Sr. Barone

66- El hijo pródigo

"El amor es el mejor padrino del matrimonio y la estimación recíproca su más fiel amigo" -Paolo Montegazza

Y así, con un beso que sobrepasaba lo tierno, los enamorados sellaron su felicidad. Se abre un nuevo camino en la vida de Gian y Ale, uno lleno de pruebas y victorias, sentimientos y vivencias, lo que antes era sólo de uno, ahora es de dos.

Mi corazón está a rebozar de alegría, pero a la vez tengo cierta añoranza, una parte de mí quisiera saber lo que se siente vivir esta etapa que por lo visto me he saltado. Nunca fui como la mayoría de las mujeres, lo mío era siempre crecer como persona y profesional, jamás pensé en el matrimonio... hasta este momento.

-No piensas felicitarme?- Alejandra me saca de donde sea que estaba metida y le sonrío ocultando mi estado de ánimo- vaya, pareciera que no te alegras por mí- niego.

-No! Jamás... nunca vuelvas a decir eso ok. Es sólo que sigo en un trance, o sea eres un día mi prima, luego mi hermana y ahora que estamos pasando tiempo juntas y todo, resulta que te casas... son muchas emociones juntas- mi voz se quiebra ligeramente y ella me abraza como siempre que sabe que estoy mal.

-Shhhh... lo siento, era sólo una broma. No pensé que te sentías así, hay algo que te moleste? Quieres hablar? Pídeme lo que quieras pero por favor no llores- mientras más la escucho hago todo lo opuesto.

-Pasa algo? Por qué lloras ragazza?- Igna examina mi rostro y niego, pero las palabras no salen de mi boca.

-Sólo es la emoción del momento. Ya sabes, cree que Gian me va a robar- Igna se relaja y sonríe. Ale sonríe de vuelta y me toma del brazo con dirección a la sala. Me hace sentar en el sofá junto a ella y respira hondo- Ahora sí, cuéntame.

-No sabría por dónde comenzar- sorbo por la nariz y me acomodo- Qué se supone que deba decirte?

-Primero que nada, cómo estás?- sonrío con nostalgia. Cómo me siento...? de todas maneras menos como debería.

-Confundida, triste, incompleta, enojada, y mucho más- Ale toma mi mano.

-No crees que es mucho para una sóla persona?- sonrío y me encojo de hombros- Me quieres contar qué o quién te ha hecho sentir así?- respiro hondo.

-A parte de lo obvio- señalo mi panza y ella ríe- Eveline- su rostro se vuelve serio- Las vi juntas y no pude evitar sentirme mal. Por mí, por ella, por todo esto; quisiera olvidar y dejar de lado las cosas, pero me cuesta hac...

-Marjorie detente sí- asiento- Es perfectamente normal que estés así, créeme que estaría muy asustada si fuera lo contrario. A diferencia de mí, tú creciste sin una figura materna, sé que Alice te dió todo el amor que pudo, pero jamás la viste como tu madre; por eso te cuesta tanto acercarte a Eveline- vuelvo a asentir- En mi caso es distinto, perdí a quien creí mi madre por muchos años y la vida me trajo de vuelta a la verdadera. En vez de verla con dolor, para mí es un bálsamo; es cierto que el día que lo supe deseé morir, fue demasiado para mí, pero luego me dí cuenta que la necesito y ella a nosotras. En estos días nos hemos acercado un poco más y me sorprende lo estupenda que es, sé que sabes de lo que te hablo- sonrío. Yo trabajé con ella y doy fe y testimonio de que es un ser humano impresionante- A donde quiero llegar es que no te sigas torturando con cosas que ni siquiera fue nuestra culpa; no elegimos esta vida, sin embargo, sé que no la cambiaríamos por nada en este mundo. Te mereces paz y ese amor que sólo las madres saben dar. Tú ya eres mamá, piensa en ello- una lágrima se me escapa y Ale me abraza.

-Gracias-digo contra su cuello. Ella acaricia mi cabello.

-Sé que lo harás estupendamente- asiento- Ahora ve y sonríe porque hoy es un día super especial, y porque ahí viene Piero y no queremos que te vea así- me suelto sonriendo.

-Qué tanto hablan?- Ale se pone de pie y toca su hombro sonriendo.

-Cosas de chicas cuñado, cosas de chicas- se aleja dejándome con la mirada intensa de Barone. Lo invito a sentarse con un pequeño golpe en el sofá.

-Me contarás tú? O deberé sonsacarte?- se sienta y toma mi mano- has estado llorando?- sonrío.

-Ya pasó, sólo fue por la emoción y esas cosas hormonales- me mira seriamente y asiente despacio. Sé que no me cree nada- Anda piero... Sólo sentí un poco de nostalgia al ver a mi hermana y mi cuñado comprometerse- sonríe ladino.

-Hablas como si ellos serán los únicos- me quedo en shock.

-Qué...?- niega con la cabeza y se pone de pie tendiéndome las manos.

-Nada dolcezza, ven, los demás aguardan por nosotros para el postre- me rodea con su brazos y me besa suavemente- No llores más, nunca más- sonrío y juntos vamos al patio.

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La tarde se nos fue entre risas, anécdotas, buena compañía
y un buen vino. Observé todo a mi alredeor: el cielo, los árboles, los rostros felices de mi familia, porque eso es lo que son, mi gran familia.

Ahí entendí lo precioso que es estar junto a los seres que amas, lo maravilloso que es estar rodeados de gente que le haga feliz a uno, lo simple y única que es la vida...

Ahí entendí que tenía todo lo necesario para ser feliz: un amor correspondido, una hermandad poderosa y la promesa de un mejor mañana...

-Salud Marie!- Igna levanta su copa e imitó el gesto. Todos los demás se nos unen y ríen.

-Por un buen matrimonio para esta pareja y que aquellos que faltan, también sigan sus pasos- mi suegra levanta su copa y sonríe con picardía, todo el mundo nos mira a Piero y a mí, él simplemente sonríe ladino y levanta la copa en señal de brindis.

-Salud por eso madre!- besa mi coronilla y me abraza más a él. Todos comienzan a hablar de trivialidades y se arma un ligero murmullo.

-Buenas tardes a todos!- se hace un silencio abrumador. Mis ojos quieren salir de sus cuencas, Piero se pone de piedra y sus padres no dan crédito.

Cada uno de nosotros estáen trance y no es para menos, el hijo pródigo a su casa vuelve; en palabras más directas...

Francesco ha vuelto a casa!

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Love you guys💕