música y meneo las caderas con total descaro, sé que no tengo que esforzarme mucho si deseara que alguien vea mi ropa interior. De la nada siento que me rodean las caderas y alguien me pega a su cuerpo, le resto importancia y sigo mis sensuales movimientos. El chico en cuestión comienza a besarme el cuello y yo no le detengo, no me molesta en absoluto, al contrario me siento deseada y lo disfruto. Me giro para encararlo y me quedo momentáneamente pasmada. Cielos, es varonil, robusto y muy sexy. De pelo castaño y ojos claros, con una barba que se amolda a su hermoso rostro. Esta noche promete.
ESTÁS LEYENDO
Sr. Barone
FanfictionDespues de haber sido atropellada por Piero Barone, Marjorie Ferrara se ve envuelta en una serie de situaciones que pondrán su vida en Jaque. "Resulta una gran verdad que el destino es una ley cuyo significado se nos escapa, porque nos faltan una in...